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Víctor Heredia
Viernes, 28 de julio 2023, 00:15
Málaga ha sido históricamente un lugar de paso, un puerto al que han arribado personas procedentes de todas las latitudes. Algunas se han quedado y otras muchas han continuado su camino vital en otros lugares. Casi un año estuvo en la ciudad la pintora francesa Marie Laurencin, que llegó durante la Primera Guerra Mundial buscando la tranquilidad de un país neutral después de contraer matrimonio con un ciudadano alemán. Laurencin fue una de las mujeres más importantes del mundo de las vanguardias europeas de las primeras décadas del siglo XX.
Marie había nacido en París en 1883. Era hija natural de un político, Alfred Toulet, que no la reconoció, y de la bordadora PaulineLaurencin. Decidida a orientar su vida en el mundo del arte, comenzó estudios de pintura en la prestigiosa Académie Humbert de la capital francesa, donde conoció a Georges Braque, uno de los padres del cubismo. Expuso sus obras por primera vez en el Salón de los Independientes de 1907, lo que la puso en contacto con el marchante Clovis Sagot, quien la integró en el círculo de Gertrude Stein y del malagueño Pablo Picasso. Éste, a su vez, la puso en contacto con el poeta y crítico de arte Guillaume Apollinaire, con quien iniciaría una relación sentimental caracterizada por la mutua influencia artística e intelectual y la inestabilidad emocional. En 1911 se produjo el famoso robo de La Gioconda del Museo del Louvre, por el que Apollinaire fue acusado junto a Picasso, quedando finalmente los dos libres sin cargos.
En estos años Laurencin inició su íntima amistad con Nicole Groult (1887-1966), que uniría a ambas mujeres hasta la muerte de la primera. Nicole, luchadora por la liberación de las mujeres, era hermana del modisto Paul Poiret y su marido, el decorador André Groult, editó papeles pintados diseñados por Marie.
Ésta iba desarrollando su carrera artística influenciada por el fauvismo y el cubismo, sin adscribirse claramente a ninguna corriente y creando un estilo propio. Después de participar en varias exposiciones colectivas, se convirtió en la primera mujer artista en protagonizar una muestra individual, acontecimiento que tuvo lugar en la galería de Henri Barbazanges, situada en la exclusiva calle del Faubourg Saint-Honoré. Esto ocurría en 1912.
Al año siguiente conoció al pintor alemán Otto vonWätjen (1881-1942), que se movía en el grupo de artistas germanos asentados en Montparnasse. Ambos se casaron en la capital francesa el 24 de junio de 1914, apenas cuatro días antes del asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando y su esposa, que desencadenaría una serie de reacciones que condujeron al estallido de la Gran Guerra el 28 de julio. Laurencin, por su matrimonio, había obtenido la nacionalidad alemana, por lo que su marido y ella decidieron trasladarse a España para evitar ser deportados. La neutralidad española les permitía mantener su relación a pesar de que sus respectivas naciones estaban enfrentadas en los campos de batalla.
Residieron en Madrid, Málaga y Barcelona, integrándose en la vida cultural española del momento. En Madrid Marie trabó amistad con Cecilia de Madrazo, a la que retrató en varias ocasiones. En la capital española pudo conocer las obras de los maestros del Museo del Prado, mostrando especial interés por Goya, y pudo trabajar en un taller cedido por Cecilia. También frecuentó las tertulias del Café Pombo, animadas por Gómez de la Serna.
Cuando terminó la guerra Marie y Otto se trasladaron a Düsseldorf, aunque su relación hacía aguas por todas partes y finalmente se separaron en 1921. Ella pudo recuperar la nacionalidad francesa y en el París de los años locos la obra de Laurencin, con preferencia por los tonos pastel y las figuras femeninas alargadas, tuvo un notable éxito y fue muy demandada como ilustradora de libros. También retrató a las mujeres más famosas del momento, como Coco Chanel, Colette y Helena Rubinstein, y trabajó en la creación de escenografías y el diseño de vestuario teatral.
En los años treinta se dedicó a la enseñanza de pintura en centros privados de París, ciudad en la que pasó la ocupación alemana y en la que murió en 1956. La figura de Laurencin cayó en el olvido, aunque en 1983 se abrió un museo dedicado en exclusiva a su obra en Japón, gracias a la iniciativa del coleccionista Masahiro Takano. Varios libros y una exposición en el Musée Marmottan Monet de París celebrada en el año 2013 han ayudado a recuperar el nombre de una de las pintoras más importantes del siglo XX, protagonista destacada de las vanguardias parisinas y vecina, durante unos meses, de nuestra ciudad.
Quizás la pareja tenía referencias de la ciudad proporcionadas por Picasso en sus encuentros parisinos. O no. La estancia en Málaga del matrimonio se prolongó entre abril de 1915 y marzo de 1916. Desde aquí Marie envió a Ramón Gómez de la Serna un ejemplar de la rara edición (solo se imprimieron 25 ejemplares en junio de 1915) del poemario de guerra que Apollinaire escribió en el frente, 'La Case d'Armons'. Gracias al artículo de agradecimiento que Gómez de la Serna publicó en la revista madrileña 'La Semana' conocemos la dirección de Laurencin en Málaga: Villa Carmen, Valle de los Galanes, 236. Es decir, en la acera sur de la actual avenida Juan Sebastián Elcano, cerca del arroyo Jaboneros. Mientras su marido caía en el alcoholismo y sufría continuos cambios de humor, algunas fuentes afirman que en la ciudad ella se reencontró con un antiguo amante, el escritor y trotamundos alemán Hanns Ewers. En la ciudad Marie compró un perro, Coco, a un marinero inglés. Se sabe que en Málaga pintó algunas obras, como 'Muchacha con cortina rosa', que se conserva en el Smith College Museum of Art de Northampton (Massachusets).
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