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Desde hace décadas, las vacaciones estivales de príncipes y princesas árabes han dejado pingües beneficios para las empresas de la Costa del Sol. Pero nada comparable con lo que sucedía en tiempos del rey Fahd, el último monarca árabe que ha visitado Marbella hasta la ... fecha. El soberano de Arabia Saudí tenía muchas personalidades. A la ciudad le interesaba sobre todo la de patriarca de un séquito de 3.000 compradores compulsivos que no preguntaban el precio de los artículos, narraba en las páginas de SUR Nieves Castro.
La última visita del mandatario se produjo en 2002. Ocupó su palacio El Rocío (antes Mar-Mar), una ostentosa mansión aupada en una loma de Marbella, junto a la mezquita que él mismo ordenó construir. En distintas estadías en el palacio en plena Milla de Oro, el rey Fahd recibió a don Juan Carlos. En la penúltima, fechada en 1999, el monarca español aterrizó en dicha residencia hacia las 14.30 para mantener un encuentro de carácter privado con su homólogo saudí durante cerca de tres horas, tiempo tras el cual dijo adiós a la ciudad.
El complejo había sido completamente remodelado tras dos años de obras (2000 y 2001, años en los que no veraneó en la ciudad) y una inversión de 120 millones de euros. El grueso de la familia real, incluidos algunos de sus 69 hijos, ocupó el palacio junto a una parte del séquito formado por tres mil personas. Entre ellos, la guardia privada del rey, que contaba con permiso para portar sus armas en territorio español.
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