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Momento de la grave cornada a Litri. Vida Gráfica, 22-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
Diez momentos clave de la muerte de Manuel Báez 'Litri' en Málaga

Diez momentos clave de la muerte de Manuel Báez 'Litri' en Málaga

El famoso diestro onubense murió el 18 de febrero de 1926 a consecuencia de una grave cornada que sufrió una semana antes y el suceso causó mucha impresión en España

SALVADOR VALVERDE

Jueves, 18 de febrero 2021, 00:36

El famoso diestro onubense Manuel Báez Litri murió en Málaga el 18 de febrero de 1926 a consecuencia de una grave cornada que sufrió una semana antes. El suceso causó mucha impresión en España tal como refleja la prensa de la época. Estos son diez momentos clave de este trágico hecho.

  1. 1.

    Los reyes de España en Málaga

Málaga recibió una visita oficial del rey Alfonso XIII y de su consorte, María Victoria de Battenberg, del 10 al 13 de febrero. Entre sus actos destacaron la inauguración del Hotel Príncipe de Asturias, actual Gran Hotel Miramar Málaga; la inauguración de la estatua dedicada al comandante Benítez en la plaza Augusto Suárez de Figueroa, actual plaza de la Marina (actualmente la estatua está colocada en los jardines del Parque); colocaron la primera piedra del sanatorio para tuberculosos cerca del puente de Armiñán; la reina entregó la bandera de España a la tropa Regulares de Melilla; se bendijo la bandera del cañonero Canovas del Castillo; se colocó la primera piedra del colegio de Industriales; y el rey, acompañado del ministro de Fomento y Obras Públicas, Rafael Benjumea Marín, recorrió en automóvil varias localidades costeras de la provincia. La ciudad también recibió la visita del presidente del Consejo de Ministros, Miguel Primo de Rivera.

Archivo Legado Díaz de Escovar del Museo Unicaja de Artes y Costumbres Populares.

  1. 2.

    Rápida organización de la Corrida Regia

En Málaga no había previsión de una corrida de toros hasta Domingo de Resurrección, pero para agasajar la presencia de los reyes se organizó una con poco tiempo de margen. El escritor Juan Cortés publicó al respecto lo siguiente en su obra 'El toreo por dentro': «La corrida hubo de organizarla con grandes contrariedades y disgustos. El primero fue de tener que organizarla de prisa». No era habitual -y menos en esa época- dar corridas de toros tan a principios de año. Se preparó todo para el 11 de febrero, en el segundo día de estancia de los reyes en la ciudad. Sería la primera corrida oficial de ese año en España y única en el mes de febrero. Los diestros que acompañarían a Litri fueron Marcial Lalanda y Antonio de la Haba Zurito. La ganadería contratada era del marqués de Guadalest. El rotativo onubense La Provincia publicó que Litri dijo que desde la última corrida de la temporada anterior no pudo ni torear de salón.

Anuncio de la corrida en El Cronista, 11-02-1926. (Archivo Legado Díaz de Escovar del Museo Unicaja de Artes y Costumbres populares)
  1. 3.

    Problemas con la contratación de Litri

Sobre la contratación de Manolito Litri se publicó que fue confirmada después de que el matador Antonio Márquez rechazara las condiciones ofrecidas. Aunque exactamente no fue así, sí que hubo dificultades en la negociación de la contratación que casi hizo que el onubense no formara parte del cartel. Así lo publicó La Unión Mercantil: «Lo ocurrido fue que al entrevistarse en Sevilla el gerente de la empresa malagueña con don Manuel Pineda, apoderado de Litri, solicitó para este iguales honorarios y corridas que tuviera Niño de la Palma. Y como estas pretensiones no pudieran ser aceptadas, el señor Álvarez telefoneó a sus compañeros: «No llegué acuerdo con Litri. Conferencia con Márquez y contrátalo». Horas después, rectificadas las pretensiones del señor Pineda, telegrafió al señor Álvarez que Litri estaba contratado. Juan Cortés también se refirió al respecto en 'El toreo por dentro': «El contrato de Litri se consiguió después de vencer no pocas dificultades, porque a su apoderado don Manuel Pineda le gustaba dilatar la terminación de los contratos, porque esto le daba postín y categoría en aquellos tiempos».

Pase de muleta de Litri. Nuevo Mundo, 19-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
  1. 4.

    La advertencia que Zurito dijo a Litri

El primer toro para Litri fue el segundo de la tarde. Extremeño, berrendo en negro, listón y botinero, apretado y regular de cornamenta, era el de menor tamaño y el que menos pesaba de todos; sustituyó al que realmente le tocó en suerte porque este acabó herido de asta en una refriega con otro cornúpeto. Antes de empezar la faena de muleta, el diestro cordobés Zurito advirtió a Litri, tal como explicó a la prensa: «Decidido a realizar una faena cumbre, ordenó a todos los individuos de su cuadrilla que le dejasen solo con el toro. Entonces se retiraron todos los toreros al estribo; nos retiramos todos. Antes de brindar me acerqué al llorado compañero, le dije: ¡Cuidado Manolo, que el toro achucha mucho por el lado derecho! Manolo, sin vacilar, repuso: Como no me coja en el primer pase, este no me coge».

Extremeño, el toro de Guadalest que corneó a Litri. Vida Gráfica, 22-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
  1. 5.

    La cogida trágica

La cornada se produjo en el primer pase de muleta. Este consistía en un ayudado por alto, conocido como «el de la muerte». Así lo explicó el rotativo El Cronista: «El Litri, presentó con valentía el trapo rojo para iniciar la faena, y al engendrarla con un gran pase por alto, el cornúpeto alargó tranquilamente el cuello y empitonó al espada por el muslo derecho, campaneándolo horriblemente y tratando de recogerlo cuando ya cual herido ensangrentaba la arena del circo». Zurito declaró que «el Litri citó muy en corto, con un valor sin límite aguantó muchísimo al toro, y por eso lo cogió. Si Manolo se hubiese aliviado siquiera un poco en la suerte no le coge el toro, pero citó esta forma tan estatuaria, que el animal no tuvo sino que volver la cabeza para engancharlo. La cornada se la dio en ese momento, y ya en el suelo le zarandeó tirándole infinidad de hachazos».

Litri recién levantado de la arena después de la cogida. Vida Gráfica, 22-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
  1. 6.

    Entre la vida y la muerte en la enfermería

Cuando separaron el toro del valiente torero onubense, este respondió con una sonrisa a la pregunta de cómo se encontraba. Fue llevado rápidamente a la enfermería cuando comprobaron la abundante hemorragia. Según publicó La Unión Mercantil, el rey, impresionado por el trágico momento, ordenó al alcalde de Málaga de por aquel entonces, el doctor José Gálvez Ginachero, a que fuera rápidamente a la enfermería a asistir también al herido. Mientras, según se publicó en prensa, el doctor José Lazárraga salvó la vida de Litri en esos momentos taponándole eficazmente la vena safena con los dedos. Gálvez Ginachero se encargó de anestesiar al onubense y Lazárraga realizó de la primera intervención. Este declaró : «merced a la prontitud y a la eficacia de la cura practicada en la enfermería y a la robusta naturaleza del herido, la vida de éste está salvada». El parte médico fue el siguiente: «Durante la lidia del segundo toro ha ingresado en esta enfermería el matador Manuel Báez Litri que sufre una herida de diez centímetros de extensión y dirigida hacia arriba en el triángulo de scarpa derecho con gran hemorragia. Inmediatamente se procede al desbordamiento de la herida bajo anestesia, descubriéndose grandes desgarros musculares y desgarradura de la vena safena en su desembocadura en la femoral. Pronóstico grave. –Doctor Lazárraga».

Litri llevado rápidamente a la enfermería. Nuevo Mundo, 19-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
  1. 7.

    Semana agónica

Litri fue trasladado a la clínica del doctor Lazárraga, que estaba situada en la zona de Monte Sancha. Aunque al día siguiente parecía que estaba mejorando, el parte médico del día 13 de febrero confirmaba que en la pierna herida sufría una severa gangrena. A lo largo de la semana, el onubense, con fiebre alta de hasta 40 grados, no mejoraba de la infección. Litri pasaba de un estado de desánimo al de delirio. En un momento preguntó que cuándo se iban a Castellón, que pronto era la corrida que allí tenía contratada. Exclamó «¡Todo se acaba en este mundo, y esto también se acabará!». Su madre dijo que si salía de esta con vida, quemaría todos los trajes de luces de su hijo. Litri comentó a su amigo y banderillero Manuel Galea que no se fuera porque se moría, «y si no me sacas de aquí me muero más pronto». Gálvez Ginachero declaró a la prensa que la gangrena fue causada por la infección que tenía el asta con la que sufrió la cornada después de cornear a uno de los caballos en el tercio de varas. El rotativo Informaciones afirmó que «la forma gaseosa de la gangrena es la más grave, pues resulta casi imposible de regular o detener, y la difusión de ésta infección es rapidísima».

Última foto en vida de Litri. Vida Grafica, 22-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
  1. 8.

    Amputación

El doctor y cirujano Juan Mc. Donald llegó a Málaga, procedente de Huelva, en la mañana del 17 de febrero. Tanto él como los doctores Lazárraga y Gálvez Ginachero acordaron que la única manera para salvar la vida a Litri era amputándole la pierna desde la cadera, operación de extrema gravedad. Su padre accedió diciendo que «lo primero es salvar al hijo de mi alma, aunque se sacrifique el torero». La Unión Mercantil publicó lo siguiente respecto a la operación: «En ésta se hallaban con el señor Lazárraga, su hermano don Ignacio, su ayudante el señor Bustamante y el doctor Mc. Donald. El señor Lazárraga, auxiliado por los dos primeros llevó a cabo la arriesgadísima operación, que tardó en ejecutarse cuarenta minutos. A la amputación de la pierna de Litri asistió como único testigo el señor Mc. Donald, pues los señores Lazárraga (don Ignacio) y Bustamante auxiliaron, como decimos, al operador». El parte médico de la operación fue el siguiente: «En vista de la infección gaseosa que sufre el matador Manuel Báez Litri y no teniendo tendencia alguna a mejorar, hemos creído prudente hacer una amputación alta del muslo. José Gálvez, Juan Mc. Donald, José Lazárraga». En ese momento murió Litri torero, al día siguiente moriría Manuel Báez.

Los doctores en la entrada de la clínica antes de empezar la operación. Vida Gráfica, 22-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga)
  1. 9.

    Muerte de Manuel Báez Litri

Litri quedó en estado de postración enorme después de la operación. En las primeras horas del 18 de febrero el onubense, consciente y tranquilo, dijo que sentía pocas molestias y pensaba que iba a salir de esta. Pidió algo para leer, pero pasado un tiempo les abandonaron las pocas fuerzas que tenía y no pudo ni sostener el libro. Alrededor de las 7:30 h. su padre pidió que se le administraran los Santos Sacramentos. Todos sus compañeros de cuadrilla y amigos se despidieron del joven torero antes de que falleciese sobre las 10:20 h. Se telegrafió a la Casa Real y a Miguel Primo de Rivera para anunciarles la triste noticia. Su amigo Manuel Galea declaró que Litri «no se había dado cuenta de la pérdida de su pierna y que era el único consuelo que se había llevado a la otra vida».

El cuerpo de Litri acompañado por amigos y compañeros. (Archivo Jákara Editores)
  1. 10.

    Cortejo fúnebre en Málaga

Aunque a Manuel Báez Litri lo enterrarían en Huelva, este fue velado en la misma clínica donde murió. Numerosos aficionados y curiosos se despidieron del torero. También fueron a la clínica compañeros de profesión de Málaga, como Paco Madrid, Andrés Mérida, Trinitario, Torerito de Málaga, etc. A las 9:00 h. del día 19 empezó un cortejo fúnebre acompañado por centenares de personas desde la clínica hasta la ermita de Zamarrilla, lugar donde esperaba la camioneta para trasladar al finado a Huelva. Recorrieron el paseo de la Caleta, el Parque, Acera de la Marina, Alameda, puente de Tetuán, pasillo de Santo Domingo y calle Mármoles.

El cortejo fúnebre por la Alameda. Vida Gráfica, 22-02-1926. (Archivo Municipal de Málaga

Entre otros, presidieron el cortejo su padre, su apoderado, el mozo de espada, el empresario de La Malagueta Félix Álvarez y Juan Cortés. El féretro fue llevado entre los compañeros de profesión de Málaga e integrantes de la cuadrilla del malogrado torero. La camioneta salió hacia Huelva poco antes de las 11:30 h., pero en el Puerto de la Torre hicieron una breve parada para fotografiar el féretro dentro de la camioneta. Al día siguiente, el 20 de febrero, a Litri se le enterró en el antiguo cementerio de San Sebastián de Huelva; hoy día sus restos están en el cementerio de la Merced.

Más información sobre la vida y muerte de Manuel Báez Litri en el libro Carne de Hierro (Jákara Editores), de Salvador Valverde.

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