

Secciones
Servicios
Destacamos
Google inauguró ayer en Málaga, dentro de su oficina del paseo de la Farola, un nuevo espacio llamado Cloud Space que está dedicado a albergar ... encuentros con grandes clientes -tanto empresas como entes gubernamentales- en los que compartir las últimas innovaciones de su división de seguridad en la nube y abordar necesidades y problemas específicos. Es el séptimo Cloud Space que abre Google en el mundo, el cuarto de Europa y el único dedicado al 100% a ciberseguridad.
De esta manera, dentro de la sede malagueña de Google convive desde ya este Cloud Space con el Centro de Ingeniería de Seguridad (conocido por sus siglas en inglés GSEC) que lleva ya funcionando un año y se inauguró oficialmente en noviembre. Así Málaga ya no es sólo un polo de desarrollo de tecnología para la ciberseguridad, sino también el principal punto de reunión con clientes de la compañía dentro de este ámbito.
Durante ayer y hoy, más de un centenar de clientes y de directivos de la propia multinacional han acudido desde diferentes partes del mundo a Málaga para asistir a esta inauguración. La directora de Google Cloud Security en Europa, Oriente Próximo y África, Cristina Pitarch, interpreta la elección de Málaga para este nuevo Cloud Space como «un triunfo que celebrar», porque es «algo muy, muy restringido: en los últimos tres o cuatro años Google no ha dado permiso para abrir un centro de este tipo y prácticamente todas las oficinas europeas de Google estaban pidiéndolo, pero el único que se ha aprobado es el de Málaga». Es un nuevo hito, insiste, para avanzar hacia el objetivo de que Málaga se convierta «en el lugar en el que la gente piense cuando quiera conocer las últimas tendencias en ciberseguridad».
Los otros Cloud Spaces que tiene Google están en Nueva York, Silicon Valley, Londres, Singapur, Múnich y París. Pitarch detalla: «Es un espacio donde podemos traer a empresas y representantes del sector público a lo que llamamos Enterprise Business Meetings: nos sentamos juntos, analizamos los problemas que tienen y qué es lo que quieren hacer y les mostramos lo último que se está cociendo en materia de ciberseguridad y de amenazas. Para los clientes es muy importante porque tienen la oportunidad de ver y probar de primera mano las cosas nuevas que está haciendo Google y para nosotros, también, porque nos viene muy bien escucharles».
Las principales bazas que ha jugado Málaga para conseguir este Cloud Space son el propio atractivo de la ciudad -«Nadie dice que no a venir a Málaga», asegura Cristina Pitarch- y el propio GSEC, que ha tenido un papel protagonista en las innovaciones que ha lanzado Google este año en materia de ciberseguridad, como Google Threat Intelligence, su nueva plataforma de defensa y prevención frente a ciberataques.
Al año de empezar a funcionar, la oficina malagueña de Google cuenta ya con 70 empleados. Su capacidad es para 100 personas; techo que Cristina Pitarch cree que se alcanzará en dos años. ¿Y después? «Si las cosas siguen funcionando tan bien tendremos que seguir apostando por Málaga», afirma la directiva.
La catástrofe provocada por la fallida actualización de Crowdstrike es la primera cuestión que viene a la cabeza al sentarse frente a alguien como Cristina Pitarch, que dirige el negocio de Google Cloud Security en Europa, Oriente Próximo y África. Y es que el apagón informático que puso en jaque el pasado viernes a empresas, aeropuertos, hospitales o bancos de todo el mundo han dejado en evidencia tanto los riesgos de la excesiva concentración del mercado de la ciberseguridad como la propia fragilidad de la sociedad digital. Pitarch asegura que su compañía está implicada en «ayudar a resolver no ya el incidente, sino lo que viene después, que es toda la cantidad de intentos de fraude que intentan aprovecharse de la situación». Pero también barre para casa: en su opinión, lo que pasó demuestra que los servicios en la nube «son más seguros» que los locales. «Estar en la nube hubiera evitado muchos de estos problemas», asegura.
Pitarch confía en que la «catástrofe» de Crowdstrike tenga una consecuencia positiva: ayudará a concienciar tanto a empresas como a ciudadanos de que los ciberincidentes -éste en concreto no fue un ataque, sino un fallo de diseño del software- tienen consecuencias reales; tan reales como no poder ser intervenido quirúrgicamente, no poder coger un vuelo o no poder sacar dinero del cajero. La directiva de Google sentencia: «Es un mensaje que llevamos años repitiendo: la cuestión no es si te van a atacar, es cuándo te van a atacar».
Asumiendo que ningún antivirus puede detener todas las amenazas -porque, para empezar, el primer factor de vulnerabilidad es el humano-, Pitarch afirma que la estrategia debe ir encaminada a la resiliencia: «Hay que estar preparado para que si tienes un incidente, en vez de tardar dos días en volver a la normalidad, tardes una hora. Cualquier tipo de empresa, de fundación, de tienda... debería tener un plan, adaptado a su tamaño y la complejidad de su negocio, para ser capaz de reaccionar ante este tipo de situaciones. Y ya te digo yo que no todas lo tienen», advierte.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.