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En nuestro continuo deambular por el Centro Histórico de Málaga muchas veces no reparamos en aquellos elementos que, integrados perfectamente con la arquitectura de los antiguos edificios, pasan casi desapercibidos a nuestros ojos, pero que desde hace muchos años forman parte del paisaje natural de nuestra ciudad. Estos elementos nos ayudan a conocer también la historia. Este es el caso de los guardacantones o guarda esquinas. Los guardacantones generalmente son elementos reciclados de construcciones antiguas ya en desuso, tales como columnas, postes o pilares de piedra, aunque también se utilizaron elementos metálicos tales como cañones, como ocurre en la ciudad de Cádiz.
Colocados en las esquinas de las calles, su función primordial era la de resguardar de los carruajes las esquinas de los edificios, evitando que al chocar las ruedas de los carros produjesen daños en ellos. Los guardacantones también se colocaban a los lados de los paseos y de los caminos delimitando la zona por donde debían circular estos vehículos para que no se saliesen de ellas. Costumbre que se conservó hasta que se comenzó a generalizar el empleo de las aceras en las poblaciones modernas. En ocasiones se formaban recintos con guardacantones enlazados por cadenas de hierro para preservar algún edificio o monumento de la aproximación de estos carruajes. En nuestra ciudad afortunadamente se conservan un buen número de estos elementos, que pasamos a reseñar con la única y sana intención de que intenten localizarlos en alguno de esos paseos por el Casco Histórico de Málaga.
Comenzamos nuestra andadura en las inmediaciones del Muro de Puerta Nueva. Concretamente en calle Compañía esquina a calle Fajardo hay un guardacantón en el que aparece representado el escudo Carmelita. Con toda seguridad este edificio perteneció en algún momento a dicha orden. Vemos como en este escudo aparecen representados algunos de los emblemas carmelitanos. Una montaña estilizada con las laderas redondeadas, y cuya cima se proyecta hacia el cielo. Se refiere al Monte Carmelo, lugar de origen de la Orden del Carmen. El Monte Carmelo se encuentra en Haifa en Israel. En el siglo noveno antes de Cristo, vivió aquí el profeta Elías. En el mismo lugar, a finales del siglo doce después de Cristo, algunos eremitas, inspirados en el profeta Elías se agruparon «para vivir en obsequio de Jesucristo» (Regla Carmelita n. 2).
Tres estrellas de seis puntas, de las cuáles, una es de plata en el centro de la montaña y las otras de oro dispuestas simétricamente en el cielo, a la derecha e izquierda de las laderas de la montaña. La estrella inferior representa a los carmelitas todavía en camino hacia la cima del Monte Carmelo, mientras las otras dos estrellas superiores representan a los Carmelitas que han terminado su peregrinación y «han culminado la santa montaña». Se completa el escudo con la cruz en la cima del Monte Carmelo.
La búsqueda del siguiente guardacantón nos llevará hasta la calle Andrés Pérez, concretamente hasta la iglesia de la Aurora y Divina Providencia de las Reverendas Madres Dominicas, que la construyeron en 1787. En el guardacantón que hace esquina con la calle Andrés Pérez, aparece representado un perro portando una antorcha o cirio en la boca, que nos viene a recordar el sueño que tuvo la madre de Santo Domingo antes de que este naciera. Soñó que un perro salía de su vientre con una antorcha encendida en su boca. Incapaz de comprender el significado de este sueño, decidió buscar una explicación acudiendo a Santo Domingo de Silos, fundador de un famoso monasterio Benedictino de las cercanías. Hizo una peregrinación al monasterio para pedir al Santo que le explicara el sueño. Allí comprendió que su hijo iba a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de la predicación. En agradecimiento puso a su hijo por nombre Domingo, como el santo de Silos.
En el otro guardacantón que hace esquina con la calle Arco de la Cabeza, se representa el escudo dominico, escudo que acompaña siempre a la figura de Santo Domingo y que es también frecuente en los sellos de los religiosos de la orden. Se representa un medallón en cuyo interior aparece una cruz griega flordelisada. Esta vinculación del lirio a la familia dominicana procede de la familia de su fundador, en las armas de la madre de Santo Domingo, también aparece la cruz flordelisada: una cruz roja con remates de flor de lis. La cruz dominica cuando aparece coloreada, resaltan los colores blanco y negro representativos del hábito dominicano«.
Desde aquí vamos a dirigirnos a la esquina de calle Arco de la Cabeza con el Pasaje Gordón, donde en su guarda esquina se representa un lirio o flor de lis. En la antigüedad ya se recurrió al lirio como elemento decorativo en la antigua Mesopotamia, concretamente en la Puerta de Istar (antigua Babilonia), construida por Nabucodonosor II en el año 575 a. de C.
La flor de lis es un símbolo de poder, de soberanía, de honor y de lealtad, y también de pureza de cuerpo y de alma. Es un símbolo usado por los Scout, la masonería, la alquimia y en algunas religiones. La palabra lis es de origen francés y significa lirio o iris. En heráldica representa una de las cuatro figuras más populares, juntamente con el águila, el león y la cruz.
Algunos estudiosos afirman que la flor de lis tuvo su origen en la flor de loto de Egipto, otros sostienen que fue inspirado por la alabarda, un arma de hierro con tres puntas utilizada por los soldados. Otro posible origen es que sea una copia del diseño impreso en las antiguas monedas asirias y musulmanas.
Como ven, un corto paseo que en futuros artículos iremos ampliando, para darles a conocer los múltiples guardacantones o guarda esquinas que decoran y jalonan la geografía del centro histórico de Málaga
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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