Benito Pérez Galdós visita Málaga y a sus amigos malagueños

Benito Pérez Galdós (1843-1920) es el segundo mejor novelista de la lengua española tras Cervantes. Su centenario se ha visto deslucido por la pandemia. Aunque muchos no lo sepan, Galdós siempre mantuvo un estrecho vínculo con nuestra ciudad, como ha demostrado Elías de Mateo. Málaga siempre ha sido una ciudad profundamente liberal, al igual que Galdós.

Entre los amigos malagueños de don Benito destacaremos tres: Arturo Reyes (1864-1913), Ricardo León (1877-1942) y Narciso Díaz de Escovar (1860-1935). Al primero Galdós lo llegó a invitar a Madrid al estreno de Electra. Aunque no sabemos si llegó a aceptar la invitación, algunos ven probable que Reyes asistiera. Cuando Galdós visitó Málaga en 1910, como Arturo Reyes estuviese enfermo, aquel no dudó en acudir a su casa para visitarlo.

Ricardo León llegó a Málaga en 1906 como funcionario del Banco de España. Como cántabro que era, ya había conocido a Galdós en alguno de los veranos anteriores, ya que don Benito pasaba la época estival en su casa santanderina de San Quintín. En 1907 Ricardo León le anunció por carta la próxima apertura de la librería de Enrique Rivas en la calle Larios, con objeto de que intermediase para que les sirviesen los libros de la casa editorial Hernando, una de las más prestigiosas del país, en las que el propio Galdós editaba sus obras.

Finalmente sabemos, gracias al estudio de Elías, que Narciso Díaz de Escovar le pidió a Galdós algún manuscrito de sus obras para enriquecer su propia biblioteca de 35.000 ejemplares. Además, Escovar le sugirió al escritor canario que situase en la Málaga del Sexenio Revolucionario (1868-1874) uno de sus famosos episodios nacionales. ¿Se imaginan un episodio nacional titulado Málaga?

Por otro lado, Galdós visitó Málaga en dos ocasiones: en 1904 y en 1910. Si el primer viaje tuvo un carácter privado, el segundo lo hizo para participar en los actos de la conjunción Republicano-Socialista a la que pertenecía.

En octubre de 1904 Galdós pasó un par de días en Málaga. Iba camino de Tánger, donde quería documentarse para su episodio nacional Aita Tettauen. En Málaga visitó la redacción del diario La Unión Mercantil. Con Reyes y Escovar estuvo en las playas del Palo, la Caleta y el Limonar. También conoció la Academia de Declamación y Buenas Letras. Para terminar la jornada, cenó en el jardín que Díaz de Escovar tenía en la calle los Negros, donde disfrutó con una sesión de cante y baile flamenco. Tan atareado estuvo que el gobernador civil, cuando fue a visitarlo a su hotel, no lo encontró. De estos días se conserva una histórica fotografía en el Archivo Díaz de Escovar que Elías de Mateo ha rescatado del olvido. Poco después de este viaje Galdós le escribió a Reyes:

'No puede usted figurarse, amigo mío, cuán grato es en mí el recuerdo de esa hermosa ciudad, donde pasé horas tan dulces en la compañía inolvidable de Ud. y de Escovar. Por mi gusto, allá me volvería ahora mismo'.

La segunda estancia que pasó Galdós a Málaga fue en mayo de 1910, con motivo del estreno de una obra de teatro suya en el Cervantes, Casandra, y para participar en algunos actos políticos. Comió en el Restaurante Inglés, en la calle Larios. Pero, sin duda, el plato fuerte fue la simbólica visita al lugar donde fue fusilado Torrijos y a las playas de San Andrés, donde repartió dinero a los hijos de los pescadores.

Sirvan estas breves palabras para dar a conocer uno de los estudios más novedosos sobre tema malagueño que se han publicado este año.