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Uno de los impactos de bala del presunto asesino en la calle Lealtad, donde Gracia fue asesinada. Alba Tenza
«Van a faltar ángeles para recoger un corazón tan grande»: así recuerdan a Gracia, la mujer asesinada por su expareja en Pizarra

«Van a faltar ángeles para recoger un corazón tan grande»: así recuerdan a Gracia, la mujer asesinada por su expareja en Pizarra

La víctima, natural de Álora, pertenecía a una familia numerosa de once hermanos y trabajaba en el Mercado El Carmen en Málaga capital

Lunes, 18 de marzo 2024, 17:13

«Era una mujer muy luchadora, trabajadora y dedicada a sus hijos», pronuncia una de las vecinas de Gracia C, quien presuntamente fue asesinada la madrugada de este domingo delante de la farmacia de la calle Lealtad. La mujer de 49 se desplomó tras ser disparada por su presunta expareja, quien le habría arrebatado la vida ante los ojos de su hija de 16 años y minutos después se habría suicidado en una calle paralela. «No nos lo podemos creer, somos muchos los que la hemos visto crecer, van a faltar ángeles en el cielo para recoger un corazón tan grande», añade otra de las vecinas. Algo en lo que coinciden todos los que la conocían–tanto de Álora, donde nació, como de Pizarra donde residió durante 25 años junto a sus hijos– es en que Gracia rebosaba bondad por todos los costados.

Sus hijos, de 23 y 16 años, residían junto a su madre, algo que los vecinos de ambas localidades también reiteran, ya que «era una persona que había sacado adelante a sus hijos, dándole siempre lo mejor de ella, con muchísimo esfuerzo», asegura Toñi, una vecina perota que la vió crecer. «Es que era un amor de persona, su sonrisa hablaba por sí sola y además desde chiquitita», añade un camarero de uno de los bares de la Plaza de Arriba de Álora. Gracia C. pertenecía a una familia numerosa, sus padres ya no vivían, pero sus diez hermanos se quedan con una pérdida absoluta que jamás podrán llenar.

Una sonrisa para recordar

Los vecinos más allegados a Gracia afirman que siempre la recordarán por su carisma y por su alegría. «Que esa sonrisa brille siempre e ilumine a tus hijos», pronuncia una de las vecinas que la vio crecer en el municipio perote a escasos metros del lugar donde habría tenido lugar el suceso. «Era una bellísima persona, cualquiera que la conociera podrá decir lo mismo de ella, era un ejemplo a seguir por su fuerza de voluntad», asegura otra de las vecinas, quien la conocía desde hace más de 20 años y declara que es difícil articular palabras con tanto dolor.

Desde este domingo por la mañana, las banderas de los Ayuntamientos de Álora y Pizarra están a media asta y declararon tres días de luto con la suspensión de cualquier actividad que hubiera prevista. La familia de Gracia es muy conocida en su localidad natal porque sus hermanos tienen numerosos negocios en la zona, desde bares hasta comercios. Ella, por su parte, trabajaba con una de sus hermanas en el Mercado El Carmen en Málaga capital, donde acudía cada día a trabajar como camarera y cocinera. Según vecinos cercanos a la víctima del crimen machista, el mismo sábado 16 de marzo Gracia volvió de trabajar en la capital a media tarde y después salió con su hija, al parecer, a un cumpleaños «por las bolsas que traía en las manos con dulcecitos», añade una de las supuestas testigos.

Sobre las 1.00 de la madrugada del domingo, madre e hija volvían al domicilio por calle Lealtad cuando todo se fundió a una escena de terror. Era su exmarido el que presuntamente les esperaba a apenas 40 metros de su casa, donde él ya no vivía desde hace una década cuando se separaron, con dos fusiles de asalto «tipo escopeta», según declaran los vecinos que habrían sido testigos de los hechos. Una ráfaga de tiros arrebató la vida a Gracia ante la presencia de su hija, quien no dudó en salir corriendo y pedir auxilio. Los trabajadores del bar que hay en la misma calle, quienes prefieren mantener su anonimato aún conmocionados, explican que el exmarido llegó en moto, aparcándola a escasos metros de la escena del crimen, donde luego se habría desatado toda la desgracia en apenas minutos.

Presuntamente, la ira del agresor de 52 años, que después se quitó la vida, se habría desencadenado porque Gracia había iniciado los trámites del divorcio recientemente. «Desde que se separaron hace diez años, él no solía aparecer por la zona aunque era de Pizarra y trabajaba de repartidor en una empresa del sector cárnico por la zona», añade uno de los vecinos, quien dice ser conocedor de que habían tenido problemas por el reparto de bienes, así como por la custodia de sus hijos. María , otra de las vecinas, denuncia que el presunto asesino tuviera en posesión dos armas de guerra: «Si no se llega a suicidar, a saber a cuántas personas podría haber matado en el pueblo, las armas deberían estar en los cotos de caza y pedir un examen psicológico para dar las licencias y no se vendan armas de guerra en este país». Por otro lado, fuentes cercanas a la empresa en la que trabajaba el presunto asesino, aseguran que se le veía «con un aspecto triste», pero no dan crédito a lo que ha sucedido. «Jamás podría haberme imaginado que hiciera algo así», asegura uno de los empleados.

Sin denuncias previas

La Guardia Civil, que mantiene una investigación abierta por este crimen machista–que sería el segundo en lo que va de 2024 en Málaga y sexto en España– informó de que no había denuncias previas por malos tratos contra el presunto autor de la muerte de Gracia en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén). La conmoción en los pueblos de nacimiento y residencia de Gracia es evidente, mientras que ayer Álora reunió a más de 500 vecinos en un minuto de silencio a las puertas del Consistorio municipal, esta tarde a las 19.00 horas, los vecinos de Pizarra se congregarán a las puertas de su Ayuntamiento en repulsa por este crimen machista.

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