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Durante la Guerra de la Independencia en muchos pueblos de la provincia de Málaga dieron la cara algunos valientes que se convirtieron en auténticos adalides para repeler la invasión de las tropas napoleónicas en el siglo XIX.
Entre ellos, está el guerrillero José Aguilar ... , nacido en Benaoján, y considerado hoy como uno de los personajes más heroicos de la Serranía de Ronda durante este período bélico.
Este valeroso serrano consiguió unir a vecinos y vecinas de Montejaque, Atajate, Benaoján, Cortes de la Frontera y Jimera de Líbar en la célebre batalla de La Puente, donde sorprendieron con su valentía a los soldados franceses, a pesar de ser muy inferiores en número. Cada año, en la segunda quincena de octubre, se recuerda este episodio bélico con una recreación histórica en el pueblo. A Aguilar se le atribuye también la capacidad de recoger información estratégica sobre los movimientos de las huestes napoleónicas a través de mesoneras.
Años antes de que comenzara la Guerra de la Independencia pocos podrían haber intuido que José Antonio Muñoz, que ha pasado a la historia como el 'cura de Riogordo' se convirtiera en un personaje decisivo para repeler la invasión francesa. Este religioso y militar dirigió una de las partidas más importantes de la Axarquía. Con ella intentó hacer frente en varias ocasiones a las tropas napoleónicas.
Conocido por su valentía, pudo obtener importantes victorias en localidades como Arenas, Benamocarra o Canillas de Albaida. Tras el fin de la guerra, poco se supo de él. Ni siquiera dónde y cuándo falleció.
En Algarrobo, también en la Axarquía, se recuerda la figura de José Segovia, un vecino que lideró a un grupo de guerrilleros que el 23 de septiembre de 1811 dio un severo varapalo a las tropas francesas. Según cuentan algunas crónicas, estos algarrobeños dejaron en el bando contrario una docena de muertos y varios heridos.
Al día siguiente, según la leyenda, el comandante Bellangé, que estaba al mando de la compañía a la que pertenecían las huestes derrotadas, entró en cólera y tomó una drástica decisión: quemar el pueblo de Algarrobo. Sin embargo, según un posterior relato, posiblemente de ficción, sólo quedó en amenaza, ya que otro algarrobeño, esta vez anónimo, evitó el incendio del pueblo al acudir a caballo hasta Málaga para pedir el perdón de las autoridades francesas. Hoy esta gesta, donde se mezclan historia y leyenda, se recuerda en esta villa de la Axarquía cada mes de septiembre con una recreación conocida como la 'Quema de Algarrobo'.
La épica en la Guerra de la Independencia también tiene en la provincia otro nombre propio muy conocido en Antequera. El Capitán Moreno, que cuenta allí, en el centro histórico de su ciudad, con una estatua que recuerda su papel vital en la lucha contra las tropas napoleónicas.
Eso sí, tuvo el final más trágico de todos, ya que, tras haber destacado en muchas batallas contra los franceses, fue capturado en tierras antequeranas por sus enemigos, quienes lo ejecutaron con garrote vil. Antes, conocedores de su valentía, le llegaron a ofrecer incluso el grado de coronel si acataba el mandato francés. Y su respuesta hoy se recuerda así de contundente: «el honor de un patriota español no se vende».
Entre esos héroes, hay otros nombres, como Juan Soldado, en Casabermeja, y otros menos célebres e incluso anónimos, que jugaron un papel fundamental en esos convulsos años.
Y, por supuesto, especialmente conocido fue Teodoro Reding, quien desde Málaga lideró con inteligencia y tesón la resistencia a las tropas napoleónicas. Además de participar en la batalla de Bailén, fue preside la Junta de Málaga y jefe de las tropas del Reino de Granada.
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