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Un joven Diego Gómez y una aún más joven Pepa Flores, Marisol, en los micrófonos de Radio Juventud en 1961. SUR
La época dorada de la radio en Málaga

La época dorada de la radio en Málaga

A la sombra de la historia ·

Hubo un tiempo en el que la radio era el medio de comunicación por excelencia. Acompañaba, informaba y, sobre todo, entretenía. La creación de Radio Juventud en 1955 abrió una época dorada en la historia radiofónica malagueña

víctor heredia

Domingo, 25 de agosto 2019, 00:54

En los años cincuenta las posibilidades de entretenimiento eran reducidas durante el verano. Estaba la playa, por supuesto, sujeta todavía a estrictas normas morales en cuanto a la vestimenta de baño que se irían ablandando con la invasión turística que estaba a punto de producirse. También se podía ir al cine, mirado igualmente con recelo por los moralistas y vigilado por los censores, o a las verbenas, amenizadas por picús o pequeñas orquestas. O simplemente salir a pasear o a tomar algo en las terrazas, si la economía lo permitía.

Pero el medio de entretenimiento más común en los hogares, barato y accesible, era la radio. Los viejos receptores de válvulas eran los centros de ocio de cada casa, el medio a través del cual llegaban las noticias y la diversión a una población con escasa formación (todavía había un notable porcentaje de analfabetismo) y menos recursos. Más adelante llegarían los transistores, pero para entonces el entretenimiento familiar ya estaba descubriendo un nuevo aparato de sobremesa cargado de posibilidades: la televisión.

En España las primeras estaciones de radiodifusión comenzaron a funcionar en 1924. Su introducción en Málaga no fue fácil, ya que, aunque la primera emisión radiofónica tuvo lugar en 1926, con una conferencia de Antonio Baena sobre las cofradías malagueñas, la estación EAJ-25 Radio Málaga dejó de emitir poco después. Hubo que esperar a que en 1933 empezara a transmitir con continuidad la estación impulsada por Rafael Puente Rodríguez. Hasta ese momento, los escasos receptores existentes tenían que sintonizar emisoras de otras ciudades españolas o del extranjero.

Durante la Guerra Civil fue incautada por las autoridades franquistas y utilizada para establecer la emisión local de Radio Nacional de España, la cadena creada en 1937. Ubicada en la Aduana y dirigida por Francisco Sanz Cagigas, director también de Sur, fue durante muchos años la única emisora que existía en Málaga. Entre su larga lista de locutores y colaboradores figuraron nombres como Julio Trenas, Antonio Carmona, Enrique Llovet, Antonio Barceló, Claudio Grondona, Isabel Márquez, José Salas Guirior, Guillermo Jiménez Smerdou, Juan Antonio Rando y José Luis Navas, entre otros muchos, aunque sin duda la voz que marcó una época, antes de trasladarse a Madrid, fue la de Matías Prats.

A mediados de los años cincuenta empezó a escucharse en los receptores instalados en los hogares malagueños una nueva emisora, la EFJ-56 de Radio Juventud. Pertenecía a la Cadena Azul de Radiodifusión, que a su vez dependía del Frente de Juventudes, la organización juvenil del Movimiento. A finales de 1954 la nueva estación-escuela convocó un curso de radiofonismo para el que había que superar varias pruebas orales y escritas que incluían ejercicios de lectura y redacción, además de otro de habilidad imitativa, en el que había que reproducir sonidos de animales, limitado a los aspirantes masculinos.

Después de un rápido periodo de formación Radio Juventud se consolidó como una emisora comercial que empezó a ofrecer una programación atractiva que caló pronto entre los oyentes. Sus programas eran dinámicos y ligados a la realidad de la ciudad, con una importante presencia de la publicidad de comercios y empresas locales. Durante los primeros meses solo emitía un par de horas diarias por la tarde, pero a partir de julio de 1955 su horario se amplió a una hora y media por la mañana (de 8,30 a 10), con diana floreada, noticias locales, música y 'la hora de la mujer', y a cinco horas por la tarde y noche, de 17 a 22. La mayor parte de la programación de ese verano estaba formada por música de diversos géneros (clásica, ligera, española), los inevitables discos dedicados y secciones como 'A lo bueno, bravo; a lo malo, palo', el noticiario local 'Gibralfaro', teatro radiofónico, el Ángelus, la máxima religiosa, etc. Los temas musicales más repetidos fueron creando las primeras canciones del verano.

El primer director de Radio Juventud fue José Tuderini, quien se rodeó de un grupo de voces de jóvenes locutores que supieron ganarse a la audiencia: Paco Campos, Rafael Molina, Vicente Bernal, Domingo Mérida, Mari Macías, Marianela Valencia, Gonzalo Rojo, Diego Gómez, Julián Sesmero, Loli Astola y otros muchos.

En la década de los sesenta la radio malagueña vivió su etapa dorada. A las existentes Radio Nacional y Radio Juventud se unió en 1966 Radio Popular, vinculada a la Iglesia. La televisión resultaba inalcanzable todavía para muchas familias, y la radio era el medio de comunicación más seguido a diario para enterarse de las noticias locales y escuchar las retransmisiones deportivas y taurinas, los seriales, los concursos y, sobre todo, la música y la publicidad que ponían la banda sonora a la vida de los malagueños.

Paco y Mari Tere Campos en un anuncio de 1959.

Los hermanos Campos

De la cantera de Radio Juventud de Málaga surgieron nombres que más tarde dieron el salto a los medios nacionales. Se pueden mencionar a Paco Pérez-Bryan, reconocido periodista musical y posteriormente director de Radio 3, y a Paco y María Teresa Campos. La segunda comenzó en la radio con apenas quince años, de la mano de su hermano, y ha consolidado una larga carrera como una de las comunicadoras más brillantes de la radio y la televisión en España. Paco Campos, por su parte, fue uno de los primeros locutores de la emisora, con un estilo muy personal que transmitió a otros compañeros, y pionero en la realización de programas desde el exterior de los estudios. Además estuvo vinculado al desarrollo turístico de la Costa del Sol como propietario de una agencia de viajes y director del Hotel El Caballo Blanco en Fuengirola, hizo sus pinitos como productor cinematográfico en películas como 'Amor a la española', y a finales de los años sesenta se trasladó a Madrid para trabajar en Televisión Española.

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