Atrapados en Berlín

Mientras los pasillos de la Bolsa Internacional de Turismo (ITB) de Berlín y las mesas de trabajo estaban ayer vacías pese a ser la última jornada exclusiva para profesionales y tener en agenda cientos de citas de negocio, en los aeropuertos de Berlín y en las estaciones de trenes se respiraba el caos generado por la huelga de personal de tierra de las terminales aéreas de la capital alemana justo en la jornada de vuelta a casa de los miles de empresarios y responsables de las distintas administraciones desplazados a la ITB.

La cancelación masiva de vuelos provocó que los profesionales se quedaran atrapados en Berlín, con contadas oportunidades de volar desde esta ciudad. Los problemas para conseguir un billete de avión provocó la estampida de estos empresarios que ayer tenían previsto continuar con las citas de negocio y que tuvieron que suspender para buscar alternativas de viaje. El ambiente de la Messe, con las mesas y los pasillos vacíos hablaba por sí sólo del impacto de un conflicto laboral que se ha venido a sumar al de los controladores aéreos en Francia y a convertir la operación salida de la ITB en toda una odisea.

Basta recordar que esta feria es una de las dos grandes citas turísticas del mundo, la de mayor volumen de negocio y la que reúne desde el pasado miércoles a profesionales y autoridades del turismo de 187 países. Para hacerse una idea del volumen de viajeros que se han visto afectados por este conflicto, basta señalar que la muestra reúne a 10.000 expositores y 120.000 visitantes profesionales. Al margen de las delegaciones de las distintas administraciones, sólo en el expositor de Andalucía se han dado cita en este evento trescientos empresarios, que desde la tarde del jueves buscaban como locos cómo salir de Berlín.

Las compañías aéreas, con vuelos ya casi llenos por coincidir el fin de las tres jornadas de negocio de la ITB, no contaban con plazas para absorber a todos aquellos que de un día para otro vieron cómo su viaje era cancelado. La mayoría optó por buscar salida desde aeropuertos de otras ciudades alemanas, cuyos vuelos se llenaron en cuestión de horas. «Hasta el domingo es casi imposible», confirmaban desde una de las compañías que vuelan a la Costa del Sol.

En las estaciones de tren de Berlín las colas para sacar pasajes sorprendían a los mismos empleados, que pronto comprendieron que se habían convertido en la vía de escape de la vuelta de la ITB. Pronto comenzaron las dificultades para obtener plaza en los trenes. Algunos tuvieron que desplazarse en autobús y algunos otros en coches o furgonetas de alquiler. Es el caso del consejero de Turismo y de los responsables de la Junta que han participado en la ITB, que tuvieron que trasladarse en vehículo hasta la ciudad de Dresde, para desde allí volar a Francfort y después a Madrid, donde llegaron pasada la medianoche de ayer, lo que les obligó a hacer noche en la capital de España.

Los itinerarios de unos y de otros se convirtieron en el asunto de máximo interés ayer, entre otras cosas porque algunos eran increíbles. La situación se extendió a las redes sociales con el hastag #byBerlin, a través del cul los profesionales del sector contaron sus peripecias. A algunos de ellos que no les quedó más opción que viajar hasta Praga en coche, para tomar desde la capital de la República Checa un vuelo a Varsovia y desde allí a Málaga. Otros consideraron más rentable demorar la vuelta hasta el domingo e, incluso, el lunes.

Con todo ello, la Messe mostraba ayer una imagen impropia de la última jornada de negocio. Hoy será el público general el que tome este recinto ferial en busca de sus vacaciones ideales. Para atraer a estos clientes potenciales, la Consejería de Turismo ha organizado una serie de actividades, con actuaciones incluidas, en el expositor de la región, que cuenta para ella con un gran escenario. La organización de la ITB espera superar las 60.000 visitas de alemanes con las que cerró el fin de semana del pasado año.