Hace unas semanas que vive en Málaga. Buscaba un lugar cerca del mar y lejos de Madrid (pero bien comunicado) y la brújula apuntó pronto ... hacia el sur. Uno de sus primeros actos públicos en la ciudad llegaba con el encuentro organizado por Demium, la incubadora especializada en empresas emergentes del sector tecnológico ('startups'), justo la especialidad de Jesús Alonso. Creador del mítico PC Fútbol y de restaurantes.com, entre otros muchos proyectos, este «emprendedor en serie» analiza el presente y el futuro de la Málaga tecnológica.
–¿Qué le ha parecido el nivel de las 'startups' malagueñas que conoció en la cita organizada por Demium?
–Todas me parecieron muy interesantes. Había algunas que tenían su modelo más aterrizado que otras, pero lo que vi es gente con ganas de hacer cosas y con mucho talento.
–¿Cómo valora la evolución del ecosistema tecnológico malagueño?
–Creo que se ha producido una suerte que descansa sobre dos pilares. De una parte ha habido un esfuerzo político que viene de muy atrás y que busca poner Málaga en el mapa tecnológico. Cualquiera que vea lo que ha pasado en la ciudad en los últimos 20 años puede comprobar que la transformación de la ciudad ha sido absolutamente increíble. Cuando empiezas a bucear en las cosas que han pasado puedes ver que ha habido gente que desde la administración pública, y sobre todo desde la política municipal, ha querido transformar la ciudad para que hubiera un ecosistema natural de atraer talento. La Universidad también ha sido sensible a esto. Y la segunda gran clave que explica lo que ha pasado aquí es el talento de malagueños de pro que han creado 'startups', mayoritariamente sin necesidad de inversores. 'Startups' que han crecido, que tenían modelos de negocio que podían escalar exponencialmente en poco tiempo y con un enfoque internacional. El resultado de todo eso ha sido un escenario que hace de Málaga un sitio único.
–De hecho, usted mismo acaba de mudarse a la ciudad.
–Estoy aquí como un observador interesado. Si invierto en 'startups' y veo que aquí va a ocurrir un volcán de rentabilidad, como me gusta Andalucía y mi madre era andaluza, me voy al lugar donde van a pasar las cosas.
–Se le ha juntado lo familiar y lo profesional.
–Sí, había un 'mix'. Quería vivir en Andalucía y quería vivir cerca del mar. Estuvimos analizando todas las posibilidades y vimos que Málaga reunía todo lo necesario y además tenía el premio de ser el centro del vórtice donde van a ocurrir las mayores cosas en el sistema del emprendimiento. También es verdad que cuando uno vive en Madrid y se traslada a vivir a Málaga no es que haya comprando un billete para estar extraditado en la última galaxia de Alfa Centauri. Estás unido a Madrid por el AVE, el aeropuerto, incluso por carretera. En Málaga estás a un momento de ir a Madrid o a cualquier otra ciudad del mundo.
«En Málaga va a ocurrir un volcán de rentabilidad»
–Habla de emprendedores malagueños y muchos de ellos echan de menos mayor riesgo en la inversión. ¿Está de acuerdo con esa reclamación?
–Sí. Estoy bastante de acuerdo con ese análisis. La inversión en España está lejos de ser fiel a la expresión 'capital riesgo', tanto por la palabra 'capital' como por la palabra 'riesgo'. Las figuras tradicionales del sistema inversor en Estados Unidos realizan muchas apuestas de inversión por cosas que son muy difíciles que salgan bien, pero que son enormemente disruptivas. En España, tradicionalmente, hay más capital que riesgo, por eso tienen razón las voces que dicen que en España es difícil financiar propuestas más arriesgadas. En cualquier caso, creo que con el paso de los años se ha evolucionado mucho y ahora mismo el ecosistema tiene tal variedad de figuras de inversión que ves con alegría que hay cada vez más actores que están dispuestos a invertir en proyectos cada vez más interesantes y más complejos y con un nivel de riesgo más importante. En eso hemos mejorado.
–¿Y usted dónde invertiría en Málaga?
–En Málaga veo que muchas de las mejores oportunidades que hay son empresas que no buscan inversores. Eso tiene mucho que ver con la erótica de la inversión y el emprendimiento. Emprendedores que han encontrado un modelo de negocio que les hace viables y les proporciona un crecimiento interesante y no encuentran positivo diluirse y entregar a unos inversores una parte de su compañía. En realidad, una empresa que va bien sólo tiene que plantearse la necesidad de incorporar inversores cuando lo que va bien a una escala, lo quiere hacer a una escala cien veces más grande y cuando no encuentra esa inversión en la banca, busca entre los inversores privados. Ahora mismo en España es muy difícil decir que un gran proyecto con un gran equipo con un gran mercado se queda sin inversores, porque en todo el ecosistema español no haya un vehículo de inversión que entienda ese proyecto de esos emprendedores. Antes éramos cuatro y el del tambor, pero ahora hay en España muchos inversores de todo tipo. Desgraciadamente, también es verdad que esto está lleno de inversores que no están especializados en inversión alternativa y que están ahí porque han oído campanas. Eso tampoco está ayudando. Los inversores deben ser inversores cuando tienen experiencia para serlo.
«En España, tradicionalmente, hay más capital que riesgo»
«Ahora mismo en España es muy difícil decir que un gran proyecto con un gran equipo con un gran mercado se queda sin inversores»
–¿Pueden llegar a ser perjudiciales?
–Exacto. Lo he visto en diferentes ocasiones. Los emprendedores deben tener claro que son ellos los que tienen que decidir lo que van a hacer con la empresa. Los inversores deben poner el dinero de la inversión y después, ayudar o no ayudar, ser más activos o menos. Lo que no puede ser es que el emprendedor entienda que los que han puesto el dinero para escalar la empresa son sus jefes. Los emprendedores tienen que tomar la última decisión y deben buscar a los inversores que respeten eso, porque a veces pueden llegar inversores sin experiencia que se pueden cargar una 'startup'.
–Pero nos estamos desviando, deme un par de nombre de empresas cercanas donde invertir.
–Invertiría en empresas como Footers o BeSoccer. Creo que van a tener un recorrido espectacular.
–Y del otro lado, ¿qué consejos daría a los emprendedores?
–Hay que volver a un concepto clave: una empresa de nueva creación tendrá o no éxito basado en una premisa primera y única: ¿cuáles son las competencias esenciales que deben tener sus fundadores para que eso tenga éxito? Si vas a abrir un restaurante, alguno de los cofundadores tendrá que ser cocinero y otro deberá tener experiencia en el sector empresarial y de restauración. Si ninguno de los fundadores tiene alguno de esos perfiles, la empresa irá indefectiblemente a la quiebra. Por ejemplo, un grupo de personas quieren crear una empresa basada en la inteligencia artificial y buscan inversores y cuando evalúas ese proyecto te encuentras con un equipo en el que hay un ingeniero de telecomunicaciones sin experiencia en inteligencia artificial, otro es experto en 'marketing' digital y el otro es artista plástico. Los tres quieren montar una empresa de inteligencia artificial y ninguno tiene ni pajolera idea de ese asunto. Eso es una catástrofe. No puedes emprender en algo de lo que no tengas ni idea. Cierto que hay ejemplos de emprendedores que han creado grandes cosas en sectores que no conocían, pero es que esos eran muy listos, se pusieron a estudiar y la experiencia que no tenían la han adquirido a toda velocidad. Pero mi consejo es 'No emprendas en algo que no conoces' y, sobre todo, 'No emprendas algo que tu corazón no vibre cada día por hacer'.
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