Secciones
Servicios
Destacamos
soledad antelada
Domingo, 15 de marzo 2020, 00:59
¿Estamos preparados para una ciberpandemia global? Más del 50% de la población mundial está conectada a Internet, aproximadamente un millón de personas se conectan por primera vez cada día y dos tercios de la población mundial poseen un dispositivo móvil. En estos días ... el tráfico en Internet se ha convertido en algo muy jugoso, dado que la mayoría de las empresas no tienen un marco de seguridad preparado como para mandar todo el mundo a casa a teletrabajar de un día para el otro. Dado que los ingresos, las ganancias y la reputación de las principales empresas están en juego, la infraestructura crítica está expuesta y los estados nacionales están en guerra cibernética entre sí, el riesgo nunca ha sido tan alto.
Todos estamos ya en mayor o menor medida familiarizados con el alcance de la amenaza cibernética que enfrenta nuestro país. Pero, ¿por qué nos tendría que preocupar una posible pandemia cibernética mundial? A pesar de nuestros mejores esfuerzos, definitivamente tendemos a subestimar la gravedad y también la probabilidad de los riesgos. Como sociedad, nuestro modus operandi en general es siempre reaccionar después de una crisis o calamidad. No prevemos porque no lo vemos. Esto no tendría que ser así necesariamente, ya que somos perfectamente capaces de anticipar amenazas y reaccionar de forma proactiva.
La lista de posibles escenarios de desastres cibernéticos es bastante larga e incluso algunos ya han pasado en mayor o menor medida. Recordemos que no todo lo que pasa se hace público. Sistemas financieros colapsados, bases de datos de organismos oficiales corruptas, sistemas de salud secuestrados de forma masiva, sistemas de emergencia parados, fallos en aduanas y controles de inmigración, la red eléctrica, etcétera. El comercio minorista y el sistema de salud serían los más afectados en un caso de un ataque 'ransomware' global a escala masivo nunca antes visto, seguidos por la industria de la manufactura. El coste global del delito cibernético hoy en día ha alcanzado los 600.000 millones de dólares , aproximadamente el 0,8% del PIB mundial, y sigue creciendo cada vez más rápido.
La respuesta a la inseguridad o las amenazas de ciberseguridad debe incluir no solo al gobierno, sino también a todos los sectores de la población que confían y disfrutan del ciberespacio, es decir, todos nosotros. Especialmente en estos días de cuarentenas , teletrabajo e incertidumbre es más importante que nunca tomar precauciones.
A pesar de los esfuerzos internacionales para sofocar el coronavirus, la Organización Mundial de la Salud recientemente lo clasificó como una pandemia mundial; conforme el virus se expande, el mundo se está apoyando en la tecnología (más incluso) para seguir funcionando. Siendo la tecnología tan necesaria en estos momentos para teleconferencias, acceso a la información y cibersocialización durante una pandemia global, está tanto en el centro de atención como bajo más presión que nunca. La tecnología no está inmune.
Los estafadores en línea están tratando de explotar esta incertidumbre registrando nombres de dominio relacionados con el virus y lanzando ataques de 'phishing' con esta temática. Se está tratando de atraer a las personas vulnerables a hacer clic en los enlaces para obtener más información sobre el virus haciéndose pasar por una organización médica o de salud legítima.
Hay que pensárselo dos o tres veces si hace falta al abrir correos electrónicos y archivos recibidos de remitentes desconocidos, además de también tener cuidado con los dominios similares que son sitios web falsos. Cualquier cosa que aumente el miedo y la ansiedad es una bendición para los 'scammers', y eso es lo que hace que la actual pandemia de coronavirus sea el mejor momento para los ciberdelincuentes. Los correos electrónicos de 'phishing' son el método de ataque más fácil que tienen ahora mismo.
Otro método de más fácil explotación ahora que hay mucha más gente trabajando de desde distintas redes remotas conectándose a otras redes remotas es el espionaje de todo tráfico en red que no esté encriptado. Este tráfico se puede ‘esnifar’ para obtener todo tipo de información como credenciales, datos y hasta conversaciones enteras. Para evitar esto es importante asegurarse que se está accediendo remotamente mediante protocolos de acceso a redes que implementan encriptación o directamente conectándose a una VPN o red privada virtual que aporta una capa de seguridad sobre cualquier red pública. A su vez, las zonas 'wifi' en cafeterías, bibliotecas, aeropuertos, hoteles, universidades y otros lugares públicos son convenientes, pero a menudo no son seguras. Si te conectas a una red 'wifi' y envías información a través de sitios web o aplicaciones móviles, alguien más podría acceder a esa información.
El mundo está convulso. Parece que las las rutinas valen cada vez menos y la flexibilidad y adaptación es tendencia. Esto tiene una gran ventaja: te entrena para ver la solución a los problemas más rápido, fijándote en lo que realmente importa y aplicando un pragmatismo que se traduce en eficacia. Nos hace más listos y menos acomodados. Lo vamos a necesitar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.