Francisco Polo, en el congreso DES, celebrado en Málaga. ñito salas
Alto Comisionado para España Nación Emprendedora

Francisco Polo: «Con la Ley de Startups ciudades como Málaga podrán atraer a más nómadas digitales»

«Esta ley es revolucionaria: España va a convertirse en uno de los países con un marco jurídico más atractivo para emprender»

Nuria Triguero

MÁLAGA

Sábado, 18 de junio 2022, 00:30

Francisco Polo (Valencia, 1981) saltó a la fama en el panorama emprendedor español por el éxito de su plataforma de activismo 'online' Actuable, que desembocó ... en una fusión con Change.org, Ahora está impulsando lo que él define como «una 'startup' en Moncloa»: como Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, tiene la misión de impulsar una estrategia a diez años que persigue convertir a España en «la nación emprendedora con más impacto social de la historia». La Ley de Startups, actualmente en trámite parlamentario, es la pieza más destacada de este plan. Polo ha visitado esta semana Málaga con ocasión del DES - Digital Enterprise Show, reuniéndose con algunos miembros del ecosistema emprendedor.

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–Supongo que todos los emprendedores con los que se ha reunido le habrán preguntado lo mismo: ¿cuándo veremos la Ley de Startups en el BOE?

–La Ley ha tenido un proceso largo, eso hay que reconocerlo, en mi etapa como secretario de Estado para el Avance Digital iniciamos la primera consulta pública para una ley relacionada con el emprendimiento. Recibimos 3.000 folios con mas de 200 aportaciones. En diciembre de 2021 el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Startups que hasta finales de junio va a estar recibiendo enmiendas en el Congreso. A partir de entonces entrará a discusión parlamentaria y está previsto que se apruebe definitivamente entre octubre y diciembre.

–El sector la espera como agua de mayo...

–No me extraña. Parte del sector me ha reconocido que están más que sorprendidos por el contenido. Había una serie de demandas para equipararnos a otros países europeos, pero esta ley va mucho más allá; es una auténtica revolución en dos ámbitos: la atracción de inversiones y la atracción de talento. Hay una serie de elementos en cada uno de estos ámbitos que no es que supongan una mejora incremental de lo que teníamos, sino que es un salto radical que no sitúa como uno de lo mejores países del mundo para el emprendimiento innovador.

–Vamos por partes. En el terreno de la atracción de inversiones, ¿cuáles son sus novedades?

–Son principalmente tres. La primera, el régimen fiscal del 'carried interest' o participación en beneficios. Es un tributo que ya existía en España, pero estaba en una norma de rango inferior que podía variar por cualquier cambio de criterio ministerial y eso generaba inseguridad jurídica. Ahora hacemos del carried interest una figura legal y además le damos un tratamiento fiscal (hemos replicado el que rige en Vizcaya) que está entre los más atractivos. La segunda es que para invertir en 'startups' en España ya no hará falta tener un NIE; solamente el NIF, que es mucho más fácil de obtener. Y la tercera es el régimen fiscal de los 'business angels'. Nos equiparamos al Reino Unido, que tiene uno de los mejores tratamientos de estas inversiones, que otorga un 50% de deducción con limite de 100,000 libras. Pero además, hemos dispuesto que no sólo pueda deducirse el inversor, sino el fundador.

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–¿Qué medida van dirigidas a la atracción de talento?

–Una de las cosas que nos pedían las 'startups' es mejorar el régimen de las 'stock options', que no son funcionales porque hay que pagar impuestos antes de cobrarlas. Ahora tributarán cuando sean líquidas, pero no nos hemos quedado ahí. Nos hemos fijado en uno de los mejores régimenes de 'stock options' de Europa, el de Reino Unido, y lo hemos mejorado. En España se van a poder otorgar opciones sobre acciones hasta 500.000 euros durante un periodo de diez años. Vamos a tener el mejor régimen de 'stock options' de Europa. Además, modificamos los visados para emprendedores, inversores y trabajadores de empresas emergentes. Incrementamos los visados, que hasta ahora son de un año, y pasan a ser de tres años. Y además creamos un nuevo visado para nómadas digitales, algo que puede resultar tremendamente interesante para ciudades como Málaga, que puede atraer a más nómadas digitales. Otro cambio muy atractivo es que la 'Ley Beckham' [un régimen fiscal ventajoso para trabajadores extranjeros] se aplicará también a emprendedores, inversores y trabajadores de startups. Antes solamente se podían acoger a este tipo de ventajas personas que habían estado diez años fuera de España. Cuando se apruebe la Ley de Startups, esa ventana de diez años, se reduce a cinco años. No necesariamente para gente que se haya ido fuera, puede ser alguien de Singapur, que queremos traerlo a España. Hay gente que vivió cuando era joven, o hace diez años, o que siempre ha tenido en mente volver.

«Crear el Alto Comisionado ha sido como montar una 'startup' en Moncloa»

–Hay voces en el sector que piden que se prolongue más allá de los primeros cinco años de vida el plazo durante el cual las empresas podrán beneficiarse de esta ley, de manera que extienda su paraguas también sobre las 'scale ups'.

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–El marco de entre uno y cinco años es suficiente, y no es una opinión; lo decimos con datos en la mano. En España la vida media de una 'startup' ronda los 2,7 años. Lo que sí será necesario en cuanto hayamos aprobado la Ley de Startups es adoptar un marco favorable para las 'scale ups'. Vamos paso a paso.

–Para acogerse a los beneficios de la Ley de Startups, ¿será necesario certificarse?

–Sí. Hay una serie de requisitos objetivizados en la ley y habrá una entidad acreditadora, como la hay en Israel, que va a ser Enisa.

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–Aparte de la Ley de Startups, hay una cuestión que preocupa al sector: el efecto disuasorio que puede ejercer el régimen jurídico de control de inversiones extranjeras, que hace que operaciones en 'startups' tengan que ser autorizadas por el Consejo de Ministros.

–Al principio existía esa preocupación, pero no es cierto que el Consejo de Ministros tenga que aprobar ese tipo de inversiones. A través de varios Reales Decretos, España ha ido modulando el procedimiento en función del origen de la inversión (intra o extracomunitaria); el importe de la inversión; el sector y la condición del inversor. En resumen: están exentas las inversiones extranjeras por importe inferior a 1 millón de euros; y para inversiones entre 1 y 5 millones de euros se tramitará una autorización previa simplificada. Y sólo estarán sometidas al mecanismo de control las sociedades que desarrollen su negocio en sectores estratégicos relacionados con la seguridad nacional, el orden público y la salud pública. Es importante recordar que esto no es consecuencia de una ley española, sino una adaptación de un reglamento europeo.

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–¿Cómo ha llevado pasar de dirigir una 'startup' a estar en el Gobierno? ¿No siente que todo va demasiado lento ahora?

–Crear algo como el Alto Comisionado ha sido como montar una 'startup' dentro de Moncloa. Ha sido un honor y una oportunidad única. Mucha gente tiene una idea equivocada del sector público y parte de mi trabajo es ayudar a cerrar esa aparente brecha entre el emprendimiento innovador y el Estado. Yo mismo cuando era emprendedor sufrí la falta de apoyo con un presidente [Rajoy] que dijo que iba a poner alfombra roja para los emprendedores. Y siempre digo que llevo zapatillas porque no encontré alfombra, sino un suelo muy rocoso. Por eso algunas personas nos hemos arremangado y hemos dado un paso adelante en política para ayudar a cambiar las cosas.

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