La viuda del portero fallecido por una agresión en Mijas: «Iba a dejar el trabajo tras el verano»

Las cámaras de seguridad captaron cómo intentaba sujetar a una mole aún más grande y corpulenta que él. José Rafael Pisani era fisicoculturista, como Romina, y tenía un cuerpo muy musculado, esculpido a base de horas y horas de gimnasio. Llevaba tiempo trabajando en el mundo de la noche, así que tampoco le faltaba experiencia. Pese a ello, no pudo contener al cliente, que en cuanto se libró de él le lanzó un puñetazo al mentón que lo tumbó. Pisani quedó inerte sobre el suelo. Murió horas después en el Hospital Regional.

Allí acabó todo. Las cenas de sushi, los viajes a cualquier parte, los entrenos juntos en el gimnasio, los planes de ser padres -hoy, miércoles 19, Romina iba a someterse a una inseminación artificial porque querían tener un hijo-, el proyecto de vida en común en Canarias, la tienda de suplementos deportivos que querían montar allí... Los sueños rotos, desparramados por el suelo, como el imponente José Rafael, con su uniforme negro de portero, en otra muerte absurda.

Se conocieron hace dos años. Él, español de origen venezolano. Ella, italiana nacida en Chile. Ambos entrenaban en el gimnasio Alhamar, ahora Oxygen, en Mijas costa. «Éramos muy aficionados al fisicoculturismo y yo además era monitora de gimnasio. Él decía que fue amor a primera vista. Quedamos a tomar café, nos hicimos amigos y yo también me enamoré de él», cuenta la viuda de José Rafael, que tenía 55 años y dos hijos de un matrimonio anterior. «Fue una relación muy linda», expresa Romina, que es 23 años más joven. «Me quedo con haberlo hecho feliz todo este tiempo».

La relación iba tan bien que hace cinco meses decidieron casarse. Lo hicieron en un romántico viaje a Las Vegas que, dice, después inscribieron en España para formalizar el matrimonio. El siguiente paso era ser padres y mudarse a Canarias, ya que se enamoraron de las islas durante sus últimas vacaciones. «Le he preguntado a la doctora si aún era posible después de lo que ha pasado, porque quiero tener un hijo suyo. Pero ya no se puede», añade la mujer.

Romina describe a José como un hombre «muy tranquilo», que no se metía en líos y que llevaba una vida sana. «Iba de la casa al trabajo o al gimnasio y vuelta. Nos gustaba salir a cenar y viajar, pero nada más. Yo siempre le decía que la vida había que disfrutarla y aprovechar cualquier momento juntos. No habíamos tenido suerte anteriormente en el amor, así que lo dábamos el uno por el otro. Y que de pronto venga alguien y lo mate...». El presunto autor, inglés, de 32 años, ya ha sido detenido por la Guardia Civil.

A ella nunca le gustó la noche, «pero en verano se pagaba bien (por una noche como la del pasado fin de semana podía cobrar 150 euros), por eso se arriesgaba», explica la viuda. Pisani había estudiado Derecho en su país, pero no llegó a ejercer en España. «Yo quería que lo intentara, o al menos que dejara de trabajar como portero. Me había prometido que era el último verano que lo hacía y que en octubre lo dejaba. Y mira...».