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Con el Centro de Ciberseguridad de Andalucía y el Centro de Ingeniería de Seguridad de Google ya en cuenta atrás (el primero abrirá en enero de 2023 y el segundo, después del verano), Málaga acaricia el objetivo de convertirse en un polo 'ciber' de alcance europeo. En este momento decisivo, hay un reto que preocupa y ocupa a todos los jugadores de este tablero: encontrar a los profesionales que van a trabajar en esta industria. Tanto grandes empresas como Telefónica o la mencionada Google como instituciones públicas -Universidad, Ayuntamiento o Junta- están implicadas para superar este desafío. Así quedó patente en el encuentro organizado ayer por SUR en colaboración con Telefónica, bajo el título 'Ciberseguridad: retos y oportunidades', en el que participaron Sergio de los Santos, responsable de Innovación y Laboratorio en Telefónica CyberSecurity & Cloud Tech; Raúl Jiménez, director gerente de la Agencia Digital de Andalucía (ADA); e Inés Temes, responsable del Área de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica.
Cada poco tiempo se populariza alguna cifra apabullante sobre la escasez de profesionales que aqueja al sector de la ciberseguridad. Hace dos días, la Organización Europea de Ciberseguridad alertaba de que la UE necesita 500.000 profesionales expertos en combatir el cibercrimen para este mismo año. Y en España el Instituto Nacional de Ciberseguridad afirma que hacia 2024 la demanda de talento doblará la oferta. Los expertos convocados por SUR reconocieron este problema, aunque insistieron en la necesidad de 'aterrizar' esos objetivos tan abultados, puesto que no todos los profesionales que van a necesitarse son 'hackers'. El sector necesita perfiles diversos: «desde el comercial capaz de entender bien el producto de un fabricante y casarlo con las necesidades de una pyme hasta el 'pentester', el CISO (chief information security officer), el 'threadhunter', pero también matemáticos, abogados... Hay oportunidades para muchas personas», explicó De los Santos. «Cuando se dice que harán falta 300.000 expertos en ciberseguridad, se está dejando fuera a gente que puede participar de este sector desde otros perfiles no técnicos», apuntó Jiménez.
Los tres expertos destacaron la necesidad de formar a nuevos profesionales a través de diferentes vías para atender a esa diversidad de perfiles. «Tenemos que acelerar en dar al mercado laboral lo que necesita, formando perfiles que realmente sean capaces de adaptarse a lo que viene», afirmaba Inés Temes, que destacó cómo 42 Málaga, el campus de programación gratuito impulsado entre esta compañía y el Ayuntamiento, ha adaptado su oferta formativa para acompañar la especialización de Málaga en ciberseguridad. «Hemos creado un 'bootcamp' específico de ciberseguridad para dar respuesta a las necesidades del mercado laboral», explicó Temes. En esta oferta formativa son muy importantes las 'soft skills': trabajo en equipo, capacidad de adaptación y aprendizaje continuo.
Jiménez, por su parte, anunció que la Junta se plantea, dentro de su Estrategia de Ciberseguridad de Andalucía, lanzar cursos de formación que permitan acceder al sector a personas desempleadas. «Huiremos de los típicos cursos rápidos de 40 horas de los que no se sale capacitado; hablamos de cursos más amplios, con cierta carga, y muy dirigidos a cubrir parte de las tareas que se deben realizar en el ámbito de la ciberseguridad». Todo esto sin olvidar, claro está, el papel crucial de la Universidad de Málaga, que ya tiene un máster especializado y prepara el lanzamiento de un grado de ciberseguridad e inteligencia artificial.
En este sentido, destaca el esfuerzo de instituciones como 42 para atraer a mujeres hacia esta profesión en auge. La escuela de programación impulsada por Telefónica desarrolla acciones específicas para vencer esa barrera que parece separar al colectivo femenino de las profesiones tecnológicas. «Hay que cambiar estereotipos y crear referentes y entornos de confianza», ha señalado Inés Temes. «La ciberseguridad estaba estigmatizada y se ha desestigmatizado; ahora hay que desmasculinizarla», ha añadido De los Santos.
Los protagonistas del coloquio destacaron el «momento dulce» que vive la ciudad en el ámbito de la tecnología y la ciberseguridad en particular y descartaron que sea una moda, pues es fruto de «muchos años de trabajo» y de unos atractivos objetivos que tiene Málaga: clima, aeropuerto, calidad de vida y una Universidad que es cantera de ingenieros. «Creo que todavía no somos conscientes de que esto de la ciberseguridad que sigue pareciendo algo muy especializado, va a ser una de las grandes industrias de Málaga hacia el mundo», reflexionaba Raúl Jiménez. «Málaga es un foco de atracción de talento e innovación. Está claramente posicionada en el mapa europeo», confirmaba la representante de Telefónica.
Pero para que el auge actual no se desinfle, hay que «hacer que sea sostenible», advirtieron De los Santos y Jiménez, señalando desde el aspecto ya destacado de la mano de obra hasta otros efectos colaterales del boom tecnológico como la vivienda, las oficinas o la movilidad. «Tenemos que planificar bien el futuro, mantener un equilibrio y pensar más allá de la ciudad, hacia el área metropolitana o incluso a provincias vecinas como Granada», apuntó el director gerente de la ADA.
Los expertos señalan que la apuesta por la formación en ciberseguridad no debe limitarse a esa necesidad de formar profesionales, sino que debe extenderse a toda la sociedad para combatir el cibercrimen, ya que los ciudadanos y las empresas -especialmente las pymes- se han convertido en el objetivo preferido de una «industria del cibercrimen» que se ha profesionalizado. «Ante esta embestida de las mafias, que han evolucionado más rápido que la industria de la ciberseguridad legítima, nos hemos quedado atrás. Hemos evolucionado, pero ellos más porque no siguen reglas y son muy innovadores. Han encontrado un nicho de mercado en la extorsión de las empresas, y no lo van a soltar a corto plazo», ha advertido De los Santos.
«Al ciudadano la digitalización le ha arrollado. A través del móvil hemos digitalizado nuestra vida social y profesional y no hemos llegado a entender el peligro que supone. Todavía no hemos llegado a ese punto deseado en el que la tecnología nos protegerá de forma transparente, sin ningún esfuerzo por nuestra parte. Hasta ese momento, o formas parte de la solución o del problema. Porque si el usuario es despreocupado no es solo problema suyo: ese usuario trabaja en una empresa y su despreocupación va a tener un impacto ahí también», ha argumentado el responsable de Innovación y Laboratorio en Telefónica CyberSecurity & Cloud Tech.
Concienciación y formación deben ir de la mano. «Concienciar sin formar es meter miedo. Hace falta una concienciación eficaz, con ayuda de la tecnología», ha explicado De los Santos. En este sentido, la Estrategia de Ciberseguridad de Andalucía que acaba de aprobar la Junta contempla diferentes acciones formativas en función del público: desde dibujos animados para enseñar los conceptos básicos a los alumnos de primaria hasta un asistente de voz para personas mayores, pasando por consultorías para ayudar a las pymes a detectar sus necesidades y a buscar los recursos y la financiación para armarse frente al cibercrimen. En opinión de los expertos, es prioritario ayudar a las pymes a entender, antes de que sea demasiado tarde para ellas, de que pueden ser objetivo de los ciberdelincuentes; así como ayudarlas a protegerse de manera sencilla y asequible.
De los Santos ha concluido: «Hay una industria muy profesionalizada que está dispuesta a aprovechar ese hueco que deja la digitalización para sacar provecho. Tenemos que ser conscientes de eso. Hemos confiado demasiado en que la tecnología nos protegerá de ella misma y eso no es así todavía. Entre todos tenemos que investigar, innovar y seguir empujando para que eso ocurra algún día».
El Centro de Ciberseguridad de Andalucía abrirá sus puertas en enero en el Palmeral de las Sorpresas, según ha confirmado el director gerente de la Agencia Digital de Andalucía (ADA), Raúl Jiménez, que ha explicado que este centro tendrá dos partes: la planta de arriba será el SOC (Security Operations Center) de las administraciones públicas de Andalucía y la planta baja será un «centro de encuentro para emprendedores de ciberseguridad, al estilo del Polo de Contenidos Digitales».
«Lo que buscamos es especializar a Andalucía en el desarrollo de la ciberseguridad ligada a Internet de las Cosas», ha afirmado Jiménez. «Es una tecnología que va a tener un gran auge, todos tenemos ya dispositivos conectados pero el número se va a multiplicar exponencialmente y tiene que hacerse de manera segura. Queremos que esa sea la especialización de Málaga y Andalucía; y será el 'core' de este centro de innovación abierta en el que potenciaremos todas las sinergias existentes en Málaga con la industria 'ciber': Google, 42, Málaga TechPark, la Universidad…», ha enumerado el representante de la agencia pública andaluza, que ha destacado como objetivo de este Centro de Ciberseguridad de Andalucía «crear un caldo de cultivo adecuado para potenciar la industria 'ciber' que ya está posicionada: que se creen nuevas empresas, nuevos emprendedores y nuevas soluciones innovadoras».
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