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Blockchain, Internet of Things, Cloud, Edge Computing, Open Ran, redes privadas virtuales, inteligencia artificial... Son 'palabros' poco amigables para el ciudadano de a pie que suelen despertar extrañeza y pereza a los no iniciados. También son palabras de las que abusan los políticos cuando hablan ... de proyectos como el de Vodafone en Málaga. Pero ¿qué está haciendo realmente la multinacional en su tan cacareado hub de innovación malagueño? En realidad, lo que hace es aplicar esas tecnologías de nombres a veces impronunciables para desarrollar productos y servicios que no se hayan ideado antes y que resulten útiles para empresas, instituciones y ciudadanos que son clientes de Vodafone.
Entre estas aplicaciones innovadoras que están 'cocinándose' en el laboratorio de Vodafone hay proyectos cuya utilidad social es fácil de entender, como la Plataforma para Teleasistencia basada en Internet de las Cosas. Se trata de una solución digital de IoT orientada a ayudar a los servicios asistenciales a comunicarse con las personas dependientes que gestionan en remoto, tanto a través de voz como de vídeo, así como a monitorizar los sensores instalados en el domicilio del dependiente e incluso los que pueda llevar encima, como relojes inteligentes o botón del pánico, entre otros. Asimismo, mediante la aplicación de Inteligencia Artificial, esta plataforma permite identificar rutinas y patrones de comportamiento del dependiente para lanzar avisos a los servicios asistenciales. La solución cuenta con diferentes interfaces y funcionalidades –horarios, recordatorios de las tareas cotidianas, listas de tareas, guías visuales y videollamadas entre otras– y ofrece una configuración sencilla e intuitiva. De este modo, según explican desde Vodafone, «la implantación de la teleasistencia digital favorece la tranquilidad de los cuidadores y la autonomía de las personas dependientes para realizar las tareas cotidianas en el día a día de su hogar».
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Otro de los proyectos más llamativos que Vodafone desarrolla en Málaga para el mundo es el de gestión de plagas a través de 'video analytics'. «A través de una plataforma, en combinación con un innovador sistema de análisis de vídeo con inteligencia artificial, es posible realizar el seguimiento, recuento y supervisión automatizados de plagas de animales e insectos, proporcionando datos cuantitativos precisos a los técnicos». En la sala de demostraciones del campus de Martiricos puede observarse cómo el sistema detecta el movimiento y los patrones térmicos de calor dejados por la rata. De esta forma, se automatiza un proceso que antes era manual y trabajoso, permitiendo reducir los costes operativos. Asimismo, es posible identificar y prevenir los riesgos de infestación con antelación, y obtener información sobre tendencias en el comportamiento de estos animales a nivel regional y estacional.
Especialmente orgulloso se muestra Jesús Amores, director del 'hub' malagueño de Vodafone, del proyecto Safer Transport for Europe Platform (STEP). Se trata de una plataforma en la nube desarrollada íntegramente en Málaga que está diseñada para ser distribuida y abierta a todos utilizando estándares establecidos (3GPP, ETSI-ITS), proporcionando acceso a un amplio ecosistema de participantes para trabajar en la mejora de la seguridad vial en Europa. Vodafone anunció recientemente su colaboración con AWS en un proyecto piloto en Andalucía que combina la tecnología MEC de Vodafone y los servicios de procesamiento y de almacenamiento de AWS Wavelength en la red 4G y 5G de la operadora, que se ejecuta sobre la infraestructura ubicada en el 'data center' de Vodafone en Granada. «La unión de estas tecnologías proporciona una infraestructura apta para desarrollar, desplegar y escalar aplicaciones de latencia ultrabaja que permite a los clientes optimizar las aplicaciones que requieren un ancho de banda masivo y una latencia ultrabaja. Durante los próximos meses, se desarrollarán pruebas piloto del proyecto en Andalucía para testar esta tecnología», explican desde Vodafone. Traducido a un lenguaje simple, con esta plataforma se podrán enviar mensajes de alerta de forma automatizada a vehículos conectados de forma muy precisa: por ejemplo, un coche que está a punto de adentrarse en un túnel podría recibir un mensaje que le alerta de que hay un obstáculo dentro del mismo.
Otro proyecto desarrollado en el laboratorio malagueño de Vodafone es Raspberry Pi, a cargo de especialistas en el diseño y desarrollo de arquitecturas de chip Open RAN. Se trata de una red privada 5G miniaturizada sobre una Raspberry Pi que ha sido construida con elementos de bajo coste, pero robustos, pudiendo ofrecer servicios 5G en una red privada móvil a cualquier profesional o pequeña empresa de forma asequible. Las redes privadas ofrecen a las empresas una alternativa a la red móvil pública al proporcionarles cobertura privada, rápida, confiable y ultrasegura para su actividad diaria y son utilizadas por grandes empresas u organizaciones con instalaciones que necesitan conectar muchos dispositivos, máquinas y vehículos autónomos y robots, como ocurre en el caso de las grandes fábricas. Este diseño ha sido nominado finalista a los premios Gartner Marketing & Communications Awards.
Vodafone está potenciando el desarrollo de la microelectrónica asociada a las redes abiertas (Open RAN) desde su 'hub' malagueño. Los ingenieros están explorando el potencial de los nuevos chips fotónicos de silicio para convertirse en el hardware que impulsará las redes móviles del futuro centradas en el cliente. Esto se aplica especialmente a las redes de área abiertas (RAN) de mayor capacidad.
Los chips fotónicos se ubicarían en el corazón de las estaciones base móviles de Vodafone, proporcionando una red de latencia ultrabaja, altamente programable y más sostenible. Su integración apoyaría los avances masivos en informática vistos en nuevas tecnologías como la inteligencia artificial generativa, la seguridad cibernética (incluida la computación cuántica) y los vehículos autónomos, por citar solo algunos ejemplos.
Los chips fotónicos de silicio prometen ser mucho más rápidos y confiables que el equivalente electrónico actual que se encuentra en la mayoría de los dispositivos electrónicos, incluidos los smartphones y la infraestructura de telecomunicaciones. Estos utilizan luz en lugar de electricidad para realizar operaciones matemáticas y el tiempo de cálculo se mide por el tiempo que tarda la luz en cruzar el microchip.
Los ingenieros de Vodafone pueden predecir la velocidad de un cálculo basándose en el hecho de que la luz puede viajar siete veces y media alrededor del ecuador en un segundo, o en una billonésima de segundo (un picosegundo) a través de un chipset. Según la Universidad de Oxford, los chips fotónicos podrían ser 300 veces más rápidos que los electrónicos.
Entre las primeras startups que colaboran con los ingenieros de Vodafone en el Campus se encuentran dos empresas de fotónica líderes en la industria: Salience Labs, con sede en el Reino Unido, e iPronics, con sede en Valencia. Salience Labs e iPronics están ayudando a Vodafone a probar los chips fotónicos de silicio, que tienen el potencial de procesar y entregar grandes cantidades de datos de forma más rápida y segura, sin comprometer la experiencia del cliente ni requerir más mástiles.
La fotónica de silicio es cada vez más importante porque la mayor demanda de potencia de procesamiento de los modelos informáticos de inteligencia artificial requiere chips que procesen de forma más eficiente y rápida. La capacidad de procesamiento de la IA por sí misma se duplica cada tres meses y medio, según Salience Labs, y está superando lo que las tecnologías de semiconductores estándar pueden ofrecer.
Al asumir un rol de liderazgo en investigación en fotónica de silicio en la actualidad, Vodafone puede asegurarse de que tiene la potencia de procesamiento integrada en su red para satisfacer la demanda en los próximos años. La ampliación de las nuevas funciones de 5G también requiere un cambio radical en la potencia de procesamiento en la estación base móvil, por ejemplo, para crear subredes para que una empresa, hospital o escuela disponga de su propia conexión rápida bajo demanda.
A pesar de que la mayoría de los microprocesadores han alcanzado su límite de cálculo, servirán más que adecuadamente a la mayoría de los dispositivos electrónicos y redes durante otros 20 años. La velocidad justo a tiempo a la que estos chips fotónicos de silicio hacen cálculos conducirá a menos retrasos y mucho menos calor generado en la transmisión de datos en comparación con el método actual, que depende de condensadores electrónicos más lentos y susceptibles al calor.
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