El malagueño Fernando Díaz, con su sudadera de Google, en Japón. SUR

El 'agente' malagueño que vigila a los malos de Internet desde Japón

Málaga Tecnológica ·

El especialista en ciberseguridad Fernando Díaz se instala en Osaka y se convierte en el enlace de la malagueña VirusTotal, propiedad de Google, en el país asiático

Sábado, 19 de febrero 2022, 00:33

Reconoce que el desembarco en Japón ha sido «una yincana». Y se explica: «Aquí el tema del covid es bastante estricto. No sólo el viaje de ida, que ya es cansado, sino que una vez que llegas y te bajas del avión, vas por una ... línea, te van pidiendo papeles y vas pasando control tras control hasta que te hacen una PCR. Son unas cuatro horas. Luego tienes que hacer una primera parte de la cuarentena en un hotel del Gobierno y ya después la puedes seguir en un domicilio privado».

Publicidad

Habla el ingeniero malagueño Fernando Díaz sobre la peripecia inicial de su llegada a Osaka, desde donde va a convertirse en el 'agente' malagueño que vigilará a los malos de la Red desde Japón. «El 'middleman'», ríe con ganas mientras emplea el término en inglés para referirse a esa labor de intermediario. Y acto seguido, como buen especialista conocedor de la importancia de concretar bien los detalles, aclara: «Voy a seguir trabajando en VirusTotal, pero lo haré desde aquí».

Alude este especialista en ciberseguridad de 25 años a la empresa malagueña adquirida por Google hace casi una década y a la que él llegó como uno de sus primeros becarios allá por 2006. «Siempre he sentido un gran apego hacia VirusTotal y no me quería ir. Surgieron oportunidades de transferirme a Google Japón, pero no quería despedirme de mi equipo. Quería seguir trabajando con ellos y al final hemos encontrado la fórmula para que sea posible, ¡así que muy guay!», ofrece en la conversación telemática desde el otro lado del mundo.

«Con el coronavirus ofrecieron trabajar en remoto, incluso desde otro país. Siempre quise vivir aquí un tiempo y vi la oportunidad de cumplir ese sueño», añade Díaz, que estudió en la Universidad de Málaga (UMA) Ingeniería, pero no de Telecomunicaciones, sino de la Salud. Al ver la cara de póquer en la pantalla suelta otra carcajada. Y se explica de nuevo: «Ya me dedicaba a estas cosas por mi cuenta. Tenía un blog, escribía mis cosillas... En la universidad quería encontrar a gente que me entendiera cuando hablaba. En una ocasión vi que en un grupo estaban trabajando en 'malware' (un programa informático malicioso) para Android, vieron que yo estaba dándole al tema y se pusieron en contacto conmigo».

Publicidad

Fernando Díaz y Rina Okamoto. SUR

De ahí dio el salto a VirusTotal, la empresa malagueña especializada en seguridad en la Red creada por Bernardo Quintero que desde 2012 representa la pica de Google en Málaga, donde el gigante norteamericano ya cuenta con más que 40 ingenieros y donde también abrirá un centro de excelencia en ciberseguridad a mediados del año próximo. «Yo estoy especializado en 'reversing'», comparte Díaz. Y otra cara de póquer. Y otra nueva risa espontánea: «A ver, me explico. Es ingeniería inversa. Cuando te llega un programa, normalmente no puedes ver cómo está escrito y en ese proceso podemos generar un código y desde ahí tratar de averiguar su comportamiento. Me he especializado en eso y se puede aplicar al análisis de 'malware', sobre todo 'malware' bancario. Queremos saber cómo lo han hecho para poder combatirlo. Quiero saber qué va a hacer ese 'malware', a qué banco quiere robar o qué técnicas está usando para que no lo detecten».

Es lo que seguirá haciendo desde Japón. Así, Díaz admite que se trata «no tanto de un cambio de trabajo, como de país y de entorno». De hecho, el ingeniero malagueño explica que desde su base japonesa podrá sincronizarse mejor con la parte de la actividad de VirusTotal que pasa por el país asiático. «Teníamos muchos usuarios, empresas y organizaciones sin ánimo de lucro que querían contribuir con VirusTotal, pero a menudo los responsables de todas las decisiones en esas entidades no hablaban inglés. La brecha del idioma es grande. Recuerdo que la primera vez que me vieron en una reunión se asustaron y me preguntaron si hablaba japonés. Iba con traductor, pero ya me defiendo solo. Aquí hay muchos usuarios pero sobre todo muchos usuarios potenciales. Tenemos aquí un mercado muy, muy importante».

Publicidad

Por amor

Además, uno de los grandes motivos de esa soltura creciente de Díaz con el idioma japonés tiene nombre propio: Rina Okamoto. Ambos se conocieron durante un viaje de ella a Málaga, luego siguieron viéndose 'on line' o cuando el malagueño viajaba a Japón y en agosto del año pasado se casaron. «Ella está especializada en traducciones de temas tecnológicos. Desde el principio, en casa y en la calle hablamos en japonés. (…) ¿Si es difícil? Puede ser duro a veces, pero tenía la ventaja de que me gustaba el idioma», comparte con una media sonrisa.

Y aunque sus padres se quedaron «un poco mudos» cuando les anunció que se trasladaba a Japón, Díaz ya empieza a verle el reverso luminoso a su aventura: «En principio vamos a estar aquí mínimo un año, para tener la experiencia de estar aquí y saber si nos cuadra o no. Si veo que tanto a mi mujer como a mí nos encaja, nos quedaríamos y si no, nos volvemos para Málaga. Pero ahora, vamos a vivirlo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad