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«Tengo 200 balas para matar a uno del barrio y me da igual pagar 20 años». Minutos después de pronunciar supuestamente esa amenaza, el detenido, un hombre de 38 años, se presentó en la casa donde estaba su hermano y abrió fuego contra la fachada ayudado -según los testigos- por su mujer: «Él disparaba y ella le daba la munición».
Los hechos, que investiga el Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga, sucedieron el 20 de enero en un domicilio de la barriada de Las Castañetas. El supuesto objetivo de esos disparos era el hermano del detenido, de 42 años, que estaba tomando unas copas en casa de un amigo en compañía de sus respectivas familias.
Con ellos estuvo, durante parte de la velada, el ahora detenido. Según los testimonios recabados por la policía, en un momento determinado se inició una discusión entre los hermanos por un desencuentro previo que, al parecer, habían tenido en Nochebuena. Tras cruzar algunas palabras, el menor de los dos hermanos se marchó la vivienda. Varios testigos lo escucharon proferir amenazas de muerte.
A las cuatro de la madrugada, el hombre presuntamente regresó a la vivienda acompañado por su mujer y armado con un rifle del calibre 22. Según las fuentes consultadas, comenzó a efectuar disparos mientras le pedía a gritos a su hermano que saliera de la vivienda.
Fue el dueño del piso quien se asomó a la ventana para pedirle explicaciones y le dijo que su hermano no iba a bajar. Al parecer, y siempre según la reconstrucción de los hechos realizada por la policía a través de los testigos, el individuo disparó directamente a la fachada de la vivienda.
En el inmueble se encontraban una mujer y cinco menores, que vivieron aterrorizados el tiroteo. Todos se tiraron al suelo para evitar ser alcanzados por algún proyectil. Cuatro balas impactaron en la ventana del cuarto de baño y una atravesó la del salón y quedó incrustada en el techo.
Afortunadamente, no hubo heridos ni otros daños materiales a causa del tiroteo, aunque el dueño de la vivienda tuvo que ser asistido en el hospital por una crisis de ansiedad, según las mismas fuentes.
Varios testigos declararon a la policía que vieron cómo la mujer del sospechoso permanecía junto a éste sosteniendo una caja con munición, que supuestamente le iba proporcionando a medida que él efectuaba los disparos.
La investigación, a cargo del Grupo de Atracos -de guardia en Policía Judicial el día que ocurrieron los hechos- y Policía Científica, puso el foco sobre la pareja, que huyó del lugar en un coche oscuro, aunque fueron identificados por los testigos.
El hombre, que acumula una treintena de antecedentes policiales, se entregó después en comisaría junto a su mujer. Los agentes leyeron los derechos a ambos y, tras instruir el atestado del caso, los pusieron a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía han confirmado a SUR que el hombre ha ingresado en prisión por posibles delitos de amenazas y daños, aunque la calificación definitiva dependerá de la instrucción del caso.
Su mujer ha quedado en libertad, investigada por estos hechos y bajo la advertencia de que deberá comparecer ante el juez cuando sea requerida para ello.
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