¿Cómo acaba un malagueño siendo el Joven Ingeniero del Año en Escocia?

Pasan siete años. Es el 28 de septiembre de 2023. Aquel chaval malagueño acaba de ser elegido Joven Ingeniero de Software del Año en Escocia (donde ha cursado la carrera gracias a una beca) en un gran concurso en el que compiten todas las universidades de dicho país (la suya es la de Strathclyde, en Glasgow). Su trabajo de fin de carrera ('Uso de modelos de lenguaje autoregresivos en el aula'), que viene de ganar el premio al mejor trabajo individual del departamento de ciencias de la información en su universidad), deslumbra al jurado: es una plataforma dotada de inteligencia artificial que está pensada para hacer más divertida y personalizada la enseñanza en las escuelas. Un 'chatbot', similar a ChatGPT, que permite a los estudiantes hablar con Napoleón o recibir problemas matemáticos adaptados a sus intereses. Quique no sólo ha desarrollado el programa sino que lo ha testado en dos colegios (españoles, por cierto), comparando los resultados de aprendizaje entre alumnos que utilizan dicha herramienta innovadora y alumnos que siguen métodos tradicionales.

Tras recibir el premio (dotado con 2.000 libras) y celebrarlo con su familia, que ha viajado a Glasgow para arroparle, Quique Martín se acuerda de aquella tarde en los Baños del Carmen. «Me acerqué a Bernardo para hacerle un par de preguntas: no recuerdo ni qué fue, estaba súper nervioso y seguro que eran tonterías, pero él me escuchó con paciencia y me aconsejó que, si me gustaba programar, me lanzara a por ello. Él fue el que me motivó a estudiar Informática; yo quería ser como él», confiesa. Cuando empezar la carrera, se enteró de que en Escocia daban becas a estudiantes de la Unión Europea y mandó una solicitud.

El premio le ha traído a Quique otra alegría añadida, porque Twitter ha hecho la magia de conectar al joven ingeniero y a su referente. Él expresaba en esta red social su agradecimiento a Bernardo Quintero por «el tiempo que dedica a la educación». «Fue muy importante tener un referente desde los 15 años. Hoy, con menos pelo pero con premio, quiero agradecerte esto», afirmaba. Y Quintero le contestaba: «Tendremos que vernos después de tantos años, pero esta vez me das la charla tú».

El flamante 'joven ingeniero del año' de Escocia terminó la carrera a principios de este verano y las empresas se lo rifan: empezó a trabajar en el Banco Santander -con el aliciente de haber vuelto a Málaga, donde esta entidad ha abierto un centro de desarrollo- y a los dos meses, le hicieron una oferta que no pudo rechazar: Aston Martin quería ficharle para su equipo de Fórmula 1. Así que Quique, que es un apasionado de este deporte, se volvió a Escocia y ahora trabaja en la fábrica de dicha escudería en Silverstone. «Estoy viviendo las carreras desde otra óptica que nunca imaginé. Trabajo como ingeniero de software desarrollando las herramientas de análisis del coche. Cuando hay una carrera, mis compañeros y yo nos turnamos para hacer el seguimiento desde la fábrica; yo me presento voluntario siempre que puedo. Ojalá algún día tenga la oportunidad de estar a pie de pista», cuenta el malagueño, que asegura estar «aprendiendo mucho» de esta oportunidad profesional.

Estudiar fuera es una experiencia que Martín recomienda «al 100%». «Estoy muy agradecido por toda la gente que he conocido y me ha ayudado aquí en Escocia. He crecido mucho profesionalmente, aunque haya sido un poco duro para mí y para mis padres estar tantos años lejos de casa», expresa. A medio plazo, sin embargo, lo tiene claro: volverá a Málaga y emprenderá.