El legado por descubrir de Anita Delgado

Juan Antonio Casado empezó entonces a madurar el proyecto de realizar una gran serie sobre esta histórica malagueña, y a sumergirse en todos los detalles y episodios por los que pasó de la mano de Elisa, la mayor experta en la biografía de Anita. Y esa pasión le llevó en septiembre del año pasado a emplear buena parte de sus ahorros en comprar el legado de la protagonista de su proyecto audiovisual, más de cuatrocientos objetos de todo tipo que se han convertido en el mayor tesoro en Madrid de este profesor que, tras trabajar durante varios años en los ministerios de Educación y Cultura, dio el paso de sumergirse de lleno en el mundo que siempre le llenó más que ningún otro: el cine y la televisión.

Juan Antonio nació en Porcuna (Jaén) pero en Málaga pasó gran parte de su infancia y juventud. Aquí estudió Filología Inglesa y visita frecuentemente a su familia. «En pleno confinamiento, Elisa me comentó que había encontrado el legado de Anita Delgado y me animó a comprarlo. Finalmente, el año pasado lo pude adquirir a la anticuaria del barrio de Salamanca Consuelo Sierra», explica el productor, que ha contado con la ayuda de un malagueño también apasionado de la vida de Anita, el restaurador y coleccionista de vestidos antiguos Francisco Zambrana, para asesorarse en los modos de conservar correctamente todo lo que ha podido adquirir.

Ropas, joyas, documentos, fotografías, cuadros, muebles y un sinfín de objetos personales componen el legado de Anita Delgado que ha podido recuperar Juan Antonio Casado, que estuvo a punto de ser 'chico Hermida' cuando hacía sus pinitos en cadenas de radio y televisión malagueñas.

Las piezas que ha podido reunir cuentan la vida de una malagueña a la que su ciudad no ha hecho todavía justicia. «Todo el mundo habla de Anita pero no se ha hecho todavía algo serio y riguroso para proteger al personaje», apunta Elisa Vázquez de Gey, quien aprovecha la llamada de SUR para dejar claras algunas cuestiones. «No era analfabeta, nunca se llegó a divorciar del Maharajá de Kapurthala, fue ella la que se separó de él, y llegó a tener el rango de maharaní viuda cuando él falleció en 1949», señala esta escritora.

Juan Antonio también cree que este año en el que se cumplen 60 de la muerte de esta histórica malagueña es el momento para hacerle el homenaje que se merece en su tierra natal. Así, tras adquirir las piezas que componen su legado, se ha puesto en contacto con la Junta de Andalucía, la Fundación Unicaja y el Ayuntamiento para organizar una gran exposición para la que todavía no ha logrado conseguir el compromiso en firme de las instituciones. «Otras ciudades como Valladolid, La Coruña, Jaén o Cuenca me han ofrecido organizar la gran exposición con las piezas del legado de Anita Delgado, pero yo quiero que sea en Málaga», afirma Juan Antonio, quien sigue en negociaciones con la Consejería de Cultura, el Área de Cultura del Consistorio, la Fundación Unicaja y la Fundación Málaga para poder llevar a cabo esta iniciativa que descubriría la historia de una gran mujer todavía desconocida para muchos.

No obstante, confía en que las autoridades autonómicas y locales recapaciten y terminen apostando por esa muestra que vendría a rescatar para siempre la figura de una malagueña que también pretende llevar a la pantalla. Las piezas del legado están en manos de Juan Antonio y de la productora POK Production Ltd que comparte con su socio Davide Cottarelli. Ambos no pierden la esperanza en poder realizar tanto esa exposición como una gran serie sobre la vida de Anita Delgado para la que ya han contactado con plataformas audiovisuales de primer nivel.

Ver realizadas tanto la exposición como la serie sobre la vida de Anita Delgado son los mayores sueños de Juan Antonio Casado, quien detalla que, a su colección de más de cuatrocientas piezas podrían sumarse otras tantas que se encuentran en manos de un coleccionista de Londres y de la familia real de Qatar. Además, podrían incluirse cuadros como los que existen en el Museo de Málaga, y elementos singulares como el manto que la Maharaní donó a la imagen de la Virgen de la Victoria, Patrona de Málaga, y que nunca llegó a estrenar por las reticencias de los responsables religiosos de la época.

«Esa exposición sería un acontecimiento cultural de primer orden. El Palacio Episcopal podría ser el escenario perfecto para desarrollarla. Todavía confío en que se pueda organizar, pero si queremos que sea en otoño, tenemos que empezar a trabajar ya», argumenta Casado.

Mientras llega ese momento, cada cierto tiempo acude al cementerio de La Sacramental de San Justo en Madrid a limpiar la tumba de una joven malagueña que con apenas 16 años cruzó su mirada con Jagatjit Singh, Maharajá de Kapurthala (35 años), cuando su comitiva se dirigía por las calles de Madrid al enlace de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battemberg en mayo de 1906. Cambió entonces para siempre la suerte de aquella aspirante a bailarina, que se mudó con toda la su familia a la capital para probar suerte tras fracasar el negocio familiar en Málaga, el Café de la Castaña. El Maharajá se enamoró de ella perdidamente e hizo todo lo posible para convertirla en una de sus esposas.

Toda una vida de película que Juan Antonio Casado tiene desde hace años en su mente y que confía en poder rodar dentro de poco. Incluso tiene pensados algunos de los actores que podrían protagonizar la serie sobre Anita Delgado. Hasta entonces, se conforma con ofrecer el legado que posee para una gran muestra para la que contaría con la ayuda de Elisa Vázquez de Gey y Francisco Zambrana. Casado no pierde la esperanza de poner obtener en breve el apoyo necesario de las instituciones malagueñas para llevar a cabo su anhelado propósito.