A pesar de todo lo que ha llovido desde entonces, los más viejos del lugar no dudan en asegurar que la presencia de Liza Minnelli en Marbella en el verano de 1974 fue el acontecimiento ligado al mundo del espectáculo más importante en la historia de la ciudad. Resulta difícil establecer comparaciones tantos años después, pero remontarse a las crónicas de aquellos días permite comprender el revuelo que causó en la Marbella de los primeros años de la 'jet' la presencia de una mujer que acababa de conseguir el Oscar con Cabaret, uno de los musicales más célebres de la historia, y que durante tres días no solo ofreció actuaciones, sino que se dejó ver jugando al golf, bailando en un tablao y disfrutando de la mítica Marbella de los 70. Aquella visita aún permanece en el recuerdo, y no sólo por los diez millones de pesetas de la época que, según se dijo, cobró la artista por tres días de actuaciones, ni por las 5.000 que costaba asistir al show con cena incluida en el club de playa de Torre del Duque o los 1.600 que costaba solo con una consumición, sino sobre todo por el impacto promocional que supuso para Marbella traer a alguien que en ese momento era la estrella indiscutible del panorama mundial del espectáculo.
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P. GARCÍA
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