Le gusta comparar su papel con el de un catalizador, casi en el sentido químico de la palabra, porque considera que su función y la de la institución que ahora comanda debe consistir en representar el componente necesario para que una reacción se produzca. En ... este caso, la metáfora tiene que ver con la Fundación Instituto Ricardo Valle (Innova IRV) y con las enormes expectativas que ha generado la institución que cumple un año como gran alianza entre los gigantes del sector tecnológico y las principales instituciones andaluzas para impulsar la transformación digital. Con ese ambicioso cometido llega José Manuel Leceta a la dirección general de Innova IRV como relevo de Francisca Rubio, que apenas estuvo menos de seis meses en el cargo.
Publicidad
- ¿Qué le llevó a presentar sus credenciales para ocupar la dirección general de Innova IRV?
- Estoy muy comprometido con la formación y el emprendimiento, es algo que me apasiona y creo que quien entiende las dinámicas que significan cambio y que significan valor entiende mejor el mundo. Soy muy inquieto por naturaleza y me gusta la magia de ver cómo las ideas se convierten en realidad. Es un gran proyecto el que aquí se plantea, porque hay carencias en el sistema nacional de innovación y creo que hay que escuchar a los empresarios y a los emprendedores. Este proyecto nace del impulso y de la visión de empresarios y de un parque tecnológico con mucha tradición de innovación, donde al mismo tiempo hay una cultura de innovación abierta al mundo. Me encanta el proyecto y me gusta pensar que mi trayectoria y mi experiencia se pueden poner a funcionar aquí. Me voy a volcar, porque me parece que este proyecto es muy necesario y está muy bien diseñado.
- En su presentación, Innova IRV destacó su experiencia en el entorno europeo, ¿cuáles serán las líneas estratégicas de su dirección?
- Hay que ser humildes. Un factor esencial del instituto es que se aborda desde la demanda. Hay muchos instrumentos de oferta y aquí se plantea una visión desde el mercado y desde las oportunidades. No puedo imaginar mejores manos que en las que está este instituto, porque todos los empresarios y las empresas son unos referentes. Eso es un milagro. Hay algo que se está produciendo en Málaga que es singular. No puedo hablar tanto de un plan estratégico como de la singularidad del instituto. En la dimensión internacional, conozco muy bien las políticas europeas y también de terceros países como China, Japón, India o Sudáfrica. Es un tema donde creo que puedo aportar bastante. Habrá también que organizar las distintas verticales del instituto. Queremos un instituto que trabaje de una manera ágil para aquilatar una cultura organizativa que nos permita escalar e ir a más.
- Y en ese ir a más, ¿cuál es, en su opinión, la principal fortaleza del ecosistema tecnológico malagueño?
- Me gusta señalar la relación que hay entre ecosistemas y agencias. Aquí el ecosistema sería Málaga TechPark y la agencia sería Innova. Aquí ya hay un alineamiento extraordinario. Otra cuestión, que ya he comentado, tiene que ver con el hecho de que el instituto parte de la demanda y de las necesidades de las propias empresas, al tiempo que tiene una clara vocación internacional, porque es un instituto que quiere desbordar las fronteras del localismo y contribuir a dinamizar el sistema nacional de innovación. Por todo eso, creo que hay factores diferenciales de la propuesta que se plantea aquí. Y creo que sobre esta base tenemos que construir.
Publicidad
- ¿Y la principal asignatura pendiente de la Málaga tecnológica?
- Algo que estoy contrastando es que hay una cultura de colaboración muy asentada. La innovación está en el aire. Es algo que quizá quien esté aquí no perciba, pero quien viene de fuera, como es mi caso, lo ve claro. Y, además, este es un ecosistema muy abierto. Necesitas el talento, pero también el talante, porque muchas veces las ideas más rupturistas vienen de contactos esporádicos y este es un destino internacional de gente que viene no sólo a trabajar, sino también a vivir.
- Pero le he preguntado las asignaturas pendientes y me está diciendo sólo los sobresalientes…
- (Ríe) Bueno, creo que un reto importante es presentar historias de éxito en un plazo razonable, porque la expectativa que se ha creado es grande y hay un trabajo impresionante ya hecho. Se han generado muy buenas ideas con la Universidad, se hizo un mapeo de todos los grupos de investigación que podían alinearse con el instituto. También se ha hecho una activación de proyectos con las empresas y hay un inventario de casi 60 proyectos identificados, de los que hay 11 en fase de ejecución. Creo que el primer año está muy bien aplicado, pero creo que un reto es identificar algún caso de éxito concreto que pueda presentarse este año. Son grandes las expectativas que se han creado y es importante, tanto para los que están como para los que quieran venir, presentar casos de éxito. Necesitamos generar una cultura del logro y, celebrando estos éxitos, buscar otros.
Publicidad
- Por concretar, su idea es presentar un proyecto concreto este mismo año.
- Sí, uno como mínimo. Ya está el proyecto del ciberescudo y vamos a estar ahí presentes. En 'Food tech', podemos tener un proyecto o quizá dos que podamos presentar este mismo año. También confío en la concurrencia competitiva entre las distintas verticales del Instituto para generar un porfolio equilibrado.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.