Yasmina Carrascal (Vodafone): «Necesitamos que la tecnología refleje la diversidad del mundo»

Ella no se lo había pedido a Papá Noel ni a Sus Majestades de Oriente, pero considera «un regalo» su nueva responsabilidad en este centro tecnológico de Vodafone en Málaga como Principal Manager Software Engineering Incubator Pool. En su traslación aproximada al español, puede presentarse como directora del área de incubación de ingeniería de software de Vodafone en Málaga, que en una nueva traducción al lenguaje coloquial viene a ser la responsable de tender puentes entre la multinacional británica y el ecosistema tecnológico malagueño. Al fin y al cabo, ella iba para construir puentes.

Porque Yasmina Carrascal empezó ingeniería civil, pero la vida y la curiosidad le llevaron hacia el mundo de la tecnología. Y justo de su visión «muy optimista» del presente y del futuro de la mano de los avances tecnológicos piensa hablar este sábado como una de las ponentes más destacadas de la nueva edición del BiznagaFest, el evento organizado por Google Developer Groups Málaga (GDG) que espera reunir a más de 500 participantes en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Málaga (UMA). «Me gustaría reflexionar sobre cómo los humanos nos movemos como un péndulo entre el miedo y el deseo de abrazar las revoluciones», avanza Carrascal.

«Hay muchas referencias históricas -sigue- que explican cómo este tipo de revoluciones aumentan la rentabilidad y cómo los porcentajes de crecimiento son tremendamente positivos, porque, aunque se destruyen puestos de trabajo, se crean otros nuevos con mejores condiciones y si como humanos abrazamos ese cambio, al final aumentamos nuestra capacidad de vivir mejor». Y Carrascal lanza esa reflexión sin perder el hilo ni la sonrisa, de un tirón. Puro entusiasmo.

«Es que me encanta lo que hago…», desliza casi a modo de disculpa. Nacida en Bilbao en 1986, a los catorce años se mudó con su familia hasta Murcia en busca de cumplir su sueño de convertirse en tenista profesional. Ingresó en un centro de alto rendimiento: «Allí me estuve formando, pero entonces llegó la universidad, las lesiones…». Entonces, empezó ingeniería civil. «Quería hacer puentes, pero después, cuando entré en la universidad me desanimé un poco. No me vi. Luego hice Marketing y por casualidades de la vida empecé trabajando en 'startups' y consultoras hasta que hace ocho años llegué a Vodafone y fue como un 'match'. Entré como ingeniera de datos y luego me di cuenta de que lo que quería era liderar, crear unión entre los equipos y ejecutar misiones juntos y he ido creciendo dentro de la compañía», brinda esta amante del surf y otros deportes más de secano.

En plena búsqueda de piso en Málaga («Me han dicho que está la cosa curiosa…», comparte con cautela), Carrascal va planeando su aterrizaje desde Madrid con un horizonte bien claro: «Vodafone apuesta por Málaga y por el talento malagueño para formar parte de nuestro equipo. Por eso queremos plantear una manera diferente de encontrar talento. Vamos a intentar conectar con universidades, 'bootcamps' (cursos intensivos de formación tecnológica), ONG… para crear un ecosistema que nos provea de talento y mi papel y el de mi equipo es servir de puente a todo este ecosistema que queremos ayudar a construir».

En esa creación y captación de talento, Carrascal tiene puesta la proa en la brecha de género en el sector tecnológico: «Es necesario el talento femenino dentro de la tecnología. Es muy necesario… Estamos en el 23% y eso hay que cambiarlo. Se habla mucho de cómo se puede mejorar esto de cara al futuro a través de la educación, pero creo que se pueden hacer muchas cosas desde el presente. Las empresas tecnológicas tenemos que animar a las mujeres que estén buscando un nuevo rumbo profesional, igual que yo lo hice. Animarlas a que sigan ese camino a través de la educación y de la colaboración entre las empresas».

«Las mujeres -abrocha Carrascal- en ocasiones sentimos ese síndrome del impostor o esa tendencia a pensar que no podemos con determinadas cosas, pero a mí me apasiona motivar a esas mujeres que quieren cambiar y que quieren ser parte de la tecnología, porque las necesitamos. Necesitamos mujeres de todo tipo, de todas las edades; si no, la tecnología va a ser cosa de hombres y va a reflejar una sociedad masculina. Necesitamos mujeres… Y ya no sólo mujeres… Necesitamos que la tecnología refleje la diversidad del mundo».

Y en ese afán, Carrascal prefiere hablar de «competitividad» antes que de «tensión» en el mercado laboral tecnológico. «Sí que existe mucha competencia por captar perfiles muy concretos como ingenieros de Cloud, por ejemplo. En nuestro caso, intentamos diferenciarnos a través de la cultura de nuestra empresa. Tenemos un propósito de crear una sociedad más inclusiva, más conectada y más sostenible y creo, sinceramente, que nuestro valor diferencial es nuestra cultura de empresa y cómo cuidamos a los empleados», sostiene, barriendo un poco para casa.

Al fin y al cabo, la multinacional de base británica desembarcó en Málaga con el objetivo de crear 600 puestos de trabajo de alta cualificación. «Ya somos 265 empleados y creciendo», apuntilla Carrascal, ejemplo de ese crecimiento que le ha llevado hasta el 'hub' de Vodafone en Málaga. Un «regalo» que va abriendo poco a poco, como su participación este sábado en el BiznagaFest, mientras busca piso en la ciudad con el objetivo de instalarse a principios de 2023. Año nuevo, vida nueva.