Eugenio Cabezas
Domingo, 15 de febrero 2015, 01:43
Seguro que en más de una ocasión se ha topado, navegando por internet, con una imagen áerea, una fotografía o un vídeo, y se ha preguntado cómo demonios estará tomada, si es imposible volar a tan baja altura, y subir a la vez en tan pocos segundos con una cámara en mano. La respuesta se llama 'dron', es decir, un vehículo aéreo no tripulado (UAV por sus siglas en inglés), un 'cacharrito' al que se le incorpora una cámara digital de alta definición (HD). Se han hecho famosos en los últimos años y proliferan en pruebas deportivas, conciertos y eventos sociales de todo el mundo.
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Aunque sus usos fundamentales tienen que ver con la industria militar, de donde proceden inicialmente, actualmente se emplean también para actividades comerciales, de ingeniería, agrícolas, en catástrofes naturales, situaciones de emergencia, etc. De hecho, por apenas 90 euros es posible adquirir uno, con cámara HD incorporada. Ahora bien, para utilizarlo hay que cumplir una serie de requisitos muy importantes. En primer lugar, tener una titulación específica como piloto de 'drones', tras haber completado un curso homologado de entre 50 y 60 horas. Además, hay que tener acreditada la formación específica por parte del fabricante. Por último, hay que darse de alta en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), un organismo dependiente del Ministerio de Fomento.
Estas restricciones, de ámbito estatal, se aprobaron por Real Decreto del Gobierno central el pasado 8 de julio y fueron completadas por la Ley 18/2014, aprobada en octubre pasado. El Gobierno central de Mariano Rajoy ha decidido tomar estas medidas legales tras comprobar el gran auge que están teniendo estos aparatos en toda España, y después de que la AESA haya recibido constantes quejas y preguntas de las empresas especializadas del sector en los últimos años. De momento, en nuestro país no se han producido accidentes graves con este tipo de aeronaves, como sí ha ocurrido ya en otros territorios como Australia.
En Málaga tiene su sede Atyges, una de las pocas empresas españolas dedicadas casi exclusivamente al desarrollo de estos dispositivos de vuelo no tripulados. La ingeniería fue fundada en 2011 por cuatro malagueños: Federico Alva, Ramón Martínez, Manuel de la Torre y Miguel Torres. Desarrollan drones a los que incorporan cámaras y sensores, según el uso al que se destinen, en sus instalaciones del BIC Euronova del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA).
Son automáticos, se programa su plan de vuelo y siguen el recorrido, aunque siempre con la posibilidad de modificar su rumbo manualmente, dice Alva. Además de en España, han cerrado contratos de venta de estos aparatos en Japón, Chile, Perú, Bolivia, Panamá, Ecuador, México, Paraguay y Colombia.
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DOCUMENTACIÓN
Prudencia y precaución. Es el mensaje que lanza Alva en relación a la proliferación de drones en Málaga. Mucha gente nos pregunta si puede volarlos en las plazas o en los paseos marítimos y la respuesta es muy clara y contundente: no, asegura el ingeniero, quien recomienda leerse muy bien todas las recomendaciones que ha elaborado la AESA y que tiene publicadas en su web, en la que han dedicado un apartado con 'preguntas frecuentes' sobre este asunto.
Ahí se pueden leer cosas tan sorprendentes como que grabar un concierto, un partido de fútbol o una procesión de Semana Santa con un 'dron' están totalmente prohibido, y las sanciones en asuntos de Navegación Aérea no son ninguna broma, la más baja empieza en 300.000 euros, cuenta el responsable de Atyges. De hecho, la AESA ya ha abierto los primeros 13 expedientes sancionados en España, según informó el organismo de Fomento esta pasada semana. Quien quiera comprarse un dron como un juguete que se lo piense antes dos veces, porque además de la titulación, la formación y el registro, si ocurre algún accidente, le puede salir muy caro, considera Alva.
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Según la normativa aprobada por el Gobierno central, el uso de drones sólo está permitido sobre zonas no habitadas, con un radio máximo de 500 metros desde el punto donde se sitúa el piloto y 120 metros de altura, y por ahora no está permitido en ciudades o sobre aglomeraciones de personas al aire libre, como pueden ser parques de ciudades, playas llenas de gente, campos de fútbol, etc. Por lo que, en el caso de películas, se podrán usar siempre que no sea en zonas urbanas. Las manifestaciones, fiestas o conciertos por ahora no será posible grabarlos con drones, excepto que tengan lugar en recintos completamente cerrados (incluyendo el techo), en los que no rigen las normas de Navegación Aérea, recoge el texto legal.
Los cambios normativos han afectado también a los aficionados al aeromodelismo, que ahora tendrán también que seguir los mismos trámites, a excepción de los recintos habilitados para radiocontrol, que tienen sus propias especificidades legales. De hecho, en teoría, la nueva normativa afectaría incluso a los aviones de juguete que se venden por apenas 15 euros en las tiendas, advierte Alva.
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En conclusión, muchos de los vídeos y fotos que pululan por la red, grabados en núcleos urbanos, son 'técnicamente' ilegales a ojos de la Administración estatal. Otra cosa es que no hay policías del aire vigilando en todo momento, pero mi recomendación es prudencia y cumplimiento de las normas, aconseja Alva. De hecho, su empresa es una de las 5 organizaciones de España que han recibido el visto bueno de la AESA para empezar a impartir cursos para manejar los drones, una tarea que harán conjuntamente con la academia de vuelo Aerodynamics de Málaga.
Las pruebas de uso 'irregular' de drones en Málaga en los últimos meses son numerosas, pero vean a continuación algunos ejemplos de enclaves emblemáticos como el Balcón de Europa, Vélez-Málaga o los acantilados de El Cantal, en Rincón de la Victoria, vistos desde los ojos de estos pájaros con cámara incorporada. En su mayoría se trata de imágenes captadas antes de entrar en vigor las nuevas normas. Éste es el caso de las imágenes del fotógrafo veleño Carlos Castro, quien adquirió un dron en abril de 2014 y ahora está inmerso en los trámites para regularizar su situación y obtener todos los permisos. Recuerde, ¡dron a la vista!
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