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Hay muchas ganas de viajar, de disfrutar de las playas, de romper con la rutina, de vivir emociones en procesiones y traslados y de degustar lo mejor de la gastronomía local. Tantas que pese a que las tarifas que ofrecen los hoteles, restaurantes, chiringuitos, aerolíneas ... o agencias de viajes son las más altas de la historia, la Costa del Sol saca músculo con una demanda al alza que ocupa el 85% de las camas hoteleras, el 90% de los camping o de las viviendas turística en la capital y que complica reservar mesa en chiringuitos y en restaurantes. Todo ello mientras en el aeropuerto operarán más vuelos que antes de la pandemia, con mayores ocupaciones y con billetes hasta un 20% más caros. En la estación de María Zambrano los AVE que unen la Costa con Madrid llegan con refuerzos y llenos y en el Puerto trece cruceros desembarcan pasajeros que se topan con una ciudad con calles repletas y procesiones que cautivan a residentes y visitantes.
Entre un 10 y un 15% es el aumento medio de los precios respecto a 2019 que reconocen los responsables de las distintas patronales turísticas, profesionales del sector y directores de hoteles. El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque, confirma este incremento medio de tarifas y señala que los españoles están reservando con mayor antelación, pero que los extranjeros lo hacen más a última hora, lo que en esta ocasión supondrá pagar precios más altos. «Las reservas no se resienten por la subida de precios», precisa para recordar que en las cuentas de los negocios pesa el aumento de la inflación. Además, destaca que la provincia se consolida como destino que atrae a un cliente de mayor poder adquisitivo. Aehcos señala que en marzo ha aumentado un 12% el impacto económico por cliente alojado y apunta a una oferta renovada como uno de los acicates para que la demanda siga subiendo a pesar de que somos uno de los destinos del Mediterráneo con precios más altos. Luque pone el foco ahora en que «además de pensar en promoción hay que centrarse en la gestión de los destinos para solventar asuntos claves como la movilidad, los problemas de escasez de agua y las playas».
Basta hacer una búsqueda en Booking para reservar en la capital malagueña desde el Jueves Santo al Sábado Santo para que la plataforma te alerte de que «un 94% de los alojamientos ya no están disponibles en nuestra web para esas fechas». Primera señal de la fortaleza de la demanda y del destino. Comprobar las tarifas de los hoteles pone de manifiesto que el sector vive su Semana Santa con precios más elevados. Pedro Echevarría, director del cinco estrellas Only You, ubicado en La Equitativa, explica que las habitaciones cuestan entre un 15 y un 20% más y que el precio medio de toda esta Semana de Pasión se eleva a 300 euros por noche. «Hasta el Jueves Santo tenemos un 80% de las habitaciones reservadas, pero para los días grandes llenamos. De las seis habitaciones con terraza a la Alameda que hemos puesto a la venta a mil euros la noche ya tenemos cuatro vendidas. Estamos muy contentos. Es nuestro mejor año».
Pero este precio por habitación en torno a los 300 euros no es una excepción. Booking oferta dos noches en las fechas claves de estas primeras vacaciones del año en el hotel Larios por 970 euros, en el Larios 10 por 880 o por 750 en el Petit Palace, todos ellos de cuatro estrellas. En la Costa destaca la alta ocupación de Marbella con tarifas medias aún más altas que en la capital, que llegan hasta los 2.000 euros por dos noches en el Boho Club.
El fundador y presidente de Soho Boutique Hotels, Gonzalo Armenteros, destaca que colgarán el cartel de completo en los hoteles de la capital de la Costa. Asimismo, Mari Francis Peñarroya, directora general del complejo turístico Holiday World, recalca que «las previsiones son inmejorables. Los precios han subido entre un 12 y un 15% y para el verano la subida de las tarifas será de un 20% porque no se puede perder de vista la evolución de la inflación, del incremento de precios de elementos claves para un hotel como es el coste de la energía o de la cesta de la compra. Lo mejor de todo es que el mercado está soportando este aumento de los precios».
Restauración
En los restaurantes hacen encaje de bolillo para poder atender a una alta demanda dispuesta a pagar en torno a un 10% más que antes de la pandemia por los platos incluidos en las cartas. «Aún así la facturación va a estar un 4% por encima de 2019, si bien la rentabilidad no llegará a estos niveles por el impacto de la inflación», señala el presidente de Mahos, Javier Frutos, que confía en que «será una buena Semana Santa».
Con las playas como si de pleno verano se tratara y con paseos marítimos con un trasiego típico de temporada alta, en los chiringuitos cada vez es más complicado encontrar una mesa. El presidente de la Asociación de Empresarios de Playas, Manuel Villafaina, tiene claro que, aunque los precios han subido un 15%, «las previsiones son buenísimas, mejor que en 2019, sobre todo, porque los clientes tienen un mayor poder adquisitivo. Se nota en el consumo un mayor gasto y es este cliente al que tenemos que fidelizar».
Unos negocios de restauración que también notan el impacto del alquiler vacacional. El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas (AVVA Pro), Carlos Pérez-Lanzac, afirma que los precios están en línea con los de 2019 que fue un año histórico. «La ocupación actual para el puente de Semana Santa está por encima del pasado año, se vuelve a recuperar la antelación en las reservas y ya hay algunas capitales como Málaga con una 78% de ocupación. Esto supone casi 10 puntos más que en 2022, lo que nos hace ser muy optimistas con el resultado que obtendrán las viviendas y apartamentos turísticos. Si el tiempo nos acompaña tendremos capitales que rozarán ocupaciones superiores al 90%, con lleno en el puente y un 70% el resto de estas vacaciones, cuando de lunes a miércoles de una semana normal apenas alcanza en 30% de media de plazas llenas en Andalucía», declara Pérez-Lanzac.
En el interior la demanda es más dispar. Los profesionales confirman que las reservas se están haciendo más a última hora y que hay plazas en la mayoría de los alojamientos. El informe de la plataforma con sede en Málaga Ruralidays.com eleva a un 60,5% las reservas en los establecimientos del interior en el global de la Semana Santa, es decir, un 3% por debajo que el año pasado. En los días grandes, la ocupación se dispara hasta el 67,5%. Aseguran que el 75% de los turistas son españoles (45%), ingleses y alemanes a partes iguales y a razón de un 15%.
Los camping siguen siendo una modalidad en alza. Las previsiones pasan por llenar el 90 % de los bungalows. De estas reservas, el 67% se alojará desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección. En cuanto a las parcelas, el 70% están reservadas, explica Emilio Domínguez, presidente de la Asociación de Camping de la Costa, que señala que desde 2019 los precios han subido un 15%.
Por tierra, mar y aire llegarán más turistas que antes de la pandemia estos días de Semana Santa, en los que en el Puerto de la capital atracarán hasta trece cruceros. En el aeropuerto el trasiego es intenso en la zona de salida de viajeros y en la de llegadas. Las colas de los mostradores de facturación constatan que esta infraestructura trabaja ya a mayor ritmo que antes de la pandemia y eso que el alto coste del queroseno ha disparado hasta un 20% los precios de los billetes de avión, según datos aportados por el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de la Costa del Sol, Sergio García, que destaca que «es la primera Semana Santa con absoluta normalidad para viajar sin ningún tipo de restricciones en desplazamientos hacia los más dispares países. Y eso se nota». Y no sólo en el aeropuerto sino también en la estación María Zambrano donde ya conviven los trenes AVE de Renfe con los del nuevo operador Iryo, colgando ambos el cartel de 'completo' en los días claves de estas primeras vacaciones del año, en el que ni los refuerzos de Renfe, con 5.500 plazas adicionales, han evitado que los trenes se llenen.
El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, no duda en considerar que la que acaba de empezar será «la mejor Semana Santa de la historia». Y como buen termómetro del verano esta declaración insufla optimismo a un sector que es el motor de la economía y el principal generador de empleo, siendo el déficit de profesionales el principal problema para el turismo.
Los malagueños comparten esas ganas de viajar que se han ido acumulando en los años de pandemia y de restricciones muy diferentes según al país al que visitar. En las primeras vacaciones del año y en las primeras en las que no hay limitaciones para ir de un punto del mundo al otro son muchos los malagueños que han planificado una escapada. La mayoría de ellos ha optado por los destinos nacionales, con un gran tirón las islas Canarias y las Baleares. Sin embargo, otros mercados menos frecuentes se han puesto de moda. El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de la Costa del Sol, Sergio García, señala que, además de las clásicas salidas a las principales capitales europeas, han cobrado fuerza destinos como Turquía, país con el que el aeropuerto de Málaga cuenta con vuelos directos y diarios hacia Estambul operados por Turkish Airlines. Pero además, están en alza las salidas a Egipto y a Dubai. Y eso que señala que los precios de los billetes para estos destinos lejanos se han encarecido, si bien apunta a una subida mayor de precios en toda la oferta de América del Sur. «Los viajes a destinos como Buenos Aires se han convertido en todo un lujo con incrementos de hasta un 50% muy vinculados a la subida del coste del combustible», afirma García.
La reciente apertura del gigante chino y de los principales países asiáticos también se ha convertido en un reclamo para que los malagueños vuelvan a mirar hacia estos destinos más exóticos a los que no se ha podido viajar desde 2019. Eso sí, advierte de que también los billetes se han encarecido, entre otras cosas porque aún no se ha restablecido la conectividad aérea de antes de la pandemia. «Estamos ante una Semana Santa especial, de total normalidad y en la que la demanda es un 5% más alta que en el 2019 y eso que los precios de los viajes están un 8% de media más caros», detalla.
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