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«No te muevas, ¿eh? Estate tranquilo ahí, ¿vale? No te muevas». La escena roza lo surrealista. Dos policías nacionales de paisano que ascienden a las alturas en la cesta de un vehículo escala de bomberos -que habitualmente se utiliza para los rescates- para detener ... a un fugitivo que se les había dado a la fuga descolgándose por la fachada del bloque.
El dispositivo policial es de hoy mismo, jueves 19 de mayo. Poco antes del mediodía, agentes de la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco)-Costa del Sol sitiaron la vivienda donde, según sus investigaciones, se ocultaban los sospechosos de un secuestro.
Tras echar la puerta abajo, los policías nacionales atraparon a dos de los objetivos. Sin embargo, el tercer individuo salió corriendo hacia el balcón del piso -una quinta planta del edificio- y comenzó a descolgarse, cual Spiderman, por la fachada del bloque.
Los agentes reaccionaron con rapidez. Alertaron inmediatamente a los bomberos de Marbella, que enviaron un vehículo escala. Pistola en mano, subieron hasta el tercer piso, donde se había ocultado el fugitivo. Ante las advertencias de los policías, el hombre esperó tumbado boca abajo y, en segundos, le colocaron los grilletes para inmovilizarlo.
Los arrestados, de entre 30 y 40 años, formarían parte de una red de secuestradores a la que se vincula con el tráfico de drogas. Además, a uno de los tres sospechosos le consta en vigor una orden europea de detención y entrega emitida por las autoridades judiciales de Bélgica en relación con un delito contra la salud pública.
Pero la Udyco los buscaba como supuestos miembros de una red de secuestradores a la que se atribuye la detención ilegal, por error, de un ciudadano extranjero el pasado mes de enero en Torremolinos, adelantada por Diario SUR en su edición del 27 de enero.
Según la investigación, la víctima, de origen magrebí, fue secuestrada en mitad de la calle en la barriada del Pinillo. Los sospechosos metieron al hombre a la fuerza en un vehículo y la liberaron poco después cerca de una gasolinera tras percatarse de que, en realidad, no era el objetivo al que buscaba. Se trataba de una persona con un gran parecido físico.
En el registro realizado en la vivienda donde se produjeron las detenciones, los agentes han localizado un revólver -concretamente el utilizado en el secuestro en Torremolinos-, 30.000 euros en efectivo, tres kilogramos de marihuana, 100 gramos de hachís, cuatro inhibidores de frecuencia, dos teléfonos satelitales, dos vehículos y un reloj de alta gama.
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