La Costa, a falta de instrucciones del Gobierno, está preparada para mantener las distancias de seguridad en las playas

Es pronto para pensar en ir a la playa, pero la vuelta a disfrutar del mar no será como antes después de la crisis del Covid-19. Como en el resto de sectores turísticos, existe una gran preocupación por conocer las actuaciones que se tendrán que llevar a cabo una vez que se levante el confinamiento y se vaya retomando la nueva normalidad, en la que ya empresarios y turistas tienen conciencia de nada volverá a ser igual. Atrás quedarán las aglomeraciones de sombrillas fila tras fila desde el borde del mar. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ya declaró en una entrevista al País publicada el pasado domingo que «habrá que guardar la distancia un tiempo, hasta en la playa», sin precisar más si será durante todo el verano ni de qué manera. Maroto dijo que «no descarta que se tengan que adoptar restricciones como mantener el distanciamiento físico en los lugares de mayor afluencia turística, hasta en la playa», matizando además que esta industria será de las últimas en superar la crisis. También insistió en que «Lo que tenemos es que dar seguridad, y certeza, de que los destinos, España, Europa, son destinos seguros para recuperar, ir recuperando paulatinamente ese volumen de turistas que antes de la crisis sanitaria confiaba en España, en Europa, como destino prioritario, y que tenemos que volver a posicionarnos, como líderes que somos, en ese ámbito».

Aunque en Italia ya han surgido sistemas para llevar a cabo este mecanismo de protección a base de mamparas transparentes, la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del Sol, que preside Manuel Villafaina, está a la espera de que el Gobierno establezca el protocolo de seguridad. «No nos han dicho nada. No hay ninguna instrucción más que la declaración de mantener las distancias que nosotros acataremos sin ningún problema. La seguridad será una prioridad para el sector y haremos lo que nos digan. Estamos preparados, pero hasta ahora no nos han comunicado absolutamente nada porque no se sabe cuándo se van a abrir las playas ni si habrá gente en ellas», dice Villafaina, que matiza que ya han planteado algunas medidas.

Entre ellas señala que están dispuestos a eliminar las hamacas y las sombrillas que hagan falta para evitar el contagio del Covid-19, tal y como ya han establecido un sistema para evitar que las cartas de los chiringuitos pasen de mano a mano. Cuando la crisis sanitaria pase la oferta de platos del establecimiento le llegará a los comensales a sus móviles para pedir ya directamente a los camareros, que irán con mascarilla y guantes. Previamente antes de acceder al establecimiento, los clientes desinfectarán sus manos con gel de alcohol y al cerrar el chiringuito cada día se hará lo mismo con lejía en las mesas y las sillas. «Insisto en que la seguridad es prioridad y vamos a hacer todo lo necesario, pero lo que se necesitan son test masivos para tener controlada la situación sanitaria de todo el mundo», afirma Villafaina.

De hecho, en la reunión de ayer de la Comisión Permanente de Turismo el tema de la seguridad monopolizó prácticamente el encuentro. Todo ello después de que el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, instara al Gobierno a diseñar un plan nacional de seguridad en el turismo para que el viajero se sienta seguro en todos los destinos durante sus vacaciones. «No puede ser que en cada comunidad se establezcan diferentes actuaciones para garantizar la seguridad de los turistas».

Marín recordó, en declaraciones a SUR, que hay sistemas que ya están funcionando en otros países como Corea del Sur donde en el móvil, a través de un código QR, puede tener una especie de pasaporte que garantiza que no eres portador del virus o que estás inmunizado. Hay también sistemas de inhibidores para establecimientos hoteleros y de restauración. «Lo que creemos es que tenemos que ir a un destino seguro en materia sanitaria porque el modelo ha cambiado y el turista busca seguridad. Vamos a incidir mucho en el desarrollo de este tipo de sistemas y en que se arbitre un protocolo de seguridad global para todo el país. Tienen que implantarse criterios a nivel nacional».