Calle San Miguel en los años cuarenta. Tarjeta postal
A la sombra de la historia

Cien años de la anexión de Torremolinos

Viernes, 23 de agosto 2024, 00:12

En 1851, la viajera británica Louisa Tenise describía así Torremolinos:

Publicidad

«En el punto más extremo de la sierra de Mijas está el pueblecito de ... Torremolinos donde, lo mismo que en Churriana, se hace la mayor parte del pan consumido en Málaga. Nadie puede superar la limpieza de sus casas. El río que corre a través de él mueve varios molinos que trabajan constantemente. Se presta el máximo cuidado a la preparación del grano antes de su molienda. Se lava cuidadosamente en agua corriente y se seca de nuevo al sol, varias veces, antes de ser enviado al molino. Un señor, a quien se le conoce como Parodia, tiene aquí una casa de campo preciosa, en la que los forasteros pueden llegar a un acuerdo para quedarse un tiempo y realmente es un lugar envidiable para pasar un corto periodo de tiempo en primavera o en los meses de verano».

Según Pascual Madoz, en 1849 vivían en Torremolinos 785 habitantes en 234 casas. Como observó Louisa Tenise, la industria panadera era importante en Torremolinos, hasta el punto de que era la localidad que proveía de este alimento básico a Málaga. Cuando llovía mucho y había inundaciones era imposible cruzar el Guadalhorce y la ciudad se quedaba sin pan. En algunos casos extremos, el ayuntamiento de Málaga tenía que enviar un barco a Torremolinos para traer el pan, como ocurrió en enero de 1856.

El primer alojamiento que hubo en Torremolinos lo regentó Nicolás Parodi, antiguo oficial del ejército (que nuestra viajera cita como 'Parodia'). Este militar era propietario de una huerta y una casa que estaba emplazada en la actual casa de los Barrabino, frente a la entrada de la Calle San Miguel. Juan Trujillo, que acaba de publicar una estupenda 'Historia de Torremolinos', ha documentado esta pensión en 1845, lo que la adelanta unos setenta y cinco años al mítico hotel del Inglés, que empezó a funcionar hacia 1920. La casa de campo de Parodi debía de ser bastante cómoda y elegante, pues allí se alojaba con frecuencia el cónsul inglés, prototurista de los millones que nos visitarían en el siglo siguiente.

Publicidad

En Torremolinos llegó a haber hasta diecinueve molinos, desde el molino de Inca hasta el del Peligro, llamado así por su cercanía al mar en unos tiempos en los que esta ubicación no era una ventaja, pues eran muchos los peligros, desde ataques piratas hasta temporales. Por Torremolinos atravesaba un río natural que alimentaba los molinos, del que ha quedado vestigio en la toponimia callejera en la calle Cauce, paralela a la de San Miguel. Muchas casas abrían sus puertas traseras a este arroyo. Durante siglos, la cascada de agua proveniente de los manantiales de Torremolinos era visible desde el mar y atraía a todo tipo de barcos para hacer aguada.

En 1760 trabajaban en Torremolinos dieciséis molinos a pleno rendimiento. La construcción del castillo de Santa Clara en 1763 supuso la tranquilidad para los molineros y los vecinos en general, pues protegía la costa de incursiones indeseables. El aprovechamiento industrial de las aguas de los manantiales puede considerarse el origen de Torremolinos.

Publicidad

Sin embargo, en Málaga faltaba el agua y los manantiales de Torremolinos podían garantizar un suministro abundante y continuo. Tras seis años de obras, el 19 de junio de 1876 se inauguró la traída de aguas de Torremolinos. Fue un día histórico para la capital, pero el inicio de la decadencia de los molinos, pues supuso la expropiación forzosa de la servidumbre del uso de agua de la que gozaban los molineros. No obstante, la gestión de este servicio estuvo plagada de irregularidades.

Torremolinos, paraíso de España

Este es el primer eslogan que publicitó turísticamente a Torremolinos en una campaña a nivel nacional. Corresponde al año 1940 y podemos darlo a conocer gracias a las investigaciones de Juan Trujillo. Entonces la localidad contaba con dos playas aún vírgenes, separadas por un promontorio (donde estuvo el hotel del inglés). Pero para muchos de sus habitantes Torremolinos no era un paraíso. Los choros –pescadores de La Carihuela– sufrían periódicamente los embates del temporal en sus propias casas, que estaban tan metidas en la playa que tenían que abrir sus dos puertas para que el agua del mar saliese por la trasera y no derribara sus precarias edificaciones. A finales de los años cincuenta se construía en La Carihuela el Hotel Pez Espada. Cuentan que los propietarios visitaron la zona y se quedaron sorprendidos al ver niños desnudos y descalzos. Pensaron que un hotel de lujo no podía prosperar en una zona tan deprimida y decidieron vender el hotel a la empresa constructora, sin saber que el Hotel Pez Espada iba a suponer el inicio del desarrollo de Torremolinos.

En 1913 tuvo lugar una multitudinaria manifestación, presidida por el marqués de Larios y por José Álvarez Net, «para incautarse (sic) de las aguas de Torremolinos que abastecen a la ciudad». Pero Torremolinos era un municipio independiente. Si Málaga lo absorbía todo sería más fácil. Se daba la circunstancia de que las arcas municipales torremolinenses estaban exhaustas, al parecer, porque algunos de los grandes terratenientes se negaban a pagar sus impuestos. La deuda del ayuntamiento ascendía a 252.288 pesetas, equivalentes a cinco años de presupuesto.

Publicidad

En 1905, Málaga se había anexionado Churriana, ahogada por su deuda municipal. El alcalde de Torremolinos, Miguel Fernández Alcauza, anunció a finales de 1923 el acuerdo municipal, aprobado por unanimidad, en el que se solicitaba la agregación a Málaga. El 7 de enero de 1924 se hizo oficial la anexión. En 1923 se habían iniciado las obras de la segunda traída de aguas, que se inauguraron tres años más tarde. Como explica Juan Trujillo, resultaba evidente que a la burguesía malagueña le interesaba especialmente anexionarse Torremolinos por el negocio del agua. Torremolinos no se segregó de Málaga hasta 1988.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad