Crucero a la vista: desde final de año fondeado en la bahía de Málaga

Se trata del 'Seabourn Encore', de la naviera Seabourn perteneciente al grupo Carnival, que volverá a llenarse de pasajeros en unas semanas con un itinerario de diez días por las islas Canarias. Por ello partirá a mitad de este mes hacia Lisboa para desde allí iniciar su primer recorrido del año. Después, en abril, tiene programado un crucero desde la capital portuguesa hasta Atenas, con escalas por puertos del Mediterráneo como Mahón, Corfu o Santorini. Y a partir de mayo hará cruceros por Grecia de quince días con un coste de casi 9.000 euros.

Pero mientras tanto, este barco de 210 metros de eslora, 28 metros de manga y doce cubiertas, espera frente a la capital de la Costa del Sol retomar la actividad. El 'Seabourn Encore' tiene capacidad para transportar 604 pasajeros en sus 302 suites, todas con balcón. Más de 360 tripulantes a bordo están preparados para pronto dar servicio a los nuevos huéspedes, que tienen que reunir el requisito de estar vacunados.

Desde que echó el ancla frente a la ciudad a final del pasado año, el 'Seabourn Encore' ha entrado en siete ocasiones al Puerto donde ha permanecido atracado para realizar tareas como la de avituallamiento, según señalan desde Málagaport. En cualquier caso desde esta entidad precisan que también se considera escala si el buque está fondeado, porque corresponde al control de las aguas portuarias. Aseguran que elegir la opción de quedarse anclado en la bahía suele hacerse por cuestiones de ahorro de costes, si bien, explican, que «tanto en fondeo como en atraque a muelle, tienen que pagar la tasa del buque (T1), regida por el RDL 2/2011 que aprueba el texto Refundido de la Ley de Puertos y Marina Mercante. Pero, efectivamente, es más barato estar fondeado, puesto que no tienen que pagar los servicios portuarios correspondientes si está en muelle atracado. Además, la tasa del buque sería gratis si está fondeado menos de 96 horas».

También avanzan que aunque no es un tipo de escala habitual la de quedarse en la bahía, el Puerto de Málaga prevé varias escalas más de estas características hasta el mes de abril. «Esta estampa es habitual en muchos puertos de cruceros y aquí cada vez va a ser más frecuente», declaran.

Este crucero de lujo es un viejo conocido en las instalaciones portuarias malagueñas, en las que realizó su primer atraque en agosto de 2017. El barco fue construido en 2016 y navega bajo la bandera de las Bahamas. En el diseño del mismo participó el reconocido diseñador Adam D. Tihany, especializado en desarrollar elegantes espacios individuales entre ellos los hoteles, restaurantes, resorts y spas más valorados a nivel mundial. Y es que el 'Seabourn Encore' corona una flota que ya es la más nueva y más moderna en el segmento de lujo. «Este barco representa una nueva etapa de bienvenida en la evolución del crucero de pequeñas embarcaciones, en la que Seabourn fue pionera y ha ampliado y enriquecido. La visión de Tihany está presente en todo el barco. Hay una nueva suavidad y una elegancia curvilínea a sus diseños que reflejan una notable estética a medida. El buque cuenta con elementos de diseño que a menudo se encuentran en yates privados», señalan desde la naviera.

El crucero dejará la bahía en las próximas semanas para emprender viaje hacia Lisboa, donde el próximo día 19 estrenará temporada partiendo del Funchal, hacia Santa Cruz de la Palma, Puerto de la Estaca (El Hierro), Santa Cruz de Tenerife, La Gomera, Las Palmas de Gran Canaria y Lanzaro, en un crucero con un coste desde 3.900 euros. Se convertirá en el tercer barco de la flota de esta naviera en reiniciar el movimiento de pasajeros. «Se espera que 'Seabourn Encore' explore la cultura del archipiélago español y la isla de Madeira, entre febrero y abril de 2022. Además, el barco navegará en un crucero de quince días por las costas del mar Mediterráneo desde Lisboa hasta Atenas, donde se ubicará para su despliegue originalmente programado en el Mediterráneo oriental durante el verano», precisan. Su partida hacia Lisboa supondrá el momento en que de nuevo se despeje el horizonte en la bahía malagueña, aunque parece que será por poco tiempo.