70 años de la última nevada en Málaga
«La imagen de Málaga nevada no se olvida»

Francisco de la Torre y Francisco Fernández Verni recuerdan sus vivencias de un día, cuyo anterior precedente fue en 1882

Antonio M. Romero e Ignacio Lillo

Málaga

Sábado, 3 de febrero 2024, 14:58

«La imagen de Málaga nevada no se olvida». Así recuerda siete décadas después Francisco Fernández Verni, exhermano mayor de la Congregación de Mena, su experiencia de aquel día de 1954 en el que tenía doce años. Una jornada que Francisco de la Torre, actual alcalde de Málaga, pasó «jugando con la nieve junto a mis amigos».

«En esos momentos yo tenía once años. Recuerdo que cuando me levanté por la mañana vi la ciudad nevada. Ese día nos dieron vacaciones en el colegio y estuve jugando con la nieve con mis amigos en zonas como la calle Alcazabilla, que era muy distinta a como la conocemos hoy», explica De la Torre en conversación con SUR.

Fernández Verni, que tenía doce años, vivía en el Camino de Antequera que «en esos momentos estaba a las afueras» de la ciudad «y era todo campo». «Me llevé una gran impresión cuando vi la nevada. Aquello era algo fuera de lo común que nos permitió ver una imagen distinta e irrepetible de Málaga. Es una experiencia que no se olvida fácilmente», dice Fernández Verni, quien ese día no fue al colegio de los Maristas (estudiaba tercero de Bachillerato) y disfrutó de la nieve junto a sus amigos.

Junto a las imágenes bucólicas que dejó la jornada, Francisco Fernández Verni también recuerda que hubo una cara menos amable: «El padre de un amigo mío, que era almacenista de cítricos, había comprado, entonces se hacía así, una gran parte de la cosecha de limones en el árbol y se le helaron por lo que tuvo un gran perjuicio económico; le pasó también a otra gente».

De la Torre subraya la «insólita estampa» que aquel día presentó Málaga y rememora que en esos momentos se hablaba y se publicó en la prensa de la época que la anterior nevada en la capital había sido también en febrero de 1882. Fernández Verni apostilla que aquel 3 de febrero de 1954 en la ciudad «sólo hubo un tema de conversación: la nevada».