Ramón Areces acompañado del Gobernador Civil, Rafael Hurtado, en la inauguración de El Corte Inglés de Málaga el 25 de mayo de 1979.Archivo Sur
40 años de la llegada de El Corte Inglés a Málaga
Tribuna de la Historia ·
La apertura de este centro comercial estuvo rodeada de polémica por la preocupación de algunos comerciantes que veían peligrar sus negocios. Finalmente, tras su inauguración el 25 de mayo de 1979, tuvo una gran aceptación entre los malagueños
Por fin. Después de más de diez años de interminables obras leo con alborozo en el Diario Sur que este mes de octubre se reabrirá al tráfico la Avenida de Andalucía, quizá la arteria más importante de Málaga. Esperemos que repongan la fuente de las Tres Gitanillas en el centro de la plaza de Manuel Alcántara, tal y como estaba antes del inicio de las obras que se están haciendo eternas para muchos malagueños. Todo esto me da pie para reflexionar sobre El Corte Inglés, teniendo en cuenta que este año 2019 se cumplen 40 años de su llegada a Málaga. Una llegada entonces accidentada y polémica, para algunos dramática, que podemos dividir en cinco actos.
Primer acto: El Corte Inglés en la calle Larios
Sí, han leído bien. El Corte Inglés de Málaga podría hoy abrir sus puertas en la mismísima calle Larios. En realidad faltó muy poco. Nos tenemos que remontar a 1920, cuando Gómez Hermanos compró a la familia Larios el edificio número 10 de su calle por 1.100.000 pesetas. Los Larios y los Gómez mantenían amistad porque ambas familias eran originarias del mismo pueblo riojano, Laguna de Cameros, de ahí que aquellos, siempre reticentes a desprenderse de sus propiedades inmobiliarias, les vendieran todo un edificio de la calle Larios a los Gómez Hermanos.
En este edificio de la calle Larios pudo establecerse Galerías Preciados.
Archivo de la familia Gómez Raggio
En 1945 Gómez Hermanos se escindió en Hijos de José Gómez Mercado y Gómez Raggio Hermanos, y cada empresa se quedó con una parte del inmueble. Fue a mediados de los años sesenta del pasado siglo cuando Galerías Preciados quiso comprar o alquilar todo el edificio de la calle Larios 10 para establecer allí sus grandes almacenes. Sin embargo, mientras que los Gómez Mercado eran favorables a cerrar la operación, los Gómez Raggio se opusieron. Si el acuerdo se hubiese realizado, hoy El Corte Inglés podría disponer de todo una manzana en la calle Larios porque, como todos sabemos, esta empresa absorbió a su eterna competidora, Galerías Preciados, en 1995.
Segundo acto: El Corte Inglés en la plaza de Uncibay
A Ramón Areces, fundador de El Corte Inglés, le encantaba la Costa del Sol. Tenía un apartamento en Puerto Banús al que venía con cierta frecuencia. En el archivo del Diario Sur podemos leer crónicas de sociedad en las que aparece Ramón Areces en algunas salas de fiesta de la Costa, a las que debía de ser aficionado. Es lógico pensar que el emprendedor comerciante asturiano se fijara en el potencial económico de Málaga para abrir una de sus tiendas. El 9 de marzo de 1968 se inauguró El Corte Inglés de Sevilla, el cuarto de España en antigüedad. Ese mismo año sabemos que Ramón Areces estuvo negociando la compra del antiguo edificio del Málaga Cinema, en la plaza de Uncibay. Las negociaciones fueron discretas y no han dejado huella en la prensa local.
Antiguo edificio del Málaga Cinema.
Archivo Sur
Pepe Luis Rodríguez Espinosa era por aquellos años propietario de La Genovesa, una conocida y afamada tienda de ultramarinos en la plaza de Uncibay. Según me ha contado, los comerciantes rechazaron de manera unánime la posibilidad de que los grandes almacenes abrieran en la plaza de Uncibay e incluso recogieron firmas: «Creíamos que todos nuestros clientes se iban a ir a El Corte Inglés y que dejaríamos de vender. Iba a ser una ruina para todos. Hoy reconozco que estábamos equivocados». Desconocemos por qué fracasaron las negociaciones. Quizá el edificio no reuniera las condiciones o no se llegó a un acuerdo económico. Hoy un Corte Inglés en la plaza de Uncibay hubiera revitalizado la zona hasta extremos difíciles de calcular.
En este edificio pudo establecerse El Corte Inglés.
Archivo Sur
Tercer acto: El Corte Inglés en Liborio García
En 1972 El Corte Inglés estuvo a punto de establecerse en la calle Liborio García, en el edificio que ocupa hoy el colegio de bachillerato de las Esclavas. Celia Méndez y Delgado, marquesa viuda de la Puebla de Obando, fue la cofundadora de la Congregación de Esclavas del Divino Corazón, junto al cardenal Marcelo Spínola. Encargó al arquitecto Manuel Rivera la construcción del edificio de la calle Liborio García, que se inauguró el 10 de agosto de 1894, día de San Lorenzo. El entonces obispo de Málaga, Marcelo Spínola, les cedió también a las religiosas la iglesia de la Concepción (en la calle Nueva, pero que se comunica con el convento por su parte trasera) para «su cuidado y culto».
Colegio de las Esclavas en la calle Liborio García.
Fernando Alonso
En este edificio de la calle Liborio García se fijó Ramón Areces para intentar, una vez más, abrir sus grandes almacenes en Málaga. El lugar era inmejorable: estaba ubicado entre las dos calles más comerciales de Málaga, calle Larios y calle Nueva, frente a los almacenes Woolworth, recién inaugurados en 1970, y muy cerca de otros famosos establecimientos malagueños como Temboury, Álvarez Fonseca, Gómez Raggio o Félix Sáenz.
Según testimonios orales recogidos por este autor, las obras de demolición comenzaron en el invierno de 1972 y, por razones que desconocemos, la fachada se respetó. Incluso el año anterior el obispado solicitó licencia para la demolición de la centenaria iglesia de la Concepción, lo que dio pie a cierta polémica y a que se hablase en la prensa local malagueña de una campaña «anti-monumentos». El caso es que no sabemos lo que ocurrió, pero inesperadamente las obras de Liborio García pararon y El Corte Inglés se quedó sin edificio. La hipótesis más plausible es que la cofundadora de la orden, Celia Méndez, había dejado ordenado que este edificio solo fuese para uso religioso, uso bien lejano del crematístico y comercial que El Corte Inglés pretendía hacer de él. Tampoco hay que descartar la férrea oposición de los comerciantes malagueños a que se abriera un Corte Inglés en el Centro de Málaga.
Nos hemos acercado al colegio y convento de las Esclavas de la calle Liborio García, donde nos han atendido muy bien, para conocer de primera mano la versión de las religiosas. Según su explicación, hubo un momento en el que las monjas, que atravesaban una delicada situación económica, pensaron vender el edificio. El Corte Inglés sería uno de los muchos novios que le salieron, aunque la venta finalmente no se llegó a realizar porque la sede de Liborio García fue la fundacional de la orden de las Esclavas y algunas monjas se negaron a desprenderse del edificio.
Cuarto acto: El Corte Inglés llega (por fin) a la avenida de Andalucía
Si el curioso e intrépido lector se situase hoy en el centro de la plaza de Manuel Alcántara, apartando vallas y esquivando coches, observará que la flanquean tres grandes torres de edificios de quince plantas cada uno. En la cuarta esquina se había proyectado levantar una cuarta torre y dedicar el resto de la inmensa parcela a zonas verdes, parques, aparcamientos, etc. Hemos de aclarar que esta parcela se urbanizó directamente desde Madrid y se encargó de ello el INUR (Instituto Nacional de Urbanización). La parcela en cuestión tenía la friolera de 10.000 metros cuadrados. Fue un 6 de diciembre de 1975 cuando saltó la noticia: El Corte Inglés venía a Málaga. La publicó en el Diario Sur el conocido periodista Julián Sesmero, quien avisaba de que solo son rumores que hablan «del futuro gran centro comercial de la Málaga moderna». Es evidente que el atractivo de la Costa del Sol y el crecimiento de Málaga, la sexta ciudad de España en número de habitantes, hicieron que los grandes almacenes fijaran su objetivo en nuestra ciudad.
Inauguración del puente del Generalísimo, antes puente de Tetuán. 15 de mayo de 1971.
Archivo Sur
El INUR había redactado un pliego de condiciones para adjudicar los terrenos en el que se requería cumplir unas draconianas condiciones que solo reunían las dos grandes superficies españolas: El Corte Inglés y Galerías Preciados. Los terrenos fueron finalmente adjudicados al primero en marzo de 1976 y el Ayuntamiento de Málaga concedió la licencia de obras en febrero de 1977.
La polémica estaba servida. Por un lado, la Asociación de Vecinos de la zona y muchos malagueños veían la llegada de los grandes almacenes como un escalón más del progreso que Málaga necesitaba o simplemente una oportunidad de encontrar trabajo; por otro lado, los comerciantes veían peligrar sus comercios. Estos escribieron una carta al ministro de la vivienda e iniciaron acciones legales por las presuntas irregularidades que ellos veían en el concurso público. La situación llegó a ser tan tensa que doscientos comerciantes fueron al Ayuntamiento y el alcalde se negó a recibirlos. Se anunció una huelga comercial indefinida que, finalmente, no se llegó a realizar. Por aquellos años, los principales centros comerciales malagueños eran Félix Sáenz, Álvarez Fonseca, Gómez Raggio y Almacenes Mérida. A pesar de todo, las obras de construcción del nuevo centro comercial siguieron adelante.
Y llegó, por fin, el día de la inauguración.
Quinto acto: la inauguración de El Corte Inglés
Sé que no se lo van a creer pero, el día antes de la inauguración de El Corte Inglés, sus empleados peregrinaron al Santuario de la Victoria para rendirse a las plantas de la Patrona y pedirle suerte en su nueva andadura comercial. A las nueve y media de la mañana se celebró una eucaristía y todos los que quisieron pasaron por el camarín de la Virgen. A continuación, en el centro comercial se celebró el acto de inauguración. Era el viernes 25 de mayo de 1979. A la ceremonia asistieron Ramón Areces, el Gobernador Civil y el presidente de la Cámara de Comercio, Manuel Ortiz-Tallo. No nos consta que estuviera en el acto el alcalde de Málaga, lo que nos parece bastante significativo y es síntoma de la polémica y controversia que acompañó la llegada de El Corte Inglés a Málaga. Aclaremos que Pedro Aparicio había jurado el cargo solo diez días antes. Tampoco estuvieron presentes «nuestros comerciantes antiguos», en palabras de un redactor de Sur.
Ramón Areces acompañado del Gobernador Civil, Rafael Hurtado, en la inauguración de El Corte Inglés de Málaga el 25 de mayo de 1979.
Archivo Sur
La placa que se descubrió ese día decía: «Como símbolo de trabajo y hermandad entre los hombres, hemos logrado la feliz realización de este centro comercial de El Corte Inglés, que ofrecemos hoy al servicio de la ciudad de Málaga».
Publicidad que anunaciaba en SUR la próxima apertura en Málaga de El Corte Inglés.
Al acto asistieron unos mil invitados y se celebró en la sexta planta, donde se había instalado la cafetería. El propietario de El Corte Inglés, Ramón Areces, dirigió unas palabras a los asistentes y «el párroco de la feligresía» procedió a bendecir el flamante establecimiento. Luego los asistentes fueron invitados a un espléndido buffet.
Al día siguiente, 26 de mayo de 1979, sábado, se abrió al público el centro comercial. Esa jornada registró un lleno absoluto. El Corte Inglés dio trabajo a mil personas lo que, teniendo en cuenta la crisis económica del momento, nos parece una cifra significativa. El nuevo centro comercial disponía de una superficie de 65.000 metros cuadrados divididos en seis plantas. Ponía a la venta un millón de artículos en doscientos departamentos diferentes. En su garaje podían aparcar hasta 400 vehículos.
Anuncio en SUR de la inauguración.
Sé de algunos malagueños que se negaron a pisar el nuevo centro comercial. Y tenían sus razones de peso. La inauguración de El Corte Inglés de Málaga supuso un auténtico terremoto para algunos emblemáticos comercios malagueños. Gómez Raggio, Rodolfo Prados o Marmolejo, por citar solo tres ejemplos, no resistieron el impacto y tuvieron que cerrar poco después. Sin embargo, el nuevo centro comercial tuvo una gran aceptación entre los malagueños. Tanta que ocho años después, el 28 de septiembre de 1987, El Corte Inglés estrenó una ampliación en la calle Hilera, el Edificio Hogar, que dio trabajo a otras 300 personas. Esta vez el alcalde de Málaga, Pedro Aparicio, sí que fue a la inauguración.
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