Los años malagueños del otro Abd-el-Krim

La ocupación del territorio se convirtió en un reto para las tropas españolas, mal equipadas y entrenadas para enfrentarse a las tribus locales, buenas conocedoras del terreno. Las autoridades del Protectorado intentaron atraerse a los cabecillas de las cabilas como manera de asentar el control de las tribus, pero el resultado distó mucho de ser el deseado. Buena prueba de ello es que uno de ellos, Mohamed Abd-el-Krim, de la cabila de Beni Urriaguel, fue el líder de la sublevación después de realizar parte de su formación en centros españoles y de trabajar durante un tiempo en la administración colonial como traductor y escribiente.

Abd-el-Krim contó con la colaboración de su hermano menor y de casi el mismo nombre, Mahamed (también escrito como Mhamed o Hamed), quien para muchos fue el verdadero inspirador de la estrategia militar desarrollada por los rifeños durante la insurrección de 1921.

La profesora María Josefa Rivera dio noticia del paso del menor de los Abd-el-Krim por la Escuela Normal de Maestros de Málaga. Joven inteligente y estudioso, cursó la carrera de Magisterio en el centro entonces ubicado en la Plaza de la Constitución entre 1910 y 1912, obteniendo en este último año el título de maestro elemental.

La estancia de Mahamed y de otro compañero también de origen marroquí, Haddú Ben Mojtar, de la tribu de Frajana, fue recogida por la prensa. 'La Unión Ilustrada' publicó en noviembre de 1910 una foto de ambos comentando la aparente integración de los estudiantes moros con sus compañeros españoles y su bastante correcto manejo del idioma.

La presencia de estos alumnos rifeños en Málaga se debió a la iniciativa del general Marina, que había creado en 1907 una escuela para niños indígenas en Melilla. Tres años más tarde propuso que los dos más instruidos se trasladaran a Málaga para seguir los estudios de Magisterio. El primero de la clase era Mahamed Abd-el-Krim, seguido de Mohamed Ben Mezzian y de Haddú Ben Mojtar. El segundo rechazó la oferta y años después se incorporó a la Academia de Infantería de Toledo –después de pasar también por Málaga– para iniciar una carrera militar que le llevó a ser amigo personal de Franco, capitán general de Galicia y ministro de Defensa del Reino de Marruecos, entre otros cargos.

Abd-el-Krim realizó el examen de ingreso el 30 de diciembre de 1910 y terminó los estudios de maestro elemental en el mes de junio de 1912, completando un expediente académico en el que figuraban seis sobresalientes entre los dos cursos.

Mahamed no abandonó los estudios. Después de un periodo de dos años volvió a matricularse en Málaga, en este caso en el Instituto General y Técnico de la calle Gaona, para iniciar el bachillerato. El expediente conservado en el archivo del Instituto Nuestra Señora de la Victoria (Martiricos) nos permite reconstruir esta etapa escolar del futuro azote del Ejército español.

Presentó una instancia firmada el 12 de agosto de 1914 en Málaga en la que declaraba tener 18 años y ser vecino de Melilla. Por medio de este escrito solicitaba matricularse como alumno libre en el examen de ingreso y en catorce asignaturas. Muy probablemente se preparó los exámenes en Melilla junto a su hermano mayor. En 1917, al concluir el bachillerato, marchó a Madrid para comenzar la carrera de ingeniero de minas.

Cuando en 1920 Mohamed Abd-el-Krim se puso al frente de la sublevación de las cabilas rifeñas contó con su hermano, que se convirtió en su lugarteniente. Al año siguiente, después de los sangrientos triunfos conseguidos sobre las tropas españolas en Igueriben, Annual y Monte Arruit, los hermanos proclamaron la República del Rif. Mahamed fue nombrado vicepresidente del gobierno y jefe supremo de su ejército.

La alianza entre España y Francia puso fin a la revuelta rifeña en 1926. La familia Abd-el-Krim se entregó a los franceses y sus miembros permanecieron confinados durante más de veinte años en la isla de Reunión. Después se refugiaron en Egipto y Mahamed acabó regresando a Marruecos, donde falleció en 1967.