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El porcentaje de alumnos de la Escuela Técnica de Ingeniería Informática de Málaga (ETSII) que está trabajando a los cuatro años de terminar el grado ... es del 100%. Pero esto es decir poco. No es exagerado afirmar que las empresas se rifan a los estudiantes. El director del centro, Manuel Enciso, no cesa de recibir visitas y llamadas de compañías interesadas en organizar 'hackatones', charlas, concursos, talleres, prácticas... con el objetivo evidente de 'pescar' talento en sus aguas. En la escuela preocupa, de hecho, el número cada vez mayor de alumnos que pospone la presentación del trabajo de fin de grado porque acepta una oferta laboral antes de graduarse.
Es evidente que la Escuela de Informática se ha quedado pequeña para el dinamismo que ha adquirido la Málaga tecnológica. La demanda de desarrolladores se ha disparado en los últimos años; no es algo que pase exclusivamente aquí, sino en todas partes. Pero es especialmente acuciante en la ciudad de moda del ecosistema 'tech' español. Son miles las vacantes por cubrir, la rotación se acelera y las empresas que aterrizan encuentran serias dificultades para cumplir sus objetivos de contratación. Los sueldos suben, como dicta la ley de la oferta y la demanda; eso hay quien lo considera negativo, pero para la profesión es una buena noticia.
Precisamente que los salarios crezcan era uno de los requisitos que se tenían que dar para que la informática se convirtiera -como está ocurriendo ahora- en una profesión atractiva. El estigma del informático mileurista ha jugado en contra de las vocaciones ingenieriles durante muchos años en Málaga. Sin los alicientes de unos niveles retributivos altos ni del prestigio social, estudiar una carrera difícil como lo es Informática quedaba para los muy cafeteros.
Esto, afortunadamente, ha cambiado. Los estudios relacionados con la informática han ganado atractivo y la cantidad de jóvenes malagueños que quieren entrar en la ETSII crece año a año. Pero se topan con un embudo, porque la demanda supera a la oferta formativa. En el presente curso ha habido un 213% más solicitudes de alumnos que plazas ofertadas en los grados (350). En el caso de los másteres, la oferta se queda todavía más pequeña: había 162 solicitudes y sólo 70 plazas. Veámoslo por titulaciones: Ingeniería del Software, con 75 plazas ofertadas, tenía tres veces más alumnos interesados en entrar y los que lo han conseguido ha sido con una nota de corte de 11,27 (el máximo es 14). Ingeniería Informática, con 140 plazas, tenía cerca del doble de demanda y se quedó con un 10,29 de nota de corte. La palma se la lleva el doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática, con sólo 15 plazas ofertadas y un 620% de exceso de demanda. Su nota de corte es casi inalcanzable: 13,55. Ingeniería de la Salud ofertaba 65 y fue marcada como favorita por casi el doble de alumnos, mientras que Ingeniería de Computadores, con 55 plazas, es el único grado impartido por la ETSII con una tasa de preferencia inferior al 100%.
Precisamente la idea de la dirección de la escuela es sustituir esta última titulación, que tiene menos demanda que el resto, por el nuevo grado en Ciberseguridad e Inteligencia Artificial que se pretende estrenar el próximo curso, y cuya aprobación depende de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA, del Gobierno central) y de la Dirección de Evaluación y Acreditación de la Junta.
Este grado, que sería pionero en España, contaría con 65 plazas por curso y sus contenidos se compondrían de un tercio de ingeniería informática, otro tercio de ciberseguridad y otro tercio de inteligencia artificial. La previsión es que sea una carrera altamente demandada por los alumnos y valorada por las empresas, dado el tremendo auge que están experimentando ambas disciplinas y las magníficas salidas laborales que prometen.
La popularidad que está ganando Informática entre los alumnos que acceden a la Universidad se comprueba con el siguiente detalle: Las titulaciones con un cupo muy pequeño de plazas (como el doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática, con sólo 15 por curso) son, por motivos obvios, las que tienen una nota de corte más alta. Lo complicado es tener esa nota alta con un gran número de plazas. Ese ranking lo lideran en la UMA tres carreras relacionadas con la salud (Medicina, Enfermería y Psicología), pero la cuarta ya es Ingeniería Informática.
En informática, se habla de cuello de botella cuando la capacidad de una aplicación o de un sistema está limitada por un solo componente. El cuello de botella en el mercado laboral 'tech' malagueño es la insuficiencia de plazas para formar a ingenieros. La pregunta es: ¿cuántos egresados harían falta? Manuel Enciso advierte de que es «difícil» dar un número; «las empresas son las que realmente podrían hacerlo y hasta ellas tienen dificultad para hacer una estimación». No obstante, el director de la ETSII tiene un «buen termómetro»: «la demanda que estamos teniendo de la realización de prácticas en empresa». «Es un buen termómetro porque sabemos que prácticamente el 100% de nuestros estudiantes recibe una oferta laboral en la empresa donde han realizado las prácticas. Desde hace tres años, el número de empresas que se ha unido al programa de prácticas con la Escuela ha crecido a un ritmo muy importante e igual sucede con el número de plazas. Este curso, el número de plazas supera en un 40% al de estudiantes. Y con los contactos que ya tenemos abiertos para el curso próximo, estaremos hablando del doble de oferta de plazas que de estudiantes. Es decir, que nos harían falta 250 estudiantes en cuarto para cubrir la demanda de prácticas», señala.
La paradoja a la que se ha llegado es llamativa: la oferta de prácticas en empresas duplica a los alumnos disponibles. Otras preguntas surgen: ¿Se puede permitir una provincia con una tasa de paro juvenil tan alta como la que sufre Málaga tener esta demanda insatisfecha de ingenieros informáticos? ¿Tanto cuesta ampliar la capacidad de la escuela? «Aumentar plazas pasa por tener que crear plazas de profesorado y también por tener una extensión del edificio: lo que nosotros llamamos el cuarto módulo. Está pedido; iría pegado a la carretera que separa el campus de El Viso. Pero la Universidad, sin un plan de financiación acorde a sus necesidades, no puede afrontar nuevas inversiones», asume Enciso, que confía en que la Junta atienda la solicitud de un Plan Plurianual de Inversiones para las universidades. «Yo creo que si se hace con criterio, en ese plan debería entrar esta ampliación de nuestras instalaciones», afirma, señalando que la UMA ha demostrado «sensibilidad y preocupación» ante su realidad.
Mientras tanto, la escuela hace lo que puede para arañar plazas: «Cada año se matriculan algunos alumnos más de las plazas que se ofertan. Hacemos uso de un cierto 'overbooking' que nos permite la Junta, más la demanda de extranjeros y traslados de expedientes de otras universidades. Otro objetivo en el que está trabajando es en aumentar el número de egresados anuales con el mismo número de plazas. ¿Cómo? Aumentando las tasas de éxito. »Hicimos un esfuerzo en las asignaturas de primero de Ingeniería Informática y, sin bajar el nivel, se han conseguido aumentar tasas de éxito«, asegura Enciso. A estas medidas se añadirán, con suerte, el curso que viene otras de »adaptación de la oferta«: el nuevo grado de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial y una modificación de los planes de las ingenierías de Software e Informática.
Esto es un buen paso, pero evidentemente no es suficiente. Quizá se echa de menos una apuesta política por que la Universidad de Málaga alcance todo el potencial que posee en las titulaciones técnicas. De otra manera, el polo de innovación que se está construyendo con tanto entusiasmo en la ciudad corre el riesgo de morir por falta de talento con el que regarlo. Para Enciso, este «no puede ser un asunto que se piense a escala local». «Pienso que es un tema de escala al menos andaluza, si no nacional. Y en ese sentido, los nueve directores de Informática de las Universidades Andaluzas estamos ya en contacto y nuestra intención es ir dando pasos para buscar cómo dar soluciones a nivel andaluz desde la Informática», avanza.
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