Pilar Martínez
Martes, 2 de mayo 2017, 00:35
Los cambios en la forma de viajar abren nuevas oportunidades en el gigante asiático para destinos como los andaluces, una región que incluyen los turistas chinos en el 90% de los viajes que realizan a España. Esta transformación facilita la conquista de este mercado, en el que las zonas turísticas españolas tienen aún mucho recorrido. Basta señalar que España viene a recibir poco más de 300.000 viajeros chinos al año, una cifra ridícula en relación a los 136 millones que viajaron en 2016 al extranjero. Agilizar los trámites para visados y contar con vuelos directos se convierten en elementos claves para atraer a estos nuevos turistas chinos más independientes. Basta apuntar que Alemania tiene más de cien conexiones aéreas con este país asiático a la semana, o Francia y Reino Unido, que cuentan con unas 80 semanales. En España se cuentan con los dedos de las manos, y eso que este año se han abierto nuevas rutas.
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La apuesta por el turismo chino se materializó días atrás en Málaga cuando el hotel de cinco estrellas Vincci Posada del Patio se convirtió en el primero de la provincia en lucir el distintivo QSC, que otorga el Gobierno de China a los establecimientos que cumplen los estándares de calidad para atender a estos clientes.
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