El eurodiputado popular Axel Voss, feliz tras aprobase la propuesta de reforma del derecho de autor. EFE

Europa pone coto al 'Far West digital' abanderado por los gigantes de Internet

Las reglas del mundo real llegarán a la red para proteger los derechos de autor obligando a Google o Facebook a pagar por servirse de contenidos

ADOLFO LORENTE

Domingo, 16 de septiembre 2018, 00:56

En esta Europa siempre conviene escuchar a Emmanuel Macron, la gran esperanza blanca. «Con este resultado defendemos la cultura y la creatividad europeas para poner fin al 'Far West digital'». El actual modelo de internet, donde impera la ley del más fuerte al dictado de ... los gigantes tecnológicos estadounidenses como Google o Facebook, parece tener los días contados. El miércoles, el Parlamento Europeo sentó las bases de la nueva directiva de propiedad intelectual (el copyright) que protegerá a autores, creadores o medios de comunicación de las garras del todo vale. Lograrán una «posición de fuerza» de la que ahora carecen, ya que la directiva vigente data de 2001. La prehistoria.

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Por un lado, permitirá a los editores de prensa poder cobrar por el uso de su información en agregadores de noticias, como 'Google News' (cerró en 2015 porque la ley española le obligaba a ello). Y, por el otro, obligará a plataformas como YouTube a controlar «a priori» que los contenidos que los usuarios suben son legales. Ahora el control y las posibles retiradas de contenido se hace a posteriori, cuando el daño ya está hecho.

La clave

  • 95.400 millones de dólares ingresó Google en 2017 (un 20% más), de los que algo más de 9.0

  • 32.750 millones de euros facturó Facebook el año pasado. De ellos, 12.800 millones fueron beneficios, un 56% más.

De aprobarse la directiva, YouTube deberá pagar una serie de licencias a los propietarios de los derechos. La gente, en ningún caso, deberá pagar nada. ¿Qué denuncian los usuarios? Que se establecerán filtros automáticos por parte de YouTube que harán que la «censura» se convierta en el día a día de la red. «Se trata de trasladar al entorno digital las reglas que ya existen en el mundo real. Hacer un Internet más justo», explican fuentes comunitarias a este periódico. Hacía muchísimo tiempo que la Eurocámara no vivía un debate tan duro. Han sido tales las presiones que algunos eurodiputados han denunciado amenazas de muerte.

«Se trata de trasladar al mundo digital las reglas del mundo real; de hacer un internet más justo»

comisión europea

«Lo creadores deben tener una retribución justa por el uso de sus contenidos y no migajas, como ahora»

Antonio Fernández, Presidente de Adepi

¿Qué es lo que realmente se ha aprobado? La confusión es enorme. ¿Puedo seguir colgando vídeos en YouTube? ¿Enlazar artículos de prensa en la cuenta de Twitter o Facebook? ¿Hacer un 'periscope' de un partido de la Liga o hacerme un 'selfi' en un concierto y colgarlo en Instagram? ¿Compartir parodias o meses estará prohibido? ¿Y Wikipedia? El ruido era esto. La Comisión y el Parlamento han tenido que aclarar, por ejemplo, que ni Wikipedia, ni los 'memes', ni las pequeñas plataformas se verán afectadas, que esta guerra va de otra cosa y tiene otros actores.

Aún no está aprobada

«¡Claro que todo eso se podrá hacer como hasta ahora! Todo forma parte de la campaña del miedo y la desinformación lanzada desde Estados Unidos», zanjan fuentes de la Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (Adepi). «Los gigantes tecnológicos deben comprometerse con la sociedad europea permitiendo que los creadores de contenidos, por cuya explotación comercial obtienen ingresos multimillonarios, reciban una retribución justa y no migajas, como viene sucediendo por la falta de retribución», explica su presidente, Antonio Fernández.

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«Se está desarrollando una actividad utilizando algo ajeno y la directiva pretende aclarar los derechos de los propietarios de esa 'materia prima', que es la base de su actividad», apostillas Javier Díaz de Olarte, director jurídico del Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro).

Para los detractores, no pocos y liderados por la eurodiputada del partido Pirata, Julia Reda, la «censura» será la nueva rutina. «El Parlamento ha decidido poner límites a la libertad de expresión. Es el fin de Internet tal y como lo conocemos», lamentó. «A mí me da miedo, sinceramente. Con esta directiva acabamos con la neutralidad tecnológica. Obligamos a YouTube a elegir, a filtrar los contenidos. Se rompe un principio básico de Internet», advierte Carmenchu Buganza, profesora de la Universidad de Barcelona y abogada especialista en propiedad intelectual.

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«El Parlamento ha votado que la censura llegue a la red, que se limite la libertad de expresión»

Julia Reda, Eurodiputada del Partido Pirata

«Acabamos con la neutralidad tecnológica, con un principio básico de internet. Me da miedo»

Carmenchu Buganza, Profesora universitaria

Esto, ojo, si la directiva es finalmente aprobada en el sentido fijado por la Eurocámara. El ruido generado en torno a este debate ha sido tal que muchos, sobre todo los detractores, daban por aprobada «la directiva que acabará con internet». No. Lo que ha hecho el Legislativo es fijar su posición para negociar ahora con el Consejo (los 28 Estados miembros) y la Comisión los términos finales de esta polémica directiva.

No obstante, fuentes comunitarias explicaron que la columna vertebral de esta propuesta no variará. «No queremos destruir nada, ni implantar la censura. Nada de esto ocurrirá. Se trata de proteger los derechos de autor, de que los gigantes tecnológicos paguen por servirse de ellos para ganar muchísimo dinero», explica Axel Voss, el eurodiputado alemán que ha sido ponente.

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En Google, de momento, no quieren guerra y se limitan a a señalar que «siempre hemos sostenido que la innovación y la colaboración son la mejor manera de lograr un futuro sostenible para los sectores informativos y creativos europeos, y estamos comprometidos en una asociación cercana con estas industrias». ¿Aceptarán pagar por servicios como 'Google News'? «No tenemos nada más que añadir», matizan.

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