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En junio de 1930, Carlota Alessandri Aymar, viuda de Rubio Argüelles, propietaria de un solar en la calle de Salvador Solier (actual Granada), esquina a la de Gerónimo Cuervo (actual Calderería), y estimando que «éste por sus dimensiones no es bastante para levantar un edificio ... de la importancia que sitio tan céntrico requiere», había pensado adquirir o permutar el terreno colindante propiedad del Ayuntamiento, ofreciendo a razón de trescientas pesetas el metro cuadrado. Un año después, en la sesión de Cabildo del 15 de agosto de 1931, se acordó aceptar, en principio, la permuta que hacía Carlota Alessandri al Ayuntamiento: ofrecía un trozo de terreno de 148'70 m2 del solar que poseía en la calle de Granada con vuelta a la de Calderería y Plaza del Carbón, la cual quedaría para vía pública, a cambio de otro solar de 211 m2 que tenía en venta el Ayuntamiento en la calle de Calderería colindante con el anterior. Se aprobaron las valoraciones del arquitecto municipal de ambas parcelas en 62.900 pesetas, la de 148'70 m2, y 68.575 pesetas la de 211 m2. Y con el fin de que, la señora Alessandri no tuviese que desembolsar nada por la diferencia de valores, se acordó ésta pavimentase por su cuenta los terrenos los cuales iban a formar parte de la vía pública, que aproximadamente coincidiría con la diferencia de 5.675 pesetas, existentes entre ambas cifras. Al parecer, los trámites para realizar la permuta entre el Ayuntamiento y la propietaria del solar, no finalizaron hasta febrero de 1932.
Con anterioridad, el 20 de abril de 1931, Carlota Alessandri, con domicilio en la Avenida de Pries (villa Carmen), por medio de una instancia dirigida al alcalde, solicitaba licencia para construir una casa en el solar nº 27, de su propiedad, sito en la calle de Granada con vueltas a la de Caldereria y Plaza del Carbón, de cuya dirección se encargaría el arquitecto José González Edo, autor del proyecto, quien firmaba también la instancia. Suponemos que hubo problemas administrativos con el susodicho solar, puesto que, en una carta que dirigió González Edo a Carlota Alessandri, el 6 de octubre de 1931, alguno de cuyos párrafos destacamos, observamos las dudas, tanto de la señora Alessandri como del arquitecto, por saber exactamente la utilidad que le iban a dar al nuevo edificio. De hecho, conocemos tres proyectos realizados por González Edo para el mismo solar.
«Correspondo a su carta del día 4 y la adjunto un calco donde se indica el solar en la forma primitiva, y en la que ha de quedar si se aprueba la proposición presentada al Ayuntamiento... Me dice V. en su carta que vuelve V. a pensar en el cine, y que por ello, por tanto mudar de parecer yo voy a tenerla por mujer muy sabia... Por eso mismo creo que si me sigue V. en los razonamientos que le voy a hacer desistirá V del cine y sólo pensará en hacer una casa...»
El arquitecto añadía que lo más conveniente sería vender el solar, pero que dado las circunstancias de aquellos años -II República-, creía que nadie querría comprarlo. Por tanto, otra solución sería esperar tiempos mejores, pero el Ayuntamiento tenía preparada una disposición por la cual grabaría los solares sin construir en un 5% de su valor, y entonces tendría que pagar alrededor de 8.000 pesetas al año. Por ello, no había más solución que construir, puesto que un edificio siempre producía ganancia y era más fácil venderlo que un solar, y la renta quedaba asegurada, fuera cual fuera el destino de la construcción, por el sitio en el que se hallaba emplazado.
González Edo estaba conforme con la propietaria en que el mejor negocio era un cine, pero no se lo aconsejaba, puesto que si pequeño era el solar anterior, mucho más pequeño era el trozo del actual que daba a la calle de Granada. Tampoco estaba conforme con que la construcción fuese más económica para cine que para una casa. Y finalizaba la carta diciendo que, la única solución que veía era la adquisición de la casa colindante, propiedad de María Manín.
Sin embargo, pese a las reticencias del arquitecto, vemos como prevaleció la opinión de la propietaria y se construyó un cine en los bajos del edificio. No obstante, comprobando los tres proyectos que diseñó González Edo para dicho edificio, es notorio que el solar presentaba muchas dificultades, y de ahí sus dudas y diversos proyectos; también cabe pensar que éstos se debieran a los cambios de opinión de Carlota Alessandri. Asimismo, es posible que al permutar los terrenos con el Ayuntamiento, la propietaria dispusiese de más espacio y por ello, al final, se construyó el cine. A través de la documentación consultada, observamos que el primer proyecto, la Memoria y los planos, datan del 30 de septiembre de 1932; el segundo del 15 de noviembre del mismo año, y en el tercero y definitivo, sin fecha, aparece en los planos de la planta baja, el cine; planta de pisos, planta de azotea con fachadas a la calle de Granada, a la de Calderería, y a la plaza del Carbón; en total, cinco plantas.
En un escrito de Carlota Alessandri dirigido al alcalde, el 13 de febrero de 1932, decía lo siguiente: «En contestación a su comunicado del 7 de enero pasado, tengo el gusto de manifestarle que presto mi conformidad a la permuta del solar de calle de Calderería, propiedad del Ayuntamiento, por parte del mío de calle de Granada, según la propuesta de mi arquitecto con fecha 7 de mayo de 1931.
No era mi intención construir en estos momentos una edificación que por el sitio en que ha de elevarse tiene que ser muy costosa, pero accedo a ello muy gustosa, con el deseo de aminorar por mi parte la crisis de trabajo y atender al requerimiento que me hace el Ayuntamiento, aún no siendo conveniente a mis intereses.
Una vez ultimado el expediente y a la mayor brevedad se empezará la obra, o sea dentro de un mes y medio, esperando por parte del Ayuntamiento se me concedan las mayores facilidades posibles, como la exención de impuesto y arbitrios de que gozan los solares afectos a Grandes Reformas, y que por mi parte no tenga que abonar cantidad alguna por pavimentación ni concepto alguno, según se me indicaba en la comunicación de fecha 15 de agosto de 1931».
Las obras se iniciaron el 7 de mayo de 1932. El 19 de junio de 1933 González Edo dirigía una carta a los Sres. Alfageme y Guisasola, solicitándoles un estudio de refrigeración y calefacción para «el pequeño cine que proyecto en esta localidad, propiedad de la Sra. Rubio Argüelles, y al mismo tiempo de la calefacción central del resto del edificio...La casa toda ella es de nueva planta y el cine sólo coge parte de la planta baja y la superficie correspondiente en planta entresuelo...»
En la Memoria realizada por González Edo podemos seguir, con más detalle, la descripción del edificio:
«Se ha edificado esta casa sobre un solar de forma irregular de 392'62 m2 de superficie y con fachada a tres calles, esto ha permitido resolver casi todas las habitaciones al exterior y únicamente las piezas de servicio reciben luz y ventilación de patios, pero de patios abiertos, lo que hace a estos locales de servicio tan claros y alegres como los que dan a la fachadas ya que además las casas colindantes son de menor altura que esta. La casa consta de seis plantas, cuatro de ellas destinadas a viviendas, la baja para tiendas y cine de Actualidades, y la del entresuelo está destinada a despachos independientes en la parte que queda libre, ya que el cine ocupa también parte de esta planta.
El cine ocupa una superficie algo menor que la mitad del solar, y en altura alcanza a la planta de entresuelo inclusive; es capaz para 200 espectadores cuyas butacas se disponen todas ellas en planta baja, y el piso que se ha hecho a modo de anfiteatro sirve exclusivamente para la cabina, almacén de películas, locales para la empresa y demás dependencias. Las galerías a modo de palcos que parten del anfiteatro están reservadas exclusivamente para la empresa y no son aprovechadas por el público. Todo el piso que hemos llamado de anfiteatro tiene entrada independiente y directa de la calle y está perfectamente aislado de la sala de espectadores.
La sala en sí de decoración sencilla y un poco obligada para conseguir una cierta proporción, y un aislamiento completo con las viviendas superiores, ha llevado a la formación de unos arcos y bóvedas que le dan cierto carácter de intimidad y recogimiento. Está dotado de todas las instalaciones precisas hoy en una sala de espectáculos, y tiene calefacción por agua, acondicionamiento de aire por sistemas de unidades frigoríficas, procedimiento empleado por primera vez en España; aislamiento de la cabina por doble forjado de corcho y de las viviendas superiores con doble techo y cámara intermedia de 60 cm.; iluminación indirecta de toda la sala por reflectores de encendido lento, y las habitaciones indispensables de retretes y lavabos con la independencia y ventilación necesarias.
En lo referente a las viviendas se proyectan dos por plantas con seis habitaciones. Tiene ascensor y montacargas, y cada piso estaría dotado de calefacción individual. El local para tienda, pensado en un principio para café o establecimiento análogo, se subdividió posteriormente en tres locales independientes».
Las obras siguieron varios años después; y el 13 de diciembre de 1935, el arquitecto González Edo certificó que el 29 de septiembre de dicho año, quedó totalmente terminada la casa número 27 de la calle de Granada, propiedad de Carlota Alessandri, cuyas obras se habían efectuado bajo su dirección facultativa. Constaba de planta baja destinada a tiendas en la parte que daba a calle Granada y Plaza del Carbón dejando la que correspondía a la calle de Calderería destinada a cinematógrafo. La planta de entresuelo se destinaba, en parte a despacho y, en parte, a la planta superior del cine. Además de estas dos plantas, constaba de otras cuatro con dos viviendas cada piso. El valor total de la edificación se elevó a la cantidad de cuatrocientas cincuenta y dos mil ochocientas pesetas.
Pese a esta certificación, dando la fecha de terminación total del edificio en 1935, el cine debió finalizarse antes que la vivienda; y así, vemos como el 14 de diciembre de 1934, el abogado de la señora Alessandri, José Gutiérrez Sisto, solicitaba al Ayuntamiento el permiso de apertura del cine Actualidades, pidiendo asimismo, que por tratarse de una finca construida sobre terrenos procedentes de solares resultantes de expropiación, estaba exceptuada del pago del arbitrio municipal de apertura, según las Ordenanzas y Presupuestos vigentes; por lo tanto rogaba se le concediese a la referida señora el permiso de apertura necesario sin pago de Derechos municipales de ninguna clase.
El cine fue inaugurado el 23 de diciembre de 1934, haciéndose amplio eco la prensa local de la época –El Copo, 22 diciembre 1934; y 1 enero 1935-. Su programación habitual solía ser documentales, aunque también proyectaron películas -según podemos comprobar, observando los anuncios aparecidos en revistas y prensa de aquellos años-, y su horario desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. El 25 de junio de 1935 programaron un festival sobre Walt Disney que duró una semana, como leemos en el Diario de Málaga de esa fecha. Sólo permaneció abierto dos años, debido a que arrojaron una bomba dentro del cine en 1936, afectando seriamente a la estructura del local, aunque no causó víctimas ni afectó al resto del edificio. Pero los daños en el cine debieron de ser considerables, puesto que éste se clausuró definitivamente. Parece ser que, según testimonios orales, dicho artefacto provenía de un barco italiano en la mencionada contienda bélica.
Posteriormente, el Cine Actualidades se destinó a locales comerciales, instalándose en el mismo, en la parte inferior con fachada a la Calle Calderería la tienda de Corsetería Florido, que cerró en los años ochenta del pasado siglo y en la parte superior la agencia de publicidad Anuncios Diana, que actualmente permanece abierta y adaptada en el orden funcional a los nuevos requerimientos de este tipo de oficinas. Otro local, pero este en la fachada de la Calle Granada, que ha permanecido en el tiempo en este edificio es la tienda de Calzados Alas.
Como consecuencia de las obras de modernización y adaptación del local de oficinas de Anuncios Diana, se ha descubierto la estructura de esta parte del Edificio, lo que permite observar la construcción y el perfecto estado actual de la estructura metálica roblonada, que en su día se construyó para configurar el espacio del Cine Actualidades.
En relación a la empresa Anuncios Diana, queremos decir, que fue fundada por José Bueno Higueras, quien había trabajado en el Círculo Mercantil hasta que fue destruido en 1936. Éste, junto con su hijo Antonio Bueno Muñoz –profesor de magisterio y periodista-, decidió, en 1938, en el mismo edificio y piso donde había estado situado el cine Actualidades hacía apenas dos años, instalar una oficina donde gestionar los denominados «Anuncios Diana». Una agencia al estilo de las que estaban iniciándose en Madrid y Barcelona, a imitación de las americanas que habían sido las pioneras. Desde 1938 hasta la actualidad, Anuncios Diana ha estado ubicada en la calle Granada, 23, esquina con Calderería. Primero como arrendataria hasta el año 1980, y después como propietaria, en primera planta, de una oficina de 90 metros cuadrados.
Durante décadas, en la pared de la calle Granadas –frente al café Madrid-, al aire libre, los malagueños nos acostumbramos a ver un cartel de gran tamaño de la cerveza Victoria.
En los años cuarenta-cincuenta, se publicaba la lotería premiada, y la gente se apiñaba en la calle para ver los resultados -como vemos en la foto adjunta-. Después, también se hizo con los partidos de fútbol con idéntico éxito. No eran muchas las familias que tenían radio en aquellos años, y la empresa contactaba por teléfono con el mismo estadio de fútbol, que facilitaba los resultados. Las marcas comerciales que se anunciaban compensaban este esfuerzo publicitario.
Pero, en el año 2005, la empresa decidió ampliar sus oficinas en la misma planta, y adquirió los dos locales contiguos: el primero de 40 metros y el siguiente de 60 metros, propiedad de Miguel Sell, quien se lo tenía arrendado, en primer lugar, a Seguros Winthertur, y más tarde a Alfonso González, Graduado Social; avanzando así la Agencia hacía la calle Calderería.
Existía un tabique de obra, que actuaba de medianero entre las tres oficinas de la primera planta, y al derribarlo apareció la estructura de hierro que sostenía la sala del cine construido por González Edo. La empresa comprendió y valoró la importancia de este descubrimiento e integró dicha estructura -restaurada y pintada- dentro de sus oficinas como un elemento decorativo. Con ello, la oficina adquirió un valor añadido.
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