Los hoteles de la Costa del Sol ya marcan récord en sus principales mercados

Las cifran hablan por sí solas de la plena recuperación de este destino en el escenario internacional. Tanto que por fin los hoteleros han conseguido superar los registros de llegada de británicos y de alemanes, que son claves para esta industria y que se venían resistiendo tras experimentar una profunda caída en la crisis sanitaria. A lo que se suma que al representar los mayores volúmenes de viajeros, su vuelta a los niveles de 2019, que fue el mejor año de la historia de la Costa del Sol, se había convertido en una ardua tarea ahora superada.

De hecho, los crecimientos por encima de antes de la pandemia en Reino Unido y en Alemania son mínimos, pero significativos. De hecho, en el caso del que es el primer mercado en emisión de viajeros al destino malagueño, el británico, los hoteleros han registrado un 0,6% más de clientes entre enero y octubre que en el mismo periodo de 2019, hasta computar 917.068 viajeros, rozando el millón en los diez primeros meses del año. Cabe recordar que este mercado es, con diferencia, fundamental al representar casi el 30% de los visitantes internacionales.

Tras este país, Francia se convierte en el segundo en importancia para los hoteles malagueños, pero ya a gran distancia del británico. Los 294.883 viajeros galos que han reservado en los establecimientos de la provincia hasta el pasado octubre suponen un 17% más que antes de la pandemia. El dinamismo de este país ha provocado que Alemania quede relegada a un tercer puesto y eso que por primera vez los hoteleros consiguen que la llegada de estos viajeros pase de estar en rojo al verde que confirma un saldo positivo respecto a 2019. Concretamente de un 0,8% con 247.882 visitantes.

Tras configurar un podio en positivo, una asignatura que se venía resistiendo y que anticipa que 2023, si todo sigue al ritmo actual, se hará con el título del mejor ejercicio para el turismo malagueño, Países Bajos consolida con una inusual fuerza el cuarto puesto. Es habitual que los profesionales del sector comenten la cada vez mayor presencia de viajeros holandeses en los hoteles de la provincia. Comentarios que se traducen en un crecimiento en los diez primeros meses del 25% hasta situarse en 224.243 y convirtiéndose, tras Portugal y Polonia, en el mercado que experimenta el mayor aumento.

En esos diez mercados claves para la provincia y que muestran crecimientos por encima de 2019 se ha colocado, junto a Irlanda, Italia, Bélgica y la mencionada Polonia, Estados Unidos, que ocupa ya el séptimo puesto con 143.624 y con una senda alcista de casi 16 puntos.

Opción prioritaria

La consejera delegada de Turismo Costa del Sol, Margarita del Cid, destaca que «los datos reflejan que la Costa del Sol vuelve a ser una de las opciones prioritarias para los viajeros internacionales, ya que de enero a octubre se han superado las llegadas de turistas de mercados emisores relevantes como lo son el Reino Unido, Francia y Alemania». Además, ha subrayado que «la estadística constata que las acciones de promoción y desarrollo que Turismo Costa del Sol está llevando a cabo en estos mercados están dando sus frutos«.

Todo ello ha permitido que los hoteles de la Costa del Sol cierren los diez primeros meses del año con un 6% más de viajeros y con un 3,5% más de pernoctaciones, hasta computar más de 19,1 millones de estancias. Un incremento para el que ha sido fundamental la evolución al alza de los turistas extranjeros, que crecieron un 5,4% hasta superar las 14 millones de noches reservadas. Frente a un descenso del 1,1% de estancias de viajeros españoles hasta el pasado octubre. Unos datos que le colocan como segundo destino de las zonas del litoral de España con mayor volumen de viajeros, tras Mallorca, y el tercero en pernoctaciones, después de la mencionada isla y de Tenerife.

Otro indicador a destacar es que estos fuertes crecimientos en el escenario internacional se han producido a pesar de que los precios medios por habitación en los hoteles de la Costa acumulan una subida del 30,4% hasta tener que pagar una media de casi 125 euros por estancia. Un dato que avala que el viajero que está recalando en la provincia reúne un perfil de mayor nivel económico, en consonancia con la estrategia de aspirar a ganar en ingresos más que en volumen de turistas.