![Lugares que no se llaman así: de La Manquita al 'Michael Jackson' (I)](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202107/30/media/cortadas/0.%20catedral-RSihsPuSLX13GvC1QtAxwdM-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
![Lugares que no se llaman así: de La Manquita al 'Michael Jackson' (I)](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202107/30/media/cortadas/0.%20catedral-RSihsPuSLX13GvC1QtAxwdM-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
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Es un fenómeno común en muchas ciudades, a medio camino entre la inventiva popular o el recuerdo de hechos relevantes que terminan por cambiar los nombres oficiales por los oficiosos. Y son estos últimos los que ganan la partida a la hora de orientarse por ... el callejero local. En este escenario general, Málaga no es ninguna excepción; es más, la capital está plagada de esas referencias que dibujan un mapa más sentimental que real, y a veces incluso más divertido. Por comenzar con uno de los monumentos más importantes de la ciudad, la catedral de Málaga es 'La manquita' para todos porque le falta una torre, el cercano edificio de La Equitativa también es conocido por 'La gallina turuleca' (o caponata) por los tres óvalos en forma de huevo que rematan su pararrayos o, más recientemente, la fuente que preside la plaza de Sandro Botticelli, en Teatinos, ha terminado por rebautizar ese espacio de Teatinos por 'La fuente de colores', de los Teletubbies o las tizas por sus 14 cilindros multicolor. Por no hablar de nombres más sonoros y casi incomprensibles para los turistas como la 'plaza de la mierda' o la 'cuesta del coño' para referirse, respectivamente, a la céntrica plaza San Pedro de Alcántara y la calle Carrión, que asciende hacia El Ejido.
¿Cuáles de esos nombres son los más populares? ¿Cómo llegaron al imaginario colectivo hasta relegar a las denominaciones oficiales? Recientemente, la página de Facebook 'Historia de Málaga' planteó una consulta a instancias de uno de sus miembros, el geógrafo e impulsor del proyecto '¿Dónde estabas, Málaga?, Anton Ozomek, para recopilar algunos de esos lugares que ya no se recuerdan por su nombre original sino por ese ejercicio de inventiva popular. Del medio centenar de espacios seleccionados y divididos en las categorías de barrios/distritos, edificios, equipamiento/mobiliario urbano, industrias, red viaria y 'otros', esta primera entrega de 'Lugares que no se llaman así' hace un repaso por diez de ellos:
1
Es quizás una de las denominaciones más extendidas para referirse al templo principal de la capital, cuyo nombre oficial es Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación. Situada en la plaza del obispo, es una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía y fue mandada a construir por los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad, en 1487. El templo comenzó a erigirse en 1525 y finalizó en 1782, aunque con una peculiaridad: la segunda torre está sin terminar, por eso se la conoce como 'La Manquita'. Sobre las causas que llevaron a esa falta de fondos para finalizar la obra y que convierten a la catedral de Málaga en un caso único existen varias teorías, la más extendida (y oficial) es que esa cantidad necesaria para terminar no sólo la torre sino otros elementos como la sacristía mayor, el tejado o la espadaña central fue destinada a sufragar los gastos de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, en la que tomó parte el malagueño Bernardo de Gálvez.
2
Se le conoce como 'La gallina turuleca', 'La gallina caponata' o el edificio 'de los tres huevos' por los tres óvalos en forma de huevo que rematan el pararrayos de la torre principal del edificio. Construido sobre el solar que históricamente ocupó el palacio de los Larios (destruido en julio de 1936), en 1947 la compañía de seguros 'La Equitativa' adquirió los terrenos para convertirlo en un edificio que fue inaugurado en 1956 a partir de un proyecto de los arquitectos Juan Jáuregui Briales y Manuel Cabanyes y Mata. La construcción introdujo en la ciudad el modelo de rascacielos norteamericano, aunque con elementos autóctonos en su decoración, como esa torre de inspiración andalusí que lo remata y cuyo pararrayos la rebautizó para la mayoría de malagueños. En breve abrirá de nuevo sus puertas como un hotel de lujo con esa seña de identidad intacta.
3
Si por algo se caracterizan algunos nombres de lugares o edificios rebautizados en Málaga es por la agudeza y el sentido del humor. Sin duda, el antiguo edificio negro está en el podio de esta forma de referirse a ellos. Es uno de los edificios administrativos más emblemáticos de la ciudad y alberga algunas delegaciones de la Junta de Andalucía: desde su construcción, los malagueños comenzaron a referirse a él como el 'edificio negro' por el color de su fachada, hasta que en el año 2015 se acometieron unos trabajos en el exterior del inmueble para mejorar la eficiencia energética. El cambio más evidente fue que esa 'piel' oscura se cambió por un revestimiento blanco, dando lugar a una de las denominaciones más ingeniosas de nuestro callejero: desde entonces, los malagueños se refieren a él como el 'Michael Jackson', asimilando esa metamorfosis a la del mítico cantante, que invirtió buena parte de su vida (y ahorros) en aclarar el color de su piel.
4
Es una de las escasas referencias que quedan en el litoral de la capital del pasado esplendoroso de Málaga como potencia industrial. Ubicada en la zona oeste, en el Paseo Marítimo de Poniente, la chimenea más famosa de la ciudad, de 106 metros de altura, nació en el primer tramo del siglo XX como complemento a la Fundición de Plomo de Los Guindos, una de las grandes fábricas malagueñas que funcionó durante más de 50 años. Sin embargo, en la ciudad se la conoce, por aclamación popular, como la Torre Mónica, aunque ya antes de esta historia de amor adolescente, muchos malagueños se referían a ella como 'el tubo'. Tras su clausura como fábrica en 1979, la imponente chimenea comenzó a ser conocida con ese nombre de mujer en 1993, cuando amaneció pintada con un enorme 'Mónica' a lo largo del tubo. El segundo protagonista de esta historia fue José Carlos, el novio que en un intento de que su chica se reconciliara con él decidió escalarla y escribir el nombre de su amada. La pintada se eliminó en 2007, pero no los ecos de esa 'gesta': Mónica y José Carlos se reconciliaron, hoy tienen tres hijos y viven en Tenerife. Y siguen viniendo a Málaga para visitar ese símbolo que ya es de todos.
5
Es uno de los lugares más populares del centro histórico, en especial durante la Semana Santa. Precisamente en esta semana festiva está el origen de esa denominación oficiosa (ya casi oficial) de esta escalinata que separa el arranque de calle Carretería con el puente de la Aurora. ¿La razón? Para distinguir ese punto del itinerario de otras tribunas -caso de la de La Alameda o calle Larios- donde hay que pagar para poder ver las procesiones. En la de los pobres, en cambio, no hay que pagar para disfrutar de los desfiles procesionales, y el público se reparte por la escalinata a modo de tribuna gratuita. Precisamente por eso es uno de los lugares más concurridos.
6
Probablemente sean pocos los malagueños que se refieran a la plaza que da forma al jardín frente al Colegio Maristas como la plaza de La Victoria. En este caso, la denominación Jardín de los Monos gana por goleada en ese callejero paralelo que han construido los vecinos. La razón de este cambio hay que buscarla, efectivamente, en los años en que la plaza albergaba en el centro una gran jaula con simios, cuyo origen y procedencia no pone de acuerdo a los historiadores. Sí está documentado, sin embargo, que esa exótica infraestructura se mantuvo en la plaza de la Victoria hasta la década de los 50 del siglo XX, y también que los monos hacían las delicias de niños y mayores. Especialmente conocido fue el último de los simios que quedó en la jaula, llamado 'Perico', que acabó sus días en el pueblo de Humilladero cuando las autoridades terminaron con esa atracción tan popular.
7
A veces, los nombres que terminan bautizando los lugares de tránsito no responden a anécdotas curiosas o ingeniosos parecidos, sino a realidades no especialmente positivas ni luminosas. Es el caso de la céntrica plaza San Pedro de Alcántara, que durante años fue conocida como la plaza de la Mierda -aún hoy muchos se refieren a ella con ese nombre- por la suciedad que acumulaba. Por fortuna, esa estampa quedó atrás con las recientes transformaciones del entorno, aunque en ese rosario de sobrenombres, la plazoleta también es conocida por la plaza del Alaska (por la marisquería que hubo allí durante años) o la plaza del Martinete, por la desaparecida tienda de antigüedades que también se ubicó allí. Y habría que añadir una última denominación con nombre propio más allá del oficial, ya que desde finales de 2013, la plaza alberga un busto de Rockberto, el mítico cantante de Tabletom, fallecido en 2011 y ya una leyenda en el imaginario local.
8
Es una de las cuestas más endiabladamente empinadas de la zona centro, por eso no es de extrañar que este tramo que conecta la calle Refino con el campus de El Ejido se conozca con esta interjección tan castiza que ha ganado por mérito propio su espacio en el callejero popular.
9
La plaza de Sandro Boticelli es, desde hace más de dos décadas, uno de los puntos de referencia imprescindible para todo aquel que se mueva por la zona de Teatinos. Y no sólo porque la plaza supuso una nueva reordenación del tráfico, sino por la originalidad de la fuente que la preside. Hasta tal punto es así que los malagueños tardaron poco en bautizarla como la Fuente de colores, de los teletubbies, de los lápices o de las tizas, debido a los 14 cilindros de colores contrastando en orden que la abrazan y que lleva la firma del abogado y artista José Manuel Cabra de Luna y el arquitecto Ángel Asenjo. Su impacto visual es tal que desde que se inaugurara en 1999 se ganó, por derecho propio, el nombre oficioso. Más allá de esa característica, el conjunto está rodeado por una pequeña franja ajardinada, consta de un total de ocho estanques de diversas formas y tamaños y un juego de surtidores que dan sentido al conjunto, que se completa con dos pasarelas de hormigón a modo de puentes.
10
Desde cualquier perspectiva (en horizontal o desde arriba), no hay que tener mucha imaginación para entender por qué a este enclave de la avenida de las Américas muchos lo conocen como el 'saclextric'. La denominación no es exclusiva de Málaga -también en Madrid hay un nudo viario que recibe ese sobrenombre- y se refiere en concreto al nudo viario que termina por conectar en múltiples combinaciones, a través del puente de las Américas, las diferentes avenidas que discurren por la zona urbana.
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