La Costa del Sol tendrá este invierno menos hoteles cerrados que nunca

El vicepresidente ejecutivo de Aehcos, Javier Hernández, recalca que «es el invierno que menos hoteles han cerrado por temporada» y lo justifica en que la temporada alta se ha prolongado más por las temperaturas veraniegas que se han mantenido prácticamente hasta el pasado mes. De hecho, afirma que la mayoría de los establecimientos que han cerrado lo han hecho bien entrado noviembre porque en octubre se ha mantenido un buen ritmo de reservas. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidos en el informe de Coyuntura Hotelera de Turismo Costa del Sol, elevan a 2.184.382 el volumen de pernoctaciones hoteleras en la provincia durante dicho periodo. La cifra supone un importante crecimiento del 11,3%, es decir, un incremento de más de 221.000 pernoctaciones respecto a octubre del mejor año de la historia del turismo que fue 2019. Basta recordar que el pasado puente del Pilar se dispararon las reservas a niveles de pleno agosto con una ocupación media que rondó el 90% en la provincia.

Con esta actividad y manteniendo la senda alcista en los precios, con tarifas un 37% más caras que en octubre de 2019, son muchos los que han sopesado los riesgos de mantenerse abierto y han optado por seguir recibiendo viajeros ante las buenas perspectivas que se ciernen hasta este mes de diciembre, en el que los hoteleros ya barajan igualar los datos de antes de la pandemia. Es más, los buenos resultados logrados mes a mes, tanto antes como después de la temporada alta, han logrado que aseguren que 2023 será el mejor año de la historia, arrebatando este título al 2019 y superando plenamente la mayor crisis de esta industria que fue la pandemia.

Así, en la actualidad hay 25 hoteles cerrados, de los que un tercio lo están para realizar obras de mejora o reformas de mayor calado como las previstas en el hotel Don Carlos que ha cerrado ya sus puertas hasta 2025 para abrir completamente renovado. Desde este emblema del lujo no han querido aportar más detalles de un proyecto que aseguran darán a conocer pronto.

La mayoría de los que acaban de dejar de recibir turistas se mantendrán así hasta finales del próximo mes de febrero y el resto abrirán a principios de marzo, un periodo también algo más corto de lo habitual. Hay que recordar que tradicionalmente los cierres por temporada se prolongaban desde octubre hasta casi Semana Santa.

Los datos de Aehcos señalan que han dejado de estar operativas 10.800 plazas, un 11,4% del total de las 94.600 registradas en esta asociación. En cuanto a los hoteles cerrados, aseguran que suponen el 7,2% de la planta global.

Cabe recordar que el pasado año a mediados de noviembre ya habían cerrado o anunciado su inactividad por temporada el 10% de los establecimientos, es decir, 31 establecimientos, que suponían un 15,5% de las plazas (12.790) dado que los hoteles que habían elegido esta salida tenían una capacidad mayor a la media del destino, que se sitúa en 253 plazas. Esta cifra de 31 establecimientos fue en aumento hasta acabar la temporada baja de 2022 con 46 establecimientos inoperativos, que sumaban 22.000 plazas, recuerda Hernández, que mencionaba que el invierno del pasado año en cuanto a cierres de temporada fue muy similar al de antes de la pandemia, en que dejaron de operar 61 hoteles, que suponían el 19%, y en torno al 30% de las plazas, concretamente, 25.545.

Torremolinos y Marbella

Aunque la estacionalidad se extiende por toda la provincia, el impacto de la misma es diferente en cada localidad. Así los datos de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) aseguran que la mayoría de los cierres de temporada se concentran en los municipios de Torremolinos, que es el destino malagueño con mayor volumen de oferta hotelera; en Marbella, donde coinciden varios establecimientos que han proyectado importantes obras de reforma y mejora global de las instalaciones; y en Benalmádena. A esta le sigue Estepona. En la otra cara de la moneda se encuentra la capital de la Costa en la que los cierres son anecdóticos y vinculados a negocios muy pequeños. El tirón que tiene esta ciudad en el periodo navideño y en los meses de octubre y noviembre por la actividad cultural y el peso del turismo de congresos son claves. «Los hoteles de toda la provincia aprovechan cada vez más la fuerza de la Navidad ofreciendo cenas y fiestas que son muy demandadas», afirman desde Aehcos.