Andalucía no ha crecido en turistas este verano y ha seguido perdiendo viajeros españoles, pero estos datos pasan a un segundo plano generando incluso más satisfacción que la hasta ahora lógica preocupación porque la comunidad ha salvado los meses más importantes del año con más ... ingresos y con más empleo, incluso, con crecimientos por encima de la media nacional. De esta manera el consejero de Turismo de la Junta, Arturo Bernal, ha sacado pecho de una temporada alta que constata que la región avanza a pasos firmes contra la desestacionalización y que evidencia un mejor reparto de turistas en el tiempo y en el territorio. En una comparecencia en el pleno del Parlamento andaluz, Bernal avanza que «el primer balance de la temporada alta es que el modelo turístico de Andalucía funciona porque crecemos más en empleo y en ingresos de lo que lo hacemos en turista y eso es clave para cuadrar la variable social. Hablamos de buenas noticias en estacionalidad, en pernoctaciones y en el gasto en el destino de los viajeros en mayor medida fuera de los meses más fuertes y que más tensionan los territorios». Y destaca que los datos matan cualquier relato en contra del turismo. En este sentido, ha señalado que los hoteles de las provincias andaluzas han recibido 4,2 millones de viajeros en julio y agosto, que han generado 14,1 millones de estancias, es decir, un descenso del 3,5 % de turistas y un 0,5% más de pernoctaciones. «Menos turistas que permanecen más en el destino y gastan más es la gran noticia. Es el cambio de tendencia que esperábamos y que acaba con el turismo de masas. No hemos perdido turistas en el cómputo del año, pero sí en los meses más tensionados», ha precisado Bernal, que también resta importancia al constante descenso de viajeros españoles.
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El consejero advierte de que Andalucía no ha perdido cuota de mercado en el turismo nacional y que las bajadas continuadas responden a una adaptación tras el impacto de la pandemia en que el viajero español se concentró en la región y que ahora se balancea hacia la posición más natural de que el 60% de los turistas son extranjeros y el 40% restante es nacional. «Crecemos en turismo internacional más en los meses en que más falta nos hace, fuera de la temporada de verano», explica para precisar que Andalucía recibió hasta agosto 9,3 millones de turistas extranjeros que dejaron un gasto de 12.600 millones de euros, 2.200 más que en el mismo periodo del año pasado.
Pero además, Bernal pone el foco en que también se ha conseguido trasvasar turistas de las zonas con mayor tensión del litoral hacia provincias del interior, en las que asegura que han crecido más en julio y agosto. Como ejemplo ha puesto los aumentos registrados en Jaén y Granada, frente a descenso en destinos claves como la Costa del Sol. Y recalca como otro logro la expectativa de crecer un 3% en turistas este año cuando el empleo aumenta a razón del 3,5% y con una mayor calidad al reducirse la temporalidad del 40% en 2019 a un 13,5%. «Son ya 480.900 los ocupados en turismo en Andalucía que es la mayor cifra alcanzada jamás. El tirón del sector supone un 12,3% de los trabajadores andaluces viven del turismo», detalla.
El otro gran éxito expuesto por Bernal es el de que los viajeros que han elegido la Comunidad gastan una media de 170 euros al día en agosto, un 9% más, es decir, 14 euros más. Una cifra que ha supuesto una subida mayor que la media nacional. En resumen, relata: «Menos turistas, aunque con más estancias, que generan menos tensión con una mayor aceptación y reconocimiento de esta industria».
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En el debate, y en las intervenciones de los partidos de la oposición Adelante Andalucía, Por Andalucía, PSOE y Vox han cuestionado que el descenso de viajeros en julio y agosto se venda hasta como un éxito, y han puesto sobre la mesa la discutida tasa turística y la polémica habitual sobre las viviendas turísticas, así como el impacto de esta actividad en el aumento de los precios tanto para la compra como para el alquiler.
María Isabel Mora Grande, de Adelante Andalucía, reprocha a Bernal que sigue sin hacer balance del coste social del turismo y advierte de que crece el número de andaluces que ya no pueden tomar vacaciones. Criticando que «precisamente ahora que acaba el verano es cuando vuelven las restricciones de agua para todos los residentes. No hacen falta más turistas, hace falta arreglar los problemas del turismo». Asunto al que también ha hecho referencia Esperanza Gómez, de Por Andalucía, que con una gran carga de ironía recrimina al consejero que «haya considerado buena la campaña turística pese al descenso de turistas» para poner de manifiesto que «crece el malestar en la Comunidad porque el turismo tiene un impacto directo y no para bien».
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Por su parte, Isabel Aguilera Gamero, del PSOE, pide que «no sólo miren los dígitos, sino las caras de los empleados, de los alcaldes, de los visitantes y de los vecinos. El turismo es un pilar de nuestra economía, pero viene con una gran responsabilidad la de engrandecer nuestra historia. El desafío no es traer más turistas ni que gasten más, sino gestionarlo mejor y preservar la esencia de lo que nos hace únicos».
Además, Antonio Sevilla Rodríguez, de Vox, insta a que no se establezca ningún impuesto al turismo e insta al consejero a «controlar los datos del sector y el descenso registrado este verano».
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