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Los días de lluvia, que han provocado la suspensión de procesiones y que impiden disfrutar del otro gran atractivo del destino que es el sol y la playa, están pasando factura al sector hotelero en Semana Santa. Al frenazo en las reservas ante las malas ... previsiones meteorológicas se han sumado las cancelaciones que llegan a diario anunciando la suspensión del viaje programado. Un cóctel que rebaja al 74,5% la ocupación media en los días claves de estas primeras vacaciones del año, un 5% menos que el pronóstico realizado justo antes del inicio de esta Semana de Pasión. Así lo ha avanzando la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), que reduce al 75,9% las habitaciones que van a llenar en las diez noches que comprende este periodo, lo que supone diez puntos menos que en la Semana Santa del pasado año cuando la ocupación hotelera fue del 84,2% y hasta 12 puntos porcentuales menores a las de 2019 (86%).
«Sabemos que todavía no ha acabado la Semana Santa, pero, con los datos encima de la mesa, podemos afirmar que son unas cifras claramente menores a las registradas el año pasado. Sin duda, el factor climatológico con las constantes lluvias en toda la provincia y la previsión de precipitaciones para el resto de la semana han influido de manera muy negativa y ha hecho que muchos viajeros se echen atrás», ha afirmado el presidente de Aehcos, José Luque.
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Además, esta patronal recuerda que históricamente, y en los dos últimos años, los hoteles han cerrado estas primeras vacaciones del año por encima del 80% de ocupación total en la provincia de Málaga. «El factor climatológico ha sido un hándicap para que muchos viajeros que esperan a última hora para reservar hayan decidido otros destinos en los que el tiempo va a ser más favorable», han comentado desde el comité ejecutivo de Aehcos.
La situación es tan extraordinaria que se ha producido el hecho insólito de que en los días grandes de la Semana Santa la ocupación va a ser inferior al global, cuando habitualmente es todo lo contrario. Y es que al parón de las reservas se ha unido el goteo constante de cancelaciones, que ha ido en aumento conforme avanzaban los días ante las previsiones de lluvia para toda la recta final de este periodo vacacional. «Estos tres factores han servido como caldo de cultivo para los malos datos de esta Semana Santa», han añadido.
Aunque tradicionalmente la Semana Santa es un buen termómetro de lo que va a acontecer en la temporada alta, en esta ocasión los hoteleros confían en que «los meses venideros, coincidiendo con el aumento de vuelos al destino Costa del Sol, sirvan para cambiar esta tendencia y arrojen algo de esperanza para afrontar la temporada alta de 2024».
En cuanto a la evolución de los diferentes destinos, Aehcos ha detallado que por municipios, y en el tramo de desde el 22 de marzo al 1 de abril, sólo dos municipios están por encima del 80% de ocupación hotelera. Se trata de Benalmádena, con un 85,4%, y Ronda, con un 81,4%. Otros enclaves como Nerja presentan una ocupación hotelera del 79,4%, le siguen la Axarquía, con un 71,9%; o Frigiliana-Torrox, con un 70%. Ya para estos días grandes, desde el 27 de marzo al 1 de abril, Benalmádena sigue liderando la ocupación con un 81,26%, seguido de Ronda, Nerja y la Axarquía.
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