Honores a Torrijos y sus hombres en el 190 aniversario de su fusilamiento en Málaga

La plaza de la Merced se ha vuelto a convertir este sábado en el escenario de un solemne homenaje institucional en memoria del fusilamiento del general liberal José María de Torrijos y sus 48 compañeros de expedición en las playas de San Andrés, en Málaga. La cita, presidida por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y una representación de la corporación municipal, ha coincidido con el 190 aniversario de la muerte del general y sus hombres por orden del Fernando VII.

Organizada con el apoyo de la Asociación Cultural Torrijos 1831, el encuentro ha estado repleto de simbolismo y de nuevo se ha abierto de manera excepcional la valla que protege el obelisco central de la plaza de la Merced. Bajo él reposan, en una cripta, los restos del general liberal y sus 47 hombres. El número 49, el irlandés Robert Boyd, está enterrado en el cercano Cementerio Inglés de la avenida de Príes, ya que su religión anglicana le impidió compartir suelo sagrado con sus otros compañeros, todos católicos. De hecho, a la misma hora que se celebraba en la plaza de la Merced el tradicional homenaje, el camposanto anglicano se vestía de gala para recordar, ante la tumba de Robert Boyd, la gesta de este militar de 26 años que puso sus ideales y su patrimonio al servicio de la causa de Torrijos.

La memoria de estos hombres que trataron de abolir el absolutismo de Fernando VII ha vuelto a ser honrada con honores gracias a la colocación, a los pies del obelisco, de coronas de laurel, símbolo con el que se recuerda a los héroes. Esa gesta de Torrijos y los suyos ha sido destacada en todos los discursos institucionales, donde se ha hecho referencia a la lucha «por los valores democráticos y liberales» de este grupo de valientes, caídos en Málaga el 11 de diciembre de 1831, hace justo 190 años.

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