El puerto, a principios del siglo XX. Legado Temboury-Biblioteca Virtual de la Provincia de Málaga

El caso de las patatas asesinas. La tragedia del 'Schleswig' en el puerto de Málaga

A la sombra de la historia ·

Su tripulación estaba compuesta en 1914 por 206 marineros y estaba realizando un viaje de placer con 144 pasajeros a bordo

víctor heredia

Viernes, 13 de agosto 2021, 00:57

En la primavera del año 1914 en Europa se extendía la sensación de que la guerra estaba próxima. Las grandes potencias aumentaban sus preparativos bélicos ... y la tensión internacional era creciente. Pero aun en esas circunstancias los incipientes servicios turísticos seguían funcionando.

Publicidad

El turismo ya era visto como un elemento dinamizador de la economía local. El 16 de mayo se reunieron los miembros de la Junta Provincial de Turismo para estudiar la forma en la que Málaga podría estar representada en la Exposición Internacional que se iba a celebrar en Londres, llegando a la conclusión de que no se iba a concurrir por falta de tiempo y preparación. ¡Cuánto iban a cambiar las cosas en las décadas siguientes!

Al día siguiente, el domingo 17, arribó al puerto de Málaga un crucero turístico de bandera alemana. Era el vapor 'Schleswig', de la compañía Norddeutscher Lloyd. Su tripulación estaba compuesta por 206 marineros y estaba realizando un viaje de placer con 144 pasajeros a bordo.

Los turistas, que eran alemanes, austriacos e italianos, tenían programadas varias actividades durante su estancia en la ciudad. Primero asistieron a una corrida de toros el mismo día de su llegada. El martes 19 se desplazaron en un tren especial a Granada para visitar la Alhambra. Cuando por la noche los excursionistas regresaron al barco, se encontraron con la tragedia. Sigamos la narración del reporter del diario 'El Popular', único periódico local del que se conservan ejemplares de aquellos días.

Publicidad

El 'Schleswig'. www.messageries-maritimes.org

A eso de las tres de la tarde el encargado de provisiones bajó a la bodega número 4 del 'Schleswig', en la que se almacenaban alimentos, especialmente barricas de patatas y sacos de harina y de arroz. Como no regresaba el cocinero envió a otro marinero en su busca, pero tampoco volvía. Ante la tardanza de los dos primeros, descendió a la bodega un tercero. Luego un cuarto hombre acudió a ver qué pasaba con los anteriores.

Entonces fue enviado un quinto tripulante, que tomó ciertas precauciones. Al bajar empezó a notar los efectos de una fuerte congestión y a duras penas pudo regresar a cubierta. Ante su aviso de que algo raro estaba pasando se dispuso que uno de los carpinteros del barco se internara en la bodega provisto de una escafandra. Cuando entró pudo contemplar el dantesco panorama de los cuatro cuerpos derrumbados sobre los sacos de patatas. El médico de la colonia alemana, el señor Brausewetter, y el segundo director de la Estación Sanitaria del puerto intentaron por todos los medios a su alcance recuperar a los cuatro desafortunados, sin éxito. El superviviente recibió asistencia y su estado mejoró en las horas siguientes.

Publicidad

El barco en Venecia. www.messageries-maritimes.org

Poco después se presentaron en el buque el cónsul del Imperio Alemán, Rudolf Frömke, y representantes de la consignataria del barco, la casa Baquera, Kuche y Martin, encargada de atender a los turistas durante su estancia en Málaga. Inmediatamente se iniciaron las investigaciones para conocer la causa de las muertes. Para esclarecer los hechos se contó con la colaboración del químico Enrique Laza Herrera, quien llegó a la conclusión de que los marineros fueron cayendo en letargo en cuanto accedían a la bodega, falleciendo asfixiados en unos minutos por los gases tóxicos acumulados.

La falta de ventilación fue clave para propiciar la tragedia. Al parecer la bodega llevaba tiempo sin abrirse y la fermentación de los alimentos allí almacenados había generado un ambiente letal. Las víctimas eran German Gustav Friedric, encargado de provisiones; Karl Friedric Herel, marinero; Rudolf Karl Malorny, carpintero, y Johannes Niewards, aprendiz de marinero. El doctor Brausewetter certificó la causa de la muerte sin necesidad de recurrir a la autopsia de los cuerpos.

Publicidad

El 'Schleswig', Brausewetter y Laza

El doctor Brausewetter. miventanabiertalmundo.blogspot.com

El 'Schleswig' era un buque construido en 1902 en los astilleros Vulcan de la ciudad de Stettin, de 136 metros de eslora y casi 7.000 toneladas de registro bruto. Mientras formó parte de la Norddeutsche Lloyd fue utilizado especialmente para la ruta hasta el puerto egipcio de Alejandría. Después de la Primera Guerra Mundial el barco fue entregado a Francia como parte de las reparaciones impuestas a Alemania. Asignado a la compañía Messageries Maritimes, fue rebautizado con el nombre 'General Duchesne', estando en servicio en la línea postal entre Marsella y la costa oriental de África. Fue desguazado en 1932. Por su parte, Maximilian Brausewetter, médico de la colonia alemana en Málaga, donde residía en una casa que construyó en el Monte de Sancha (Villa Alemania), regresó a su país al estallar la Gran Guerra, poco después de la tragedia del 'Schleswig'. Una de sus hijas malagueñas, Renate, fue actriz en los años veinte. En cuanto a Enrique Laza Herrera, natural de Vélez-Málaga, regentaba una farmacia con un importante laboratorio químico y fue presidente de la Sociedad Malagueña de Ciencias en dos ocasiones.

Esa misma noche sus cadáveres fueron conducidos al Cementerio de San Miguel, donde recibió sepultura el marinero católico. Los otros tres de religión protestante fueron inhumados en el adyacente cementerio civil. El hecho de que no ingresaran en el Cementerio Inglés da idea del elevado grado de tensión existente en esos momentos entre Alemania y Gran Bretaña. Al enterramiento asistieron muchos malagueños, así como miembros de la colonia alemana, los tripulantes que estaban libres de servicio y los turistas que viajaban en el buque, pero no hubo presencia de las autoridades locales.

El farmacéutico Laza estimó que la fermentación del arroz y de las patatas fue absorbiendo el oxígeno de la bodega en un proceso de combustión lenta o sin llamas, que generaba ácido carbónico. Este tipo de accidentes, que provocan una muerte 'dulce' porque la pérdida de conocimiento precede a la asfixia, han sido tristemente frecuentes en barcos, almacenes y otros espacios cerrados y sin ventilación en los que se guardan productos que pueden generar gases tóxicos.

Publicidad

Se tardó un día entero en vaciar las 300 toneladas de afrecho de arroz que permanecían en el pañol del 'Schleswig'. Aquella misma noche, una vez vaciada la bodega y enterrados los marineros fallecidos, el barco zarpó con rumbo a Tánger, siguiente parada del grupo de turistas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad