Caminó 300 metros, los que separan su casa de la de su prima. Allí se presentó Antonio Bautista (72 años) con la cabeza ensangrentada y le contó que habían entrado en su casa para robarle y, como no tenía dinero, le habían pegado una paliza ... y le habían golpeado en la cabeza con un azadón.
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Cuando llegaron los sanitarios y los agentes de la Guardia Civil, sobre las dos y media de la madrugada de este viernes 20 de mayo, Antonio aún seguía con vida. Pudo contarles lo que le había pasado e incluso llegó a identificar a su agresor. «Ha sido el zorro», manifestó antes de caer desplomado. Instantes después murió en la ambulancia que pretendían llevarlo al hospital.
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Esa información fue vital para los investigadores de la Guardia Civil, adscritos a la compañía de Antequera, porque los situaba ante un viejo conocido de las autoridades. Antonio precisó, además, que sólo pudo reconocer a 'El zorro', pero que escuchó una segunda voz durante el asalto.
Los agentes empezaron a buscar a los implicados en el crimen bajo la hipótesis de que eran dos. No tardaron en localizarlos. Apenas tres horas después, aún de madrugada, los investigadores detuvieron a ambos en relación a los hechos, a los que se investiga por homicidio, robo con violencia y quebrantamiento de condena, según informó ayer la Guardia Civil.
El tercero de los delitos esconde la pesadilla que Antonio Bautista estaba sufriendo desde principios de este año. De natural confiado -«dejaba la puerta abierta y nunca echaba la llave», dice un familiar-, este vecino de Humilladero venía sufriendo robos a principios de cada mes, justo después de cobrar la paga. Se presentaban en su casa, a veces lo retenían durante un buen rato y le sustraían 100 o 200 euros. «Le han dado una paliza porque, como estamos a finales de mes, no encontraron dinero ni nada en casa. Qué iba a tener, si ya le habían robado casi todo. Le habían quitado el televisor, el frigorífico, la estufa…», comenta, afectado, un pariente de la víctima, que asegura que Antonio sufrió al menos cinco robos, aunque sólo denunció uno porque pensaba que no serviría para nada. Por esa denuncia fue detenido uno de los ahora investigados por su muerte. Y de ahí proviene la orden de alejamiento, que ahora habrían quebrantado en este último asalto a la casa de Antonio Bautista.
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