José Carlos Escribano: «Nos falta dar un paso en el orgullo de pertenencia a Málaga»

–¿Qué tal va el verano?

–A nivel turístico se confirman los datos de unos primeros meses fuertes, un julio irregular, al resentirse el turismo nacional, y con incertidumbres en agosto, aunque con la confianza de que habrá un buen final de temporada.

–Es el primero como presidente de la Cámara de Comercio...

–Cierto. Un momento en que estamos poniendo en marcha las líneas estratégicas y ya hemos iniciado la transformación digital interna. También estamos buscando nuevas alianzas con la sociedad malagueña.

–¿Con qué palabra o frase definirías Málaga?

–Ilusionante por sus gentes. Es la mejor definición.

–Un lugar para relajarse.

–Ver el atardecer en el Trocadero Arena.

–Una playa para echar el día.

–Sin duda, esa playa es Maro porque en esos acantilados me siento más cerca de la naturaleza.

–Una excursión por la provincia.

–Una ruta por la serranía de Ronda a caballo.

–La palabra o expresión malagueña favorita.

–Esta la tengo muy clara. Estar aliquindoi es la preferida, que no estamos para perder ningún detalle.

–Un bar donde desayunar.

–En la Cala de Mijas, en la Venta La Butibamba. Cuando era más joven la frecuentaba más que ahora que voy cuando tengo ese antojo de bocadillo de lomo, que es único y que no perdona.

–¿Dónde ir de cañas?

–¿De cañas?... Prefiero ir de vino generoso y para eso La Cosmopolita es mi lugar favorito.

–¿No bebes cerveza?

–Muy raras veces. Sólo cuando la sed me obliga.

–¿Dónde comer?

–En la Carihuela Chica, en el paseo marítimo de Los Boliches, en Fuengirola.

–¿Y cenar?

–Me siento muy cómodo para una cena especial en el restaurante de José Carlos García.

–No tienes mal gusto (risas)...

–Me siento como en casa y siempre encuentro un motivo para sorprenderme.

–Tu plato preferido.

–El arroz a la cubana con sus salchichas y ajitos. Me recuerda a mi infancia y no lo encuentro fácilmente en los restaurantes. Eso sí, sin plátano frito.

–¿Un atardecer o un amanecer?

–Me encantan las dos cosas. Para amanecer es una buena propuesta el paseo de Los Boliches donde, menos cuatro o cinco días al año, allí el sol sale por el mar. Para el atardecer es increíble la terraza del hotel Málaga Palacio.

–¿A dónde irías para pasar una noche loca?

–Una buena moraga con espetos, buenos amigos y una guitarra.

–¿Qué rincón de Málaga recomendarías a un amigo/a?

–Siempre recomiendo conocer la Marbella histórica y para ello es imprescindible descubrir el casco antiguo de este municipio.

–El mejor selfie.

–Soy muy de la luna y por eso una 'luná' a caballo.

–Una visita cultural imprescindible.

–Bueno más que imprescindible diría que es necesario conocer el patrimonio de Antequera y descubrir los Dólmenes. Son una joya.

–Lo mejor de Málaga.

–Una ventaja del turismo es que nos hemos acostumbrado a interactuar con otras culturas. Eso es un activo que enriquece a la sociedad: una mente abierta.

–Y lo peor.

–Nos falta dar un paso más en el orgullo de pertenencia a Málaga. Tenemos argumentos para estar orgullosos de nuestra provincia.

–¿Algo que eche de menos?

–Un plan de acción concreto y consensuado en vivienda y en infraestructuras.

–Una tradición que no debe perderse.

–Los verdiales porque enraíza Málaga con sus orígenes y es un elemento diferenciador.

–¿Cuál es ese personaje malagueño favorito?.

–Voy a dar una terna: Juan Gómez Juanito, Antonio Ordóñez, y si nos centramos en el mundo empresarial Don José Luis Martín Lorca.

–¿Qué hobbies tienes?.

–Me encanta la física cuántica, el campo y la vela. Y la lectura.

–¿Qué lees?

–Pues física cuántica y novela histórica. Soy un profesional de la lectura. Ahora mismo estoy con una trilogía de Nueva Zelanda y acabo de terminar Misericordia, de Benito Pérez Galdós. Lo recomiendo.