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Rubén García
Lunes, 3 de abril 2023, 00:40
La llegada de la primavera nos transforma el estado de ánimo. Como si fuéramos plantas y árboles de hoja caduca, florecemos: el chute de energía es enorme, y es todavía mayor para quienes disfrutan de actividades que con buen tiempo se disfrutan mucho más. El deporte al aire libre es un ejemplo, y montar en moto, otro.
La relajación, el calor, el retomar la moto después de un tiempo si eres de los que no la coge en invierno… Hay factores a tener en cuenta de cara a conducir en moto en primavera y verano. Factores que nos llevan a cometer errores cuando no los tenemos en cuenta, ya sea por desconocimiento o de manera intencionada. Algunos son obvios, otros no tanto, pero todos ellos son igual de importantes, y por eso es conveniente recordarlos ahora que arrancamos motores, nunca mejor dicho, para la temporada estival.
Hay que disfrutar de la moto, mucho, por supuesto, pero con responsabilidad. Estos son los errores más habituales que debemos evitar al cogerla en estos meses que tenemos por delante.
Es el error que nos viene a todos a la cabeza al pensar en moto y calor, incluso quienes no monten. El calorcito, las ganas de sol y el agobio hasta que arrancamos y el aire empieza a ayudar nos hace dejar en casa la ropa adecuada para ir en moto. El suelo abrasa igual (más, en realidad), el tubo de escape puede hacernos mucho daño en los pies, las manos desprotegidas están en un riesgo evidente, etcétera. Hay muchísima ropa técnica transpirable para tener a punto el armario de verano para montar en moto, y es imprescindible limitar el riesgo que conlleva la falta de protección. Sobre todo en las zonas del cuerpo más expuestas en las caídas, como los citados pies y manos, que siempre conviene llevar cubiertos.
El calor agobia y, especialmente cuando el trayecto planeado es corto, dejamos de ajustar el casco como es debido. Esto es un error gravísimos, que puede tener consecuencias dramáticas. La cabeza soporta igual los golpes en invierno que en verano, y el asfalto, por mucho que digamos que se derrite por el calor, sigue siendo la misma «piedra» de siempre, así que el casco de verano tiene que ser un modelo homologado que nos ajustemos con la misma responsabilidad que en invierno. Si vas por ciudad, el casco jet es una solución ideal, pero en carretera, siempre un casco integral o modular.
No siempre nos protegemos los ojos cuando vamos en moto en primavera y verano y circulamos en moto por ciudad. Es un error importante, ya que quedan expuestos a cualquier china o cosa que entre en ellos al circular, algo que puede ser muy molesto, causa de accidentes en el peor de los casos. Es fundamental hacerse con unas gafas de sol que nos resulten cómodas y seguras, gafas que tenemos que asegurarnos antes de circular que son compatibles con nuestro casco para evitar sustos en marcha.
Con la llegada de la temporada estival, las condiciones de circulación cambian, y las motos pueden comportarse de un modo distinto también. Es este un momento ideal para hacer una revisión de la misma, una puesta a punto, cosa que no siempre hacemos. Este consejo se convierte en obligación cuando vas a coger la moto después de varios meses sin hacerlo, en caso de que la dejes guardada durante los meses de frío. No dejes nada sin revisar: desde la batería, que son más susceptibles de perder su potencia que las de los coches, pasando por los neumáticos, claves para la seguridad, las maneras y palancas, las luces y hasta detalles específicos como la limpieza de las suspensiones, por ejemplo. También, obviamente, el aceite y los líquidos. Y, de paso, echa un vistazo a la documentación de la moto, no te vayas a llevar alguna sorpresa desagradable por no mirarla.
El verano implica relajación, y esta puede jugar una mala pasada en la carretera. Con la moto no pasa tanto en las salidas largas de ocio en los fines de semana porque solemos tomarnos muy en serio estas jornadas moteras. Si acaso, la velocidad, por aquello de que la carretera suela estar seca, sin riesgo de placas de hielo, etcétera. Sin embargo, aumentan muchísimo los trayectos cortos en el ámbito urbano, y es en este tipo de desplazamiento donde más riesgo hay de exceso de relajación. Es fundamental evitar las acciones y hábitos imprudentes.
El último error extendido al coger la moto cuando llega el buen tiempo tiene que ver con los horarios a los que conducimos y con la hidratación. Si nos protegemos como debemos, pasamos más calor, lógicamente, por muy transpirable que sea la ropa técnica que llevamos, y esto se combate con la hidratación adecuada: beber mucha agua es esencial. De esta forma, evitaremos problemas derivados de una deshidratación. Por otro lado, también es muy importante, en la medida de lo posible, no coger la moto en las horas centrales del día: los golpes de calor son otro riesgo y es cuando el termómetro está más alto cuando más riesgo de sufrirlos existe.
Por obvio que parezcan, estos errores al ir en moto cuando empieza el buen tiempo siempre conviene recordarlos porque no dejan de repetirse.
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