María Callas, con Aristóteles Onassis y el Príncipe Hohenlohe. Pedro Antonio / AFP
Fotos con historia

Audrey Hepburn y María Callas animan el verano marbellí

Martes, 6 de agosto 2024, 00:12

A finales de julio de 1967 desembarca en la Costa del Sol Audrey Hepburn, una de las figuras más carismáticas y cotizadas de Hollywood. La afluencia de estrellas es ya habitual en las localidades turísticas de esta parte del Mediterráneo, dotadas así de un creciente glamour. Pocos días antes habían llegado a Marbella Aristóteles Onassis y María Callas a bordo del yate 'Cristina', asistiendo esa noche a una fiesta flamenca en el Beach Club.

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Sólo un mes antes habían recalado por la ciudad Bing Crosby y Sean Connery, convertido ya en superestrella por su protagonismo en la serie de películas de James Bond. Thomas Krylock, componente de los Rolling Stones, se había alojado también en el Pez Espada, y en febrero Boris Karloff había escogido el Nautilus de Torremolinos mientras rodaba 'Coleccionista de cadáveres'.

En esa época, las 'burradas' del Marbella Club, los saraos en la sala de fiestas La Jacaranda, las veladas con la condesa-espía de Romanones y las tardes de toros en La Malagueta dibujaron el guion de los veranos. Y en su armario privilegiado de Givenchy, Dior o Rabanne también hubo hueco para un autóctono pantalón de pescador. Hasta rodó una película durante sus estancias en Málaga, aunque su rostro no apareciera ante la cámara ni su nombre en los títulos de crédito. Pero con ella llegaron los desayunos con diamantes a aquella Marbella sesentera, como recordaba en una entrevista en SUR Gullina von Bismarck: «La prensa vino aquí cuando supo que Audrey Hepburn había comprado una casa». Una residencia junto al hotel que regentaba el príncipe Hohenlohe. P. GARCÍA

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