La gran avalancha de turistas del año ya está recalando en la Costa del Sol. Los hoteles, viviendas turísticas y los alojamientos de turismo rural confían en superar las cifras del pasado año. Las primeras previsiones así lo apuntan, a pesar de la ralentización que ... se advierte en el mercado nacional. Los datos que avanza la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) señalan que los establecimientos hoteleros ya tienen reservadas el 85% de sus plazas, pero con las contrataciones que se hacen en el último momento podrían superar los registros del pasado año en el que llenaron el 88% de las habitaciones. Sin embargo, apelan a la prudencia y advierten de que en esta ocasión el foco está puesto en la desaceleración del turismo español constatada en julio y en la esperanza de que los viajeros españoles tomen impulso en el mes por excelencia de vacaciones y en el que se mantienen fieles a reservar con muy poca antelación.
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El presidente de Aehcos, José Luque, destaca que «con esta ralentización de las reservas las estimaciones para los meses venideros nos obligan a ser prudentes, aún así deseamos que se confirme una temporada estival buena para todo el sector». Esta patronal insiste en que «las previsiones para los próximos meses son inciertas por el enfriamiento de las reservas del mercado nacional».
Eso sí, los turistas que han elegido la Costa del Sol han mostrado preferencia por algunas zonas de este destino. Concretamente, desde Aehcos apuntan que serán Benalmádena y Torremolinos los municipios más demandados con ocupaciones del 97,5% y del 90,3%, respectivamente, así como Frigiliana-Torrox y Málaga capital con más del 86% de las habitaciones ya vendidas.
Asimismo, Juan Cubo, vicepresidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (Avva-Pro), coincide en los buenos pronósticos de los hoteleros y asegura que las reservas ya están por encima del 80% y que con las contrataciones de última hora, sobre todo de viajeros españoles, se puede llegar al 90%. «Esperamos cerrar un mejor verano, con más ingresos pero con prácticamente la misma gente. El turista que nos visita está dispuesto a venir a nuestro destino incluso pagando más», afirma para explicar que los precios de los inmuebles vacacionales han crecido más fuera de los meses de temporada alta y que prevén un crecimiento medio interanual del 13%. Una cifra en la que matiza que mientras en marzo y en abril las tarifas llegaron a subir entre un 25 y un 30%, en julio y agosto la variación del coste del alojamiento no ha ido más allá del 5%. «Esta evolución es muy importante porque apunta a una ruptura de la estacionalidad, lo que contribuye a un mejor reparto de turistas a lo largo del año y, con ello, una menor saturación de viajeros en los meses álgidos», sentencia.
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Fortaleza internacional
Respecto al pasado julio, Cubo señala que ha sido muy parecido al del año anterior. «En la primera quincena, incluso, algo por debajo, pero la segunda ha compensado para cerrar con un 80%, que es un nivel mejor que en 2023», precisa, para añadir que la estancia media en las viviendas turísticas ha sido de cuatro días, mientras que en las ubicadas en el entorno rural se ha llegado a las ocho jornadas.
En el interior de la provincia también notan la fortaleza de la demanda. La empresa malagueña Ruraldays prevé superar el 86,6% de las reservas ya cerradas y rozar ese 90%, recordando que en agosto de 2023 registraron una ocupación del 84,8%. Félix Zea, Ceo de Ruralidays, afirma que «estamos muy satisfechos con los datos de este año y confiamos en que aún creceremos, en Málaga, hasta el 89% a lo largo del mes de agosto con las reservas de última hora. Son datos muy halagüeños para el sector, siendo conscientes de que la oferta ha crecido considerablemente durante los cuatro últimos años. La demanda de este tipo de alojamientos es fuerte, el turismo rural en nuestra provincia sigue gozando de muy buena salud». Además, aporta detalles de que el precio por persona y noche es de 42,72 euros, un 4,89% más que en 2023, y que el viajero permanece una media de siete noches, con un ligero aumento en la duración de la estancia y en la composición familiar.
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Sobre los principales emisores, explica que el 23% es turismo nacional y el resto es de fuera de nuestras fronteras con una marcada prevalencia de franceses, británicos, belgas y ciudadanos de los Países Bajos.
En el sector de la restauración están también preparados para el mejor mes del año. Desde Mahos aseguran que el dinamismo de la segunda quincena de julio, muy diferente a la primera parte del mes pasado, anticipa un mes de agosto que «esperamos que sea bueno en términos de facturación y, sobre todo, de empleo generado», señala Javier Frutos, presidente de Mahos. Asimismo, advierte de que julio ha tenido en general dos partes bien diferenciadas, con una primera quincena en la que la actividad en la hostelería ha estado algo más contenida. Esa misma radiografía comparte la patronal de empresarios de playas, que preside Manuel Villafaina, que, pese a todo, recalca que las «previsiones son buenas».
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En las agencias de viajes apuestan también por la prudencia y se abonan a la incertidumbre, tras un mes de julio que tachan de «muy raro», con un comportamiento muy diferente al primer semestre en el que consideran que «se ha trabajado mucho mejor que en estos de plena temporada». De hecho, el presidente de este sector, Sergio García, muestra sus ganas de centrarse ya en las reservas de otoño e invierno.
Los empresarios del sector del alojamiento o de la restauración coinciden en que julio ha tenido un comportamiento poco convencional, con un valle importante en la primera quincena y unos picos en la parte final que inspiran confianza para este agosto, pero a la vez siembran incertidumbres. Desde Aehcos reconocen que al final julio se ha saldado mejorando los resultados del pasado año. Concretamente, han crecido en dos puntos al registrar unos niveles de ocupación del 86,66%, frente al 84,63% con que cerraron en 2023, un año que es el mejor de la historia del turismo malagueño.
«Estamos satisfechos con este cierre de julio en el que ha sido clave el turismo internacional, que ha representado el 70% de los visitantes», detalla, para explicar que se ha notado cierta desaceleración de la demanda a finales de mes y para este agosto por el enfriamiento de la demanda nacional. «El crecimiento experimentado reconforta al sector, pero tenemos cierta preocupación por la evolución del mercado español en el que se ha notado un parón. Aún así deseamos que se confirme un buen verano», recalcan. Cabe recordar que en las últimas temporadas altas el turista español ha sido clave.
Es más apelan a la prudencia y dentro de ésta han enmarcado sus previsiones de cara al mes de septiembre para el que esperan que los turistas ocupen el 82,8% de las habitaciones.
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