Cuando en 2016 la Junta de Andalucía reguló la actividad de las viviendas turísticas, en Málaga comenzaron a proliferar pisos vacacionales a la par que ... surgían las críticas de que este sector de alojamiento sólo traería turistas de mochila y con poca capacidad de gasto en el destino. Con el paso de los años, esta oferta se ha ido diversificando, siendo en la actualidad clave ante el auge de los nómadas digitales, energéticos y para quienes se desplazan a la capital de forma temporal por motivos de trabajo, en consonancia al cada vez mayor desembarco de importantes tecnológicas en la ciudad. Y además en este tiempo ha ido conformando una oferta que hasta ahora no existía: la de viviendas de lujo y villas exclusivas por las que se pagan ya más de mil euros la noche y hasta 4.000, según explica el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVV-Pro), Carlos Pérez-Lanzac.
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«En la ciudad de Málaga empieza a haber esa demanda de alto nivel y el sector comienza a dar respuesta. Aún es minoritaria, pero están creciendo con fuerza los inmuebles que se diseñan para este cliente de alto poder adquisitivo», advierte. Es más, explica que la oferta de villas por las que en la capital malagueña se están pagando hasta 4.000 euros la noche ya no es exclusiva de Marbella. «En Málaga tenemos ya alternativas para este exclusivo visitante y con el auge de la ciudad consideramos que hay un recorrido mayor para la oferta de lujo». En la Malagueta, áticos en zonas como la plaza de Félix Sáenz o de la Constitución, o cerca de la playa como en la avenida de Reding o Pintor Sorolla, así como en la zona de Monte de San Antón y el Limonar se concentran estas viviendas de lujo a precios que pocos se pueden permitir.
Es el caso de un ático situado frente al mar en Pintor Sorolla que cuenta con cuatro habitaciones, salón con cocina, gimnasio y zona de juegos que se alquila por encima de los mil euros por noche, según explica Marta Rodríguez, de Caleta Homes, encargada de gestionar este y otros inmuebles de alquiler vacacional. Sobre los clientes que recibe señala a familias o directivos y profesionales que tienen un alto poder adquisitivo, a los que en este tipo de viviendas se les ofrece también servicios de recepción, conserjería o chef privado.
En la zona más alta se encuentra también la finca Huerta del Conde, de ocho hectáreas, un manantial árabe, con seis habitaciones, siete baños, cinco chimeneas, biblioteca, salón, patio andaluz y marco para rodajes de varias series de Netflix y A3 Media. Su propietario, Alejandro Rodiles, detalla todo el proceso de transformación de esta finca hasta pasar de ser su casa familiar y sede diplomática a una vivienda 'premium', en la que asegura se ha llegado a pagar 4.500 euros por noche. «Es un proyecto personal y creo que una nueva y buena alternativa para el turismo de lujo de la ciudad», afirma para señalar que los huéspedes suelen ser extranjeros que vienen por vacaciones para estancias de unos 15 a 20 días y que algunos han permanecido hasta dos meses. Sin duda, una nueva oferta que atrae a un nuevo viajero vacacional.
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