Un día de abril de 1614 Málaga recibió con euforia la noticia de la beatificación de la bienaventurada madre Teresa de Jesús. Para celebrar este acto, se ordenó imprimir en la Imprenta de Juan René -quien, en 1611, había sido el impresor de las Ordenanzas ... de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Málaga-, el siguiente opúsculo:
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«Sermón predicado en el convento de las descalzas Carmelitas, en la Beatificación de la Santa Madre Teresa de Jesús, por el Padre Francisco de Soto, Religioso de la Compañía de Jesús. Dedicado a la misma Santa«.
En el Archivo Municipal, en su Colección de Originales encontramos el siguiente documento en el volumen 11, folio 311, 4 agosto de 1618, que dice:
«El Rey Concejo, Justicias, Regidores, Caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de la Ciudad de Málaga: considerando estos mis Reynos juntos en Cortes lo que los han ilustrado el haber sido en ellos el nacimiento de la bienaventurada virgen Santa Teresa de Jesús, su admirable y santa vida, y dichosa muerte, dejándolos enriquecidos con el tesoro de sus reliquias, que con tanta entereza se conservan, y las grandes maravillas que nuestro Señor obró en ella, sus muchos y calificados milagros, el gran fruto que se conoce en las plantas que en su religión se crían, y lo que se va extendiendo su devoción en las Naciones extranjeras, y siendo justo que la suya se aventaje con particulares demostraciones, han acordado recibirla por su patrona y abogada después de Santiago Apóstol para invocarla y valerse de su intercesión en todas sus necesidades; y nuestro Santo Padre a mi instancia y suplicación, también se ha querido mostrar por su parte, expidiendo su Breve para que en todos estos mis reinos de España se pueda rezar y decir misa de esta bendita santa en que parece obra nuestro Señor por todos caminos para que su devoción se extienda, y por ser muy particular la que yo tengo, y la que deseo que en todos mis súbditos se asiente la misma, os he querido avisar de esto, y mandaros, como lo hago, publiquéis, y lo otro, y con demostraciones de gozo y regocijo que ordenaréis se hagan en cinco de octubre, que es el día del glorioso tránsito de esta bienaventurada Santa la admitáis y recibáis por Patrona y Abogada, con el aplauso que se le debe, en que me tendré de vosotros por servido, y en que me aviséis de cómo lo habéis puesto en ejecución. De San Lorenzo el Real a 4 de Agosto de 1618.
Yo El Rey«
Sí se nos ocurre pensar y preguntarnos cuándo y por qué fue Santa Teresa patrona y defensora de los abogados. Pudo tener su origen en el mismo texto de Felipe III cuando la propone como «Patrona y Abogada». Serán los Colegios profesionales los que puedan darnos la respuesta. Prescindiendo de comentarios y justificaciones podemos intentar reconstruir los hechos a partir de la muerte de la Santa:
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El 4 de octubre de 1582, muere en Alba de Tormes «hacia las 9 de la noche». Se celebrará el día 5 de dicho mes y año, que es el día de su glorioso tránsito. En abril de 1614 (el día 25) Paulo V por un breve, la declara beata. Aquel mes se recibe la noticia en Málaga. El 4 de agosto de 1618 se fecha la R. C. de Felipe III, para que se celebre.El 12 de marzo de 1622 será canonizada por Gregorio XV, pero ya en su beatificación se le denomina Santa. La Iglesia establece su celebración el 15 de octubre. Finalmente, el 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la declaró Doctora de la Iglesia.
Lo fundamental era la cédula de Felipe III: el documento en el cual se propone a la Santa (que todavía no lo era ni estaba reconocida como tal) por Patrona y Abogada de todos los reinos de España.
El 7 de agosto de 1776, fiesta de San Cayetano, un grupo de abogados asociados, bajo la advocación de Santa Teresa de Jesús, solicitaron y obtuvieron del rey Carlos III, por una Provisión Real, la gracia de ser constituido oficialmente en Colegio, con filiación al de la Corte.
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Dicha Corporación quedó definitivamente constituida, según consta en el Acta de Fundación del Colegio:
«…vaxo la Protección de María Santísima… de la Concepción…, y de Santa Teresa…, principió nuestro Collexio de Abogados de Málaga por Cavildo y Junta General celebrada en la nueva Sachristía de la Parroquia de los Santos Mártires Patronos de esta dha Ciudad, en la tarde del día nueve de octubre del año mil sietecientos setenta y seis…».
Ya hemos comprobado, cómo los abogados malagueños asociados, aun antes de crearse el Colegio, tenían como patrona a la Santa de Ávila. Para redundar más en lo dicho, en el Expediente de constitución del Colegio, Real Provisión 7 agosto de 1776 leemos:
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«… Por tanto, para remedio, y precaución de todo ello, y conseguir las mismas decorosas, e importantes satisfacciones dispensadas para los expresados otros Colegios en los Decretos de su formación, y establecimiento… con respecto a adoptar en un todo sus Constituciones, y Estatutos hechos de conformidad con los del de esta Corte… con sola la diferencia en la advocación, y Santo titular, y tutelar, que habiéndolo sido hasta de presente Señora Santa Teresa de Jesús de aquella voluntaria Sociedad siempre habida entre mis Partes, quieren continuar baxo de su protección, después de la principal de María Santísima nuestra Señora en el alto Mysterio de su Concepción Inmaculada…»
Según consta en las Actas del Colegio, la primera función tuvo lugar el 22 de octubre de 1776 en el convento de las Carmelitas, y se aprovechó la ocasión para que todos los Colegiados, una vez terminada la función religiosa, pasasen a la casa del Secretario del Colegio [Bernardo José Montaldo y Saavedra], situada enfrente del Convento, y se obligasen bajo palabra de honor a no firmar pedimento alguno, aunque fuera hecho por persona literata, que no estuviese incorporada al Colegio. Así se daba cumplimiento a uno de los motivos de la fundación del Colegio: evitar el intrusismo profesional.
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Elegir el convento de las Carmelitas para la función de Santa Teresa parece lo lógico; sin embargo, no era conveniente hacer allí de forma habitual las celebraciones, por las cuestiones que podrían surgir si algún año se trasladaba a otra iglesia. Por esta causa el Colegio, para evitar largos y complicados litigios con parroquias y órdenes religiosas o de ellos entre sí, dispuso: «… no acudir a la misma iglesia más de dos años consecutivos». Esta norma se cumplió con mucho rigor.
En los actos de celebración del día de la Patrona, en el año 1816, se editó un pequeño folleto en cuya portada leemos:
«Sermón de Santa Teresa de Jesús dedicado al Ilustre Colegio de Abogados de Málaga en la iglesia de San Felipe Neri de dicha ciudad, por el Dr. D. Antonio Corrales y Luque Deán de su Santa Iglesia Catedral, en 15 de octubre de 1816».
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Siguiendo consultando las Actas del Colegio, observamos que años después, la celebración de la Patrona, tras un periodo de cierto olvido, había vuelto a celebrarse en todo su esplendor. Concretamente, en el año 1849, el domingo 21 de octubre, se reunieron los colegiados en el Salón de Sesiones del Colegio, sito en el Hospital de San Julián, y partiendo en los coches preparados al efecto se dirigieron a la calle Nueva a la iglesia de la Concepción, donde ese año se celebraba la función religiosa en honor de Santa Teresa.
Como hemos comprobado, pese a algún hecho puntual, desde su constitución -salvo los años 1823 (Trienio Liberal: 1820-1823), y 1936, por razones obvias-, todos los 15 de octubre, el Ilustre Colegio de Abogados de Málaga continúa celebrando, puntualmente, una serie de actos en honor a su Patrona.
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No nos resistimos a mostrar la opinión que tenía Santa Teresa de los abogados, publicado en un pasaje de sus obras:
«Los letrados tienen un no sé qué que entienden la verdad, y si no son derramados, [apartados] nunca se espantan de aquellas maravillas que Dios obra en las almas».
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